Esta es la historia de una amistad. Max, es un pintor que se define como un «coleccionista de momentos». Un día llega a una isla para vivir en ella y allí conoce a un chico que toca el violín. Ambos pasan muchas horas juntos y, poco a poco, crece una amistad entre ellos. El muchacho se queja constantemente que nunca puede ver sus cuadros y Max hace un secreto de ellos. Este hecho cambia cuando Max se marcha de viaje y permite al niño entrar en su estudio. Le da las llaves de su piso para que riegue las plantas, recoja el correo, etc. Y es entonces, en el interior de su estudio, cuando contempla toda una hilera de cuadros dedicados expresamente y especialmente para él.
«En cada uno de los cuadros sucedía algo inusual, desconocido que me confundía y a la vez me retenía y que me introducía casi físicamente en el cuadro».
Max pintaba un momento pero él sabía que existía una historia.
Al despedirse el pintor del muchacho, le llama «profesor» en tono cariñoso, le hace sentir especial y le transmite un mensaje:»que, imprescindiblemente, tiene que seguir haciendo música». «Sabes profesor, tú música está siempre en mis cuadros».
Todo cuadro tiene que guardar un secreto. También para mí. Quizá otros puedan descubrir en mis cuadros más que yo mismo» y había añadido: «Yo solo soy el coleccionista. Colecciono momentos.
Crítica personal
¿Y sí las historias para niños fueran de lectura obligatoria para los adultos?.
En mi opinión, este es un libro que derrocha sensibilidad, cargado de emoción. El título ya de por sí consigue atrapar y puede gustar a cualquier amante de la ilustración. En definitiva una joya para disfrutar, regalar, consiguiendo envolver al lector, trasladándolo a un mundo onírico a través de los cuadros, pinturas bellas que transmiten mucha magia. Son imágenes surrealistas que quizá recuerden a Dalí.
El autor de la obra,Quint Buchholz, emplea colores fríos como el azul, verde o amarillo para relatar un cuento bonito, un relato de gran sencillez.
Como conclusión, puedo decir que el chico de esta historia aprende que el mundo no es sólo como lo contempla el observador.
Conociendo al autor…
Quint Buchholz nació en 1957 en Stolberg (Alemania) y creció en Stuttgart. Estudió Historia del Arte y después Bellas Artes en la Kunstakademie de Munich. Trabajó como pintor e ilustrador desde 1979, ilustrando más de 30 libros para editoriales alemanas e internacionales. Desde 1982 en adelante sus trabajos han sido exhibidos en más de 70 salas de exposiciones: Alemania, Suiza, Francia, Italia, España, Grecia y Taiwán.
En los últimos años él también trabajó como pintor de escenarios, creando sets para The Golem en 2005 y Calígula en 2007. En 2008 y 2009 Quint Buchholz dirigió el taller de ilustración en Kunst leben y la escuela de verano en Kloster Irsee.
A finales de 2008 una interpretación teatral de El coleccionista de momentos abrió el teatro de Cornouaille en Quimper, Bretaña, dirigida por Jacques Nichet y con Jacques Echantillon en el papel principal.
Una producción alemana de Der Sammler der Augenblicke (El Coleccionista de momentos) abrió en marzo de 2011 el Metropoltheater en Munich, dirigida por Jochen Scholch y vendiendo por completo todas las actuaciones del teatro en noviembre de 2011.
Quint Buchholz está casado y es padre de 3 hijos y vive en Munich, Alemania. Ha recibido los siguientes premios: Premio Bologna Ragazzi de la Feria del Libro Infantil de Bologna (1998) y el francés Prix Enfantaisie (1999), premio que conceden los niños al mejor libro infantil del año.
Editorial: Lóguez
Autor: Quint Buchholz
Referencia bibliográfica: Buchholz, Quint. El coleccionista de momentos. Santa Marta de Tormes (Salamanca): Lóguez, 2013. 48 p. ISBN: 978-84-89804-16-6
Enlace: Para más información…