Leer en verano

Leer es un proceso de construcción de significados a partir de la interacción entre el texto (entendido como una composición de signos codificados en un sistema de escritura que forma una unidad de sentido), el contexto y el lector.
El significado no està solo en el texto ni en el contexto, sinó en la interacción de esos dos factores con el lector. Cada lector comprende un texto de acuerdo a la realidad interior, su experiencia previa, su nivel del desarrollo cognitivo, su situación emocional…

Lectura, un concepto difícil de definir

No existe una única definición dada la complejidad del concepto y quizá de la «lectura» (valga la redundancia) de algunas de ellas lleguemos a su esencia:

  • Leer es comprender. (Thorndike, 1917)
  • La lectura es la habilidad de reconocer y comprender los símbolos impresos (Smith, 1973)
  • La lectura implica el reconocimiento de símbolos escritos que sirven como estímulo para la formación del sentido, proveniente de experiencias pasadas, y la construcción de nuevos sentidos por medio de la manipulación de conceptos que ya posee el lector. (Tinker- McCollough, 1975)
  • Leer requiere que se piense, se sienta y se imagine. (Melnick-Merrot, 1978)
  • Leer no consiste única y exclusivamente en descifrar un código. Además y fundamentalmente supone la comprensión del mensaje que trata de transmitir el texto. (Alonso –Mateos, 1985)
  • Leer consiste pasar de unos signos gráficos a un significado. (Cuetos, 1990)

De todas las definiciones que he encontrado quizá una de las más completas es la de Liliana Montenegro y Ana Maria Haché que afirman en sus estudios sobre los procesos de la lectura y la escritura que:

“Concebimos la comprensión de la lectura de un texto como la reconstrucción de su significado a partir de la consideración de pistas contenidas en el texto en cuestión. Dicha reconstrucción se lleva a cabo mediante la ejecución de operaciones mentales que realiza el lector para darles sentido a las pistas encontradas. Se trata de un proceso esencialmente dinámico que quien lee desarrolla a medida que establece conexiones coherentes entre la información que posee en sus estructuras cognoscitivas y la nueva que suministra el texto»

Beneficios de la lectura

Como bien es sabido la lectura aporta numerosos beneficios, algunos de los más destacados son que:

  • Previene la degeneración cognitiva: un estudio realizado por investigadores del Rush University Medical Center en Chicago (EE.UU.) y publicado en la revista Neurology, concluyó que la lectura y otras actividades que estimulan la mente pueden retrasar la demencia.
  • Reduce el estrés: según algunos estudios después de algunos minutos leyendo, se reduce el ritmo cardíaco y la tensión muscular.
  • Favorece la concentración:  porque el estado natural del cerebro tiende a despistarse ante cualquier nuevo estímulo y la lectura  la actividad lectora exige “la concentración profunda al combinar el desciframiento del texto y la interpretación de su significado»
  • Modifica el cerebro: el neurólogo Stanislas Dehaene, catedrático de Psicología Cognitiva Experimental del Collège de France, afirma en su libro Les neurones de la lecture (Odile Jacob) que “…hay más materia gris en la cabeza de una persona lectora y más neuronas en los cerebros que leen…”.
  • Mejora las calificaciones: un estudio de 2014 publicado en la revista Child Development determinó que los niños con mejores habilidades de lectura a la edad de 7 años obtuvieron calificaciones más altas en los tests de Cociente Intelectual que aquellos con habilidades de lectura más débiles.
  • Mejoran las habilidades sociales como la empatía:  el psicólogo Raymond Mar y su equipo de la Universidad de Toronto probaron en el 2006 que las personas que consumen novelas son más empáticas respecto a los lectores de libros especializados o los no lectores. Al medir las habilidades sociales y el modo de interactuar de los dos tipos de lectores, los lectores de géneros literarios resultaron tener una mayor facilidad para ponerse en la piel del otro.
  • Los lectores son mejores oradores: como dijo Cicerón:

“… a hablar no se aprende hablando, sino leyendo…”

Las bibliotecas… esas “cajas” de “libros”

La palabra biblioteca proviene del latín bibliothēca, que a su vez deriva del griego βιβλιοθήκη (bibliothēke), la cual está compuesta por βιβλίον (‘biblíon’, ‘libro’) y θήκη (‘théke’, ‘armario, caja’); es decir, se refería al lugar donde se guardaban los libros.

Existen numerosos y variopintos lugares transformados en bibliotecas repartidos a lo ancho y largo del mundo y las vacaciones son un fantástico momento para descubrirlos. Además de las clásicas: Biblioplaya, Bibliopiscina, Bibliomercado, Biblioparque o  Bibliotestación podemos encontrar algunas como:  

Biblioteca móvil 1917

¡En movimiento! Leer Por tierra, mar y aire 

Bibliotren, biblioavión, bibliobicicleta, bibliomoto, bibliobus, bibliocoche, bibliofurgoneta, bibliobarco, bibliodiligencia, bibliocamello, biblioburro

Leer en los lugares más inverosímiles

Cualquier rincón es ideal para montar una biblioteca: Biblioárbol, bibliocabina… ¡O porque no! Una biblioteca libre.
Y si no puedes ir a la librería siempre puedes comprar un libro en una máquina expendedora de libros.

Si descubres alguno que no aparece pon el enlace en un comentario!

Os dejo enlace a algunos post publicados anteriormente en Biblogtecarios sobre la temática que os pueden interesar:

Susana Peix

Colaboradora en BiblogTecarios. Escritora, bibliotecaria y asesora especialista en accesibilidad y en literatura infantil.

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