Biblioteca inclusiva… ¿Por dónde empiezo?

Biblioteca inclusiva

Que una biblioteca sea inclusiva no depende únicamente de la eliminación de barreras arquitectónicas. La cadena de accesibilidad se inicia en la vivienda del usuario a través de la vía pública y el uso o no de transporte hasta la entrada de la biblioteca. Una vez dentro de la biblioteca debe continuar hasta conseguir su objetivo.

Esta cadena de accesibilidad no debe romperse en ninguno de sus eslabones y una vez en la biblioteca los bibliotecarios y bibliotecarias tenemos una importante tarea que realizar: que nuestros servicios, actividades y fondos documentales sean accesibles.

¿Qué es una cadena de accesibilidad?

Conjunto de acciones que prevé realizar una persona. Desde el punto de origen hasta su objetivo que incluye la circulación, aproximación, acceso, uso, etc. Realizadas con independencia, facilidad y sin interrupciones.

dibujo de una cadena de accesibilidad

Si cualquiera de estas acciones no son posibles de realizar, la cadena se corta y el itinerario, espacio o situación se torna inaccesible.

¿Por donde empiezo?

Esta pregunta es bastante más fácil de contestar de lo que pensamos de entrada. Debemos empezar por ¡Cambiar el chip!

Es evidente que las bibliotecas no van a pasar de no ser inclusivas a serlo de la noche a la mañana, pero en nuestras manos está conseguir avanzar en la dirección de la accesibilidad. Cambiar de chip significa pensar en cada una de las acciones que hacemos diariamente: un nuevo servicio, organizar una actividad, realizar una selección de fondo documental, diseñar un flyer de difusión…

Si cada vez que realizáramos una de estas acciones nos parásemos un momento a pensar en cómo cubrir las necesidades de los colectivos con discapacidad estaríamos dando un paso hacia la accesibilidad y con ello a la inclusión.

Antes de realizar cualquiera de ellas, deberíamos plantearnos y dar respuesta a algunas preguntas:

  1. ¿A qué colectivos con discapacidad podría interesar? –> Usuarios objetivo
    1. ¿Personas ciegas o con baja visión?
    2. ¿Personas sordas o con baja audición?
    3. ¿Personas con discapacidad cognitiva?
  2. ¿Cómo puedo llegar hasta ellos?
    1. ¿Conozco las asociaciones u otras entidades de mi ciudad o zona?
    2. ¿Puedo localizarlas?
  3. ¿Cómo puedo hacerlo/a más accesible?
    1. ¿Adaptando el flyer de difusión? ¿letra grande y contrastada en color?, ¿Lectura Fácil?, ¿áudio?, ¿braille?, ¿evitando imágenes sin atributos?, ¿pdf accesible?…
    2. ¿Interprentando la actividad en lengua de signos?.
  4. ¿Que documentos puedo ofrecer para cubrir todas las necesidades lectoras y culturales?
    1. ¿Lectura Fácil?
    2. ¿Áudio libros?
    3. ¿Libros en Lectura Fácil?, ¿Pictogramas? ¿Lengua de signos?…
    4. ¿Películas con audiodescripción?

La lista de preguntas sería bastante más amplia. Tan solo debemos parar un momento a reflexionar. Pero para ello es indispensable la formación. Ese es el único modo de saber cuáles son las necesidades lectoras y de acceso a la información o de disfrute, de los diferentes colectivos con discapacidad.

De nada nos sirve tener nuevas tecnologías en la biblioteca si luego no sabemos a que colectivos les puede ser útil.

El primer paso hacia la inclusión de las bibliotecas pasa por realizar una auditoría

Por una empresa especializada que analice todos y ponga en evidencia cuales son nuestros puntos fuertes y débiles. Que nos genere un estado de la cuestión. Saber cómo estamos y hacia donde tenemos que ir priorizando las acciones más importantes que debemos llevar a cabo (principalmente cuando no cumplimos la normativa vigente).

Diez cosas que deberíamos saber sobre las personas con discapacidad
  1. Un elevado porcentaje de personas que tienen alguna discapacidad pueden acceder a la lectura, a la cultura y a la información, a las actividades y a los servicios que ofrecen las bibliotecas, con los apoyos necesarios.
  2. Las personas sordas profundas no pueden leer un libro convencional, pero sí un libro en Lectura Fácil.
  3. También pueden ver una película con subtítulos adaptados a personas sordas.
  4. Si son signoparlantes pueden disfrutar de muchas de las actividades que ofrecen las bibliotecas si se interpretan en lengua de signos.
  5. Las personas con baja audición pueden disfrutar de las actividades de la biblioteca si esta tiene instalada un bucle magnético.
  6. Las personas ciegas pueden leer un libro convencional si cuentan con un escaner de texto.
  7. Los lectores de pantalla no pueden leer imágenes (por ello es importante dotarlas de atributos que sí pueden leer). Sí pueden leer un pdf accesible.
  8. Existen lupas de mano y lupas digitales para facilitar la lectura personas con baja visión.
  9. Las personas con discapacidad cognitiva (si no es muy severa) pueden leer libros en Lectura Fácil, pictogramas o libros de imágenes.
  10. También pueden disfrutar de una película convencional, con audiodescripción o de la música que se ofrece en las bibliotecas.

Susana Peix

Colaboradora en BiblogTecarios. Escritora, bibliotecaria y asesora especialista en accesibilidad y en literatura infantil.

4 respuestas a «Biblioteca inclusiva… ¿Por dónde empiezo?»

  1. Muchísimas gracias por tu aporte, me aclaro en muchas dudas, estoy haciendo un proyecto de intervención para una biblioteca para implementar la inclusíon en todas las que pueda. De nuevo, muchísimas gracias, excelente tu nota.

  2. muchas gracias por este aporte tan valioso. estoy realizando una investigación acerca de bibliotecas accesible para personas con discapacidad visual y me sirvió mucho para plantear un esquema de paso a paso hacia la inclusión. excelente y felicitaciones!!

    1. Hola Andrea,
      celebro que el artículo te haya ayudado a plantear tu esquema. Cualquier aportación que quieras hacer será bienvenida!
      Un abrazo y felicidades por esa investigación. Estoy segura de que el resultado será muy interesante. Si lo publicas o compartes te agradecería me hicieras llegar la información.

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