La literatura infantil y juvenil y el arte van de la mano. La ilustración en los últimos años se ha revelado como una de las disciplinas artísticas más frescas y revolucionarias. Por eso no es de extrañar que, cuando contemplamos un album ilustrado, parezca que entre las manos tenemos un lienzo de Velazquez o Goya. Estas son algunas de las maravillas que más desatan mi emoción por las historias y por su arte:
- El artista que pintó un caballo azul de Eric Carlé. Kalandraka, 2012. No solo nos abruman sus magníficas ilustraciones, si no que la propia historia nos traslada al oficio del artista.
- Pippo el loco de Tracey E. Fern. Juventud, 2010. Será que la cúpula de Santa María de las Flores de Florencia siempre me ha tenido hipnotizada, pero esta historia me parece especialmente interesante por relatar el empeño de Filippo Brunelleschi en concluir algo que en su época decían que era imposible.
- El sueño de Matías de Leo Lionni. Kalandraka, 2013. Si hablamos de libros y arte, este título no puede faltar. No solo nos habla del oficio del artista, si no que nos da un paseo por el museo y los movimientos artísticos más importantes de la historia.
- Las tijeras de Matisse de Jeanette Winter. Juventud, 2014. Imprescindible para acercarse a uno de los grandes artistas del siglo XX. Espectáculo de color asegurado.
- La gran ola de Véronique Massenot. Juventud, 2013. Uno de los álbumes que más me ha impactado recientemente. No te dejará indiferente.
Porque el arte también está en las bibliotecas.