El bibliobús escape room de Burgos

Los bibliobuses, como bibliotecas que son, también participan de cuantas oportunidades de servicio se van produciendo y en las modalidades que entre todos vamos desarrollando: la dedicación a grupos especiales, como nuestros mayores, los espacios makers, las emergencias humanitarias, los clubes de lectura, la presencia en redes sociales, las innovaciones tecnológicas, los objetivos de desarrollo sostenible o la gamificación, por mencionar algunas. Justamente encuadrado en este último apartado contamos con el bibliobús escape room de Burgos.

Se acaba de cumplir un año de la inauguración de los dos últimos bibliobuses adquiridos para actualizar la flota de la provincia burgalesa. Su llegada suponía la despedida de los vehículos por reemplazar, pero esta vez, contrariamente a lo que suele ocurrir, uno de ellos continuaría prestando servicio, aunque de una manera diferente, cedido por el Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas, bajo la promoción del Proyecto Lehbur, que se encuentra articulado en, un principio, por la Asociación Provincial de Libreros de Burgos, al que se unió después la Asociación Provincial de Librerías de Huesca.

El Proyecto Lehbur es una de tantas acciones encomiables que trabajan para mejorar la calidad de vida del medio rural en lucha constante contra su despoblación; este caso se centrar en combatir la brecha cultural del campo con relación a la ciudad, mediante una amplia e imaginativa programación cultural y el desarrollo de aquellas actividades que son habituales en las librerías urbanas. Se trata de un movimiento en la misma línea del producido en EE.UU. durante la década de 1960 para la promoción de las pequeñas editoriales en las zonas rurales donde no llegaban las grandes, por medio de librerías ambulantes.

Sin embargo, nuestro bibliobús escape room no lleva libros para vender, ni siquiera lleva colecciones para su consulta, es en toda su dimensión un espacio escenificado para divertirse buscando pistas e interpretándolas para procurar descubrir la solución del misterio planteado.

Cuando uno llega al bibliobús se encuentra con un vehículo de tonos pasteles e iconografía sesentera, acorde al diseño interior, como antesala a lo que encontrará en él: un despacho, una imprenta, el escritorio de una niña, un cinematógrafo, un puzzle, y más útiles propios del impresor ambulante, su ayudante y su hija, que llevan entre manos una investigación que nadie conoce pero que, con sagacidad y astucia, podrá ser desvelada por los más inteligentes y audaces.

La trama fue construida por la asociación de tiempo libre Parafernalia, mientras que la transformación del bibliobús para su nueva misión corrió a cargo de Ajo Taller de Arquitectura, muy vinculados también a las actividades lúdicas, sobre la base de que “el juego es la manera natural de aprender”. El proyecto de diseño fue bautizado como Escapa del Bibliobús Arquitectura Efímera. Ambas entidades ya habían colaborado previamente en otro escape room con motivo de la Feria del Libro de Burgos.

Aunque pudiera parecer lo contrario, la relación entre bibliobuses y arquitectura es más frecuente y estrecha de lo que se podría sospechar en un primer momento, sólo baste recordar la intervención de la arquitecta Blanca Lleó en la creación de uno de los bibliobuses más exitosos y longevos de España, o el concurso de paradas de bibliobús organizado por la Asociación Arquinfad en 2018.

Cuando la pandemia mitigue, se tiene previsto que este escape room móvil recorra las provincias de Burgos y de Huesca, agudizando el ingenio de sus escolares e incitando a todos al disfrute de los servicios culturales.

Si tú, querido lector, tienes la oportunidad de probar suerte en el desenredo del misterio que se trae el impresor y sus dos compinches, no nos desveles la solución, que seguro darás con ella, y déjanos soñar con que lleguemos a lograrlo también nosotros, algún día, aunque la limitación de nuestras capacidades lo convierta en un hueso duro de roer, pero no por eso menos atractivo.