Cómo controlar nuestra información personal en Internet, o al menos intentarlo

Por todos es sabido que cada día que pasa se hace más complicado controlar nuestra información en Internet. Actualmente, comienza a ser habitual la proliferación de empresas que ofrecen servicios de “limpieza” de nuestro rastro por la red, o aquellos servicios que, simplemente, facilitan el control de nuestro información, bien sea facilitando la eliminación de perfiles obsoletos o en desuso, o a través de peticiones a terceros para que eliminen el rastro de información personal que queremos eliminar, aunque bien es cierto que cada día se hace más complicado.

¿Somos conscientes de nuestra identidad digital? (Imagen de @bocatacalamares)

A pesar de que la estrategia generalizada consiste en tratar de poner límites a una información que viaja sin control una vez la ponemos a disposición del que acceda a ella en Internet, conviene repasar diversos consejos que pueden ser muy útiles en la práctica diaria:

  1. De cajón: Si no quieres que alguna información personal salga de tu control, no la publiques en Internet. Parece obvio pero cada día nos encontramos con casos de videos o fotos comprometedoras que aparecen como si nada. Esta práctica, aunque arriesgada, parece difundirse como una moda en la que compartir información sensible (a veces de contenido sexual) que lo único que consigue es multiplicar las posibilidades de difusión de una información comprometida.
  2. Búscate: ¿Quién no se ha buscado alguna vez en Internet para ver qué encontraba? Pues bien hecho. En realidad, debería ser una práctica habitual la de buscarnos (por nuestros nombre o por otro tipo de datos sensibles) para comprobar el estado de nuestra identidad virtual y la salud de nuestros datos en la red. Yo recomiendo un seguimiento continuado una búsqueda semanal o quincenal para asegurarnos de un mayor control, ya que si detectamos algo raro al menos no habrá pasado mucho tiempo (aunque siempre será suficiente para que esa información se pueda haber multiplicado en la red). Una buena herramienta para llevar al día este aspecto se puede encontrar en Google Acount Manager.
  3. Gestiona: Con esto me refiero a que de nada sirve tener perfiles por tener. Si no usas una red social o un perfil, no pasa nada, date de baja y así tendrás más controlados tus datos y siempre sabrás qué tienes activo y qué no. No se trata de borrarse de todo, solo de aquello que no uses o que no te sirva para nada. Para esto te serán de gran utilidad herramientas como JustDeleteMe que te facilita el acceso a la eliminación de multitud de plataformas. En este sentido, conviene también meditar sobre qué clase de perfil queremos tener en Internet, cuál es la finalidad de nuestra vida digital así como nuestros objetivos (personales y profesionales), lo que clarificará mucho nuestra forma de actuar y de aparecer en la red.
  4. Inspecciona: Vista la página de google que te ayudará a supervisar la información a la que se accede a través de dicho buscador, pudiendo ejercer tu derecho de eliminación o retirada de información personal (incluso de terceros), e inspecciona nuevos servicios de control de identidad digital (es una de las tendencias económicas y empresariales del momento y cada día aparecen nuevos servicios de pago o gratuitos).
  5. Aplica estrategias de control: Mucha gente cree que reduciendo al máximo la información disponible en Internet controla mejor su reputación on-line, y en parte tiene razón, pero solo porque la hace diminuta, en lugar de controlar lo que aparece. Otra estrategia consiste en controlar tu información por saturación, es decir, si saturas Internet de información de primera mano que quieres que aparezca antes de la que tú no controlas o generas, consigues relegar a posiciones menos relevantes a esa información que no has generado o que no quieres que esté tan accesible como la generada por ti. Se trata por tanto de tener perfiles sociales activos, blogs, webs, etc., todo tipo de información (de utilidad) que controles y que aparecerá, sí o sí, en una posición ventajosa con respecto a información de terceros que hayan publicado sobre ti. Además, también ofrece la ventaja de que tendrás un perfil más valorado y estarás mejor posicionado personal y profesionalmente. Sin embargo, con los últimos cambios que ha hecho Google en su algoritmo esta estrategia ya no es tan efectiva como antes porque pierden peso las palabras clave, y da prioridad a información actualizada (si antes tenías un blog y tenías una metainformación muy completa, cuando buscabas por tu nombre lo normal era que aparecieran muchas de las páginas y las entradas de tu blog o de tu web site antes que cualquier otro tipo de información, ahora solo aparecerán las últimas entradas o solamente la página principal). En cualquier caso, es conveniente que, para ayudar a controlar la información que aparezca sobre nosotros en los resultados de Google, se trate de relacionar aquella que se considere positiva con los perfiles que se controlen (a través de enlaces, etc.), ya que esto también ayudara a tejer una red de información enlazada controlada por ti, relegando a posiciones más apartadas de los resultados la información que te interese menos difundir.
  6. Atento al uso fraudulento: Otro de los problemas habituales es el uso de imágenes que hemos colgado en determinadas webs o redes sociales y que pueden ser utilizadas para usos fraudulentos como suplantación de identidad, identidades falsas en redes de contactos, etc. Está claro que controlar este tipo de casos es muy complicado, por este motivo mi recomendación es subir las imágenes indispensables (me refiero a las personales) o intentar utilizar la misma para los diversos perfiles que tengamos en las diversas redes sociales en las que tengamos presencia (aunque luego no lo cumplamos la mayoría). Y, por supuesto, ante cualquier uso ilegal de nuestras imágenes, denunciar.
  7. Controlar la privacidad de nuestros perfiles: Es fundamental que repasemos los niveles de privacidad de nuestras cuentas y que lo hagamos asiduamente, ya que este tipo de plataformas suelen ir incluyendo pequeñas modificaciones en los elementos de administración de los perfiles. De esa manera uno puede estar más seguro de que la información que publica es accesible solo a sus contactos.
  8. Controla tus contactos: En relación con el punto anterior, conviene tener en cuenta que, si bien podemos controlar la información que ven nuestros contactos, una vez que estos la han visto o han accedido a ella, podrán igualmente difundirla. Por ello, conviene controlar de quién somos amigos y no agregar al primero que pasa a nuestro lado por la calle. Cuanto más criterio tengamos a la hora de agregar a alguien como amigo, mayor control podremos tener de la información que compartamos en las redes.

Básicamente, estos son los puntos fundamentales que yo encuentro a la hora de controlar, en la medida de los posible, nuestra información disponible en la red. Por supuesto, no será los únicos, así que si quieres, puedes dejar en comentarios cuáles son las estrategias que utilizas.

 

Victor Villapalos

Mi bitácora pretende ser un punto de encuentro para estudiantes y profesionales del sector y, por supuesto, para todos aquellos interesados en este ámbito del conocimiento. Desde esta pequeña ventana asomarán pensamientos y reflexiones sobre todos aquellos temas que, relacionados con la Biblioteconomía y la Documentación, merezcan una buena pincelada de bits. Estáis invitados a participar activamente en él con vuestros comentarios y/o sugerencias. Podéis conocer más sobre mi en www.victorvillapalos.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *