Pues sí, ya es primer viernes de mes. Y aquí estamos con nuestro particular ranking de entradas más leídas de entre las publicadas el pasado mes, en esta ocasión el de febrero.
Felicidad Campal, que es buena corredora de fondo, puso fin a su serie de posts más seguida, Pensar, sentir, NECESITAR… las bibliotecas. Sea por aquello de que «los últimos serán los primeros» o no, el caso es que se ha colocado a la cabeza, en lo más alto de este particular podio.
Necesitar: “Tener necesidad de alguien o algo”, según la RAE. “La necesidad es maestra y tutora de la naturaleza. Es su tema y la fuente de sus invenciones, su freno y su regla perpetua” decía Leonardo Da Vinci. Tales de Mileto consideraba que “Lo más fuerte es la necesidad, porque domina todo”. “Te necesito como a la luz del sol en este invierno frio ‘pa’ darme tu calor” cantaba Amaral, y así es como nos gustaría que los usuarios necesitaran las bibliotecas, como “respirar” parafraseando a Medina Azahara.
Claro está que, cuando hablamos de barreras, no nos estamos refiriendo de las vallas de la carrera atlética, sino de obstáculos cuya existencia resulta mucho más grave. Susana Peix llamó nuestra atención sobre las Barreras humanas en las bibliotecas públicas, con el claro propósito de que sean reconocidas, removidas y eliminadas.
De todas las barreras que nos podemos encontrar en las bibliotecas públicas: arquitectónicas, servicios y actividades, fondos documentales y personales, éstas últimas, las barreras humanas, deberían de ser las más fáciles de gestionar y eliminar, y en cambio son las más complicadas.
Mucho más técnico fue el post de Sofía Moller, versado sobre Ámbitos temáticos: sistema de clasificación alternativa a la CDU. Tan denostada como amada, la Clasificación Universal no parece ser un instrumento incuestionable. Pero según el estudio de Sofía, es perfectamente reemplazabe.
En el último año he implementado un proyecto en el ámbito de la biblioteca pública llamado ámbitos temáticos: un sistema de clasificación documental alternativo a la CDU. […] Las palabras que se desprenden del proyecto son retroalimentación, accesibilidad, adaptabilidad y serendipia.
¿Os suena eso de que las bibliotecas son «hospitales del alma»? Pues bien: Francisco Javier León Álvarez nos expuso en su post el valor de los Libros, bibliotecas y arte como medicina en los hospitales, especialmente cuando los ingresados son pequeños enfermos, recluídos en un medio que les resulta extraño e incluso hostil.
A estas alturas, te estarás preguntando de qué va este post y qué tiene que ver con los temas analizados en este blog. Pues se trata de intentar cambiar la imagen y sensaciones que transmiten los hospitales a los pequeños enfermos a través del poder de los libros y del arte como medios de entretenimiento, comunicación visual y apoyo psicológico en momentos tan duros para ellos en los que cualquier explicación carece de compresión, al mismo tiempo que se convierten en un bálsamo para sus progenitores, aferrados a la esperanza y la confianza en la medicina como un naufrago a una tabla en medio del océano.
Que recibiese el Premio Nacional de Fomento de la Lectura otorgado por la CEGAL es, tal vez, sólo un motivo más para que María Antonia Moreno nos invite a visitar Letras Corsarias, librería singular en Salamanca. Ciertamente, debería incluirse ewn las guías turísticas de la ciudad. Pero acaso lo más importante es que este texto nos acerca un poco más a esos agentes del libro que son aliados naturales de las bibliotecas.
Es un sábado lluvioso y frío el día que decido entrar, por primera vez, en Letras Corsarias. La librería, camino de cumplir su segundo aniversario, se encuentra en una de esas plazas que dan carácter a Salamanca: la plaza de San Boal. Merece la pena dejarse envolver en el ambiente agradable y cálido de esta librería.
Hasta aquí nuestro repaso de hoy. Cuando tengas en tu pantalla la próxima entrada con nuestros Top 5 de marzo, querido lector, tendremos mucho que celebrar. Por ejemplo, que ya habrá llegado la primavera.