Hace algunas semanas recibimos en BiblogTecarios un correo electrónico que parecía, a primera vista, un tanto especial. En la parte del Asunto, ponía: “Invitación lanzamiento”. El correo llevaba esta invitación adjunta de la que nuestro director, Julián Marquina, nos hizo partícipes:
Cuando me llegó la noticia, comprobé que se trataba de la presentación en sociedad de la editorial Rayo Verde, con cuya responsable, Laura Huerga, me había puesto en contacto a principios de este año para redactar parte de mi último post. Las perspectivas de crecimiento y expansión en el paradigma digital, por parte de una serie de sellos editoriales, y sobre todo de cara a su potencial oferta destinada a las bibliotecas fueron los ejes de aquella entrada. Entre otras cuestiones, Laura me contó entonces que no salían al mercado hasta marzo y en ambos formatos, digital e impreso. En respuesta a mi pregunta sobre cuál podría ser su relación con las bibliotecas, se refirió al rol que estas instituciones cumplen en la sociedad. En su opinión, siguen siendo y deben ser el impulsor cultural de una ciudad, pueblo o región. Las bibliotecas crean lectores y el sector del libro los necesita, afirmaba. Terminó adelantándome que tenían pensadas algunas actividades de fomento de la lectura y que esperaban la complicidad de las bibliotecas y las librerías en este empeño.
Siguiendo la actividad de Rayo Verde en redes sociales durante este último mes y medio, he sido testigo de cómo un gran proyecto, el de la propia editorial, alcanzaba la recta final de su proceso de gestación. Y entre tweets y retweets y el cruce de algún Me gusta en Facebook, llegó marzo, el sueño de Laura se hizo realidad y yo no me lo quería perder.
El pasado jueves, día 1 de marzo, asistí en Barcelona a ese “lanzamiento” y allí pude encontrarme con muchas personas del mundo del libro y la edición con las que habitualmente me relaciono vía Twitter, como @gansoypulpo, @mmcardona, @martingomez78 y @silviaclemares, entre otros. Junto a todos ellos pude escuchar las palabras de Laura Huerga durante el acto de presentación y conocer de primera mano que este proyecto arranca con la idea de dar más espacio a obras inquisitivas, comprometidas, audaces, inconformistas y exigentes en las librerías y en las bibliotecas.
Atrás quedaban dos años de duro trabajo, pero sobrellevados con mucha ilusión y está claro que ni la crisis que tenemos instalada en este país ha arredrado a esta jovencísima editora fundadora a la hora de marcarse unos objetivos: aparte de intentar conseguir que autores y lectores lleguen a encontrarse a través de sus libros, Rayo Verde se propone fomentar el hábito de la lectura. En este sentido, es consciente de que, por su tamaño, quizás no pueda permitirse protagonizar grandes hazañas, pero, como ya me había manifestado en nuestra primera conversación, se muestra confiada en la colaboración con librerías y bibliotecas, de tal manera que el éxito estará en cada nuevo lector que descubra el placer y la riqueza que le puede proporcionar un libro.
El plan editorial de Rayo Verde contiene una colección de narrativa —novelas y libros de relatos— y otra de narrativa breve. La idea es centrarse en la publicación de autores singulares que explican buenas historias con un estilo propio y dar a conocer obras y autores de gran calidad que por no considerarse comerciales no han tenido oportunidad de ser publicados o traducidos al español.
Todo está tranquilo arriba es el título de la novela que inaugura un catálogo —el de esta editorial catalana—, con el que pretende ofrecer al lector algo más que entretenimiento. Está escrita por el holandés Gerbrand Bakker y ya ha sido traducida a más de 20 idiomas. En 2010 fue merecedora del premio IMPAC, creado en 1996, y en el que las obras nominadas son propuestas por bibliotecas públicas de diferentes países. Por si queréis echarle un vistazo, el emotivo discurso que pronunció al recoger el premio está colgado en YouTube. En pasadas ediciones resultaron ganadores, entre otros, Orham Pamuk, Herta Müller o Michel Houellebecq. El único español galardonado con el IMPAC ha sido Javier Marías por Corazón tan blanco, en 1997.
Hace un par de días tuve la oportunidad de escuchar una entrevista que le hacían a Laura Huerga en el programa Un idioma sin fronteras de Radio Exterior de RNE. Tenéis el podcast disponible aquí. En el minuto 11 ella se refiere de sus temores sobre el futuro de la novela, dado que su conocimiento sobre la misma era anterior a la concesión del premio; al enterarse de que Bakker había ganado el IMPAC, temió perderlo. En la foto de más abajo, tomada la noche de la fiesta-presentación, podéis ver al autor (izda.) con el ilustrador (dcha.) de Todo está tranquilo arriba.
El por qué del nombre de la editorial es una pregunta que no falla nunca. Dicen los entendidos que se trata de un fenómeno óptico que se da cuando concurren condiciones atmosféricas determinadas. Se produce al atardecer, cuando el sol se oculta bajo una superficie plana, como el mar. Los últimos rayos provocan un destello de color verde porque solo llega hasta el ojo del observador esa tonalidad mezclada con el amarillo, justo en el instante de ocultarse la parte superior del sol. Nosotros adoptamos este nombre, Rayo Verde Editorial, porque queremos que con nuestros libros disfrutéis de innumerables puestas de sol mientras buscáis ese rayo verde, ese libro incontestable, se puede leer es su dossier de prensa. Lo buscaremos, sin dudas.
Rayo Verde ha nacido gracias al espíritu emprendedor de su fundadora. Su creciente visibilidad en la Red indica que conoce las ventajas que ofrece Internet a la hora de poner en marcha un plan de marketing. Demostrando curiosidad por este entorno, pero, por supuesto, con dedicación y teniendo el objetivo claro de llegar a conocer a los potenciales clientes, es mucho más fácil encontrar los nichos que pudieran existir en un mercado cada vez más competitivo y en el que el lector es el bien más preciado. Buscar aliados es una de las claves y, en ese sentido, hemos podido ver a Rayo Verde en la Feria Virtual del Libro de la mano de 24symbols, una plataforma de lectura de libros electrónicos en la Red.
La adopción de códigos QR como herramienta de comunicación para informar a los lectores de sus próximas novedades editoriales, nos deja claro que estamos ante un proyecto empresarial joven que apuesta por la innovación tecnológica. Porque no sabemos a ciencia cierta cómo será el futuro de la industrial editorial, al menos es muy difícil describirlo —dado que son muchos los actores y muy diferentes sus intereses—, pero no creo que nadie dude de que, definitivamente, será cibernético.
Rayo Verde viene a sumarse al alto porcentaje de editoriales españolas —nanoindustrias culturales, según Joaquín Rodríguez, en referencia a la Panorámica de la edición española 2010—, que integran nuestro tejido empresarial compuesto mayoritariamente por pymes y micropymes.
Sea como fuere, estamos ante un ejemplo más de la valentía demostrada tantas veces por los agentes que conforman la edición independiente de nuestro país.