Las exposiciones documentales son una buena forma de presentar los productos que tenemos disponibles en la biblioteca, ya sea pública, infantil, universitaria, específica…
Centrándonos en una biblioteca pública, es mucho más sencillo crear exposiciones documentales ya que la temática o los eventos que tengamos como «excusa» para hacer la exposición pueden ser muy variados. A menudo las películas que se estrenan en el cine se basan en novelas o cuentos (como por ejemplo, la reciente Blancanieves) y puede ser una ocasión para rememorar los cuentos clásicos.
Algunas cosas a tener en cuenta:
Sin perder de vista nuestros objetivos
Cada biblioteca se especializa en algo, tiene fondos especiales según la temática que trata y la vinculación con el lugar donde se encuentra y también responden a unos objetivos que se van modificando a medida que se cumplen. No hay que olvidarlo, la innovación en exposiciones no significa perder de vista la filosofía que se tiene.
Observa a los demás
Si una idea es buena puede compartirse, lo que no significa copiar totalmente. Ver y analizar puede ser un buen ejercicio: en directo en las bibliotecas vecinas, a través de los álbums de fotos y vídeos que se cuelgan, viendo ideas en aparadores de las tiendas. ¿Por qué no? si queremos vender algo también hay que montar un buen escaparate.
En todos lados
- Dentro de la biblioteca: en un área con espacio suficiente o dependiendo del público al que se dirige (si es algo exclusivo para niños puede ubicarse la exposición en el área infantil, por ejemplo).
- Fuera de la biblioteca: vincular esa exposición en las redes sociales, blog o web de la biblioteca. Las fotografias son una buena forma de atraer la mirada y por eso, cuanto más calidad y originalidad mejor. Una buena forma de extender exposiciones puede ser Facebook, Pinterest o los blogs.
Saquémoslo todo
Siguiendo el ejemplo del cine, si exponemos la gala de los Goya, no sólo podemos sacar a relucir las películas, si no otros formatos como las bandas sonoras y libros sobre el cine español, la interpretación, biografía sobre directores, páginas web de cine, etc.
Las exposiciones no siempre son sólo documentos, si no también servicios: si la temática es web social, por ejemplo, hay que recordar a los usuarios el servicio de Internet, cursos de informática, los recursos web de la biblioteca…
Expliquemos por qué
Por muy obvio que sea el motivo hay que explicarlo. El texto puede adoptar distintas formas: podemos conservar un formato igual para los carteles o variar en función de lo que se cuenta. Carteles grandes y pequeños, información más detallada en folletos para que se pueda llevar (si por ejemplo hemos elaborado una pequeña guía de lectura o hablamos de un evento), y hasta códigos QR, como se mencionaba en algún comentario del último post de Amanda.
La calidad no siempre es cara
Un eslogan que es verdad. Todo depende de cómo combinemos lo que tenemos. El reciclaje suele ser recurrente, sobretodo en épocas de crisis, si no podemos comprar materiales, hay que usar otros que ya teníamos, darle la vuelta y empezar de nuevo.
Cambiando los puntos de vista
El tiempo pasa rápido y enseguida podemos encontrarnos con los mismos eventos durante el año (el Día del Libro, Carnaval, por poner algún ejemplo). Para no repetir podemos enfocar el evento de formas distintas, ya sea por la tipología de los documentos, porque variamos de temática o por la decoración.
Para todos los gustos
Aunque la persona que se encargue de la exposición tenga unos gustos determinados, hay que evitar caer en la tendencia de cada uno y hacer una lectura global de lo que necesita el público.
Y ahora vosotros: ¿qué propondríais para empezar a crear exposiciones documentales o mejorarlas?
