Madrid es la ciudad con más bots de toda Europa, continente que concentra 18,7% del número total de bots – casi una quinta parte-. Según un estudio de la empresa de ciberseguridad Norton mientras la capital tiene más bots que todo el territorio holandés, España ocupa el quinto puesto de la lista (liderada por Rusia) con un bot por cada treinta usuarios de internet. Si bien hay que tener en cuenta que el lugar donde se localice un bot no indica que ahí se encuentre su desarrollador. Así un dispositivo infectado en Europa puede realizar un ataque en Estados Unidos pero ser controlado desde China. Hay que tener en cuenta que los bots no sólo afectan a los ordenadores y a los móviles sino que también pueden introducirse en cualquier dispositivo con IoT (Internet de las cosas).
Un bot (o robot) es un software desarrollado para realizar tareas como si las hiciera un ser humano, efectuando automáticamente tareas repetitivas que resultarían tediosas o inabarcables.
En estos últimos meses cuando hablamos de bots vienen directamente a la mente dispositivos conectados a Internet infectados con un malware que permite a los crackers controlar de forma remota y a un mismo tiempo un gran número de terminales para recopilar direcciones de correo electrónico, adquirir masivamente entradas para la reventa, comprar criptomonedas, conseguir recursos o comprar valores para los personajes de los juegos en línea, hacer copias masivas no autorizadas de contenidos web o para espiar de manera sistemática las vulnerabilidades de software de los servidores con el objetivo de penetrar en elloso realizar ataques de denegación de servicio. Además en el entorno de las redes sociales se utilizan para simular la interacción humana con el fin de inflar artificialmente el número de visitas de un site o de seguidores de un perfil o de automatizar respuestas para posicionar mensajes o crear opinión positiva o negativa acerca de un tema o de un individuo.
