La Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial

BIBLIOTECA ESCORIALDesde el siglo XVI Madrid cuenta con esta joya arquitectónica, incluyéndose como una de las bibliotecas más bellas de España. Sobrevivió a un incendio siglos después, y hoy es un foco de interés cultural que atrae a multitud de visitantes cada año. Conocida también como la Escurialense o la Laurentina, se trata de un espacio renacentista y su fundación se debe a Felipe II (Valladolid 1527-El Escorial 1598), un humanista con gran formación intelectual, además de un gran bibliófilo y preocupado no sólo por acumular y coleccionar libros, sino también por crear un espacio de estudio y trabajo científico. El objetivo de esta creación era que España albergara una gran biblioteca.

Los primeros libros comienzan a llegar en el año 1565 y las primeras adquisiciones se corresponden con 42 duplicados de libros ya existentes en palacio.

En 1566 llegó una segunda remesa de libros, entre los que se encontraban piezas de gran valor como el Códice áureo, el Apocalipsis figurado o, quizá el más importante, un De baptismo parvulorum de San Agustín, supuestamente escrito de su puño y letra.

A lo largo de los dos años siguientes se sobrepasó la cifra de los mil volúmenes gracias a las aportaciones de asesores como el obispo de Osma, Honorato Juan. Llegados a este punto, la biblioteca era una realidad, y Felipe II se reunió con representantes destacados de todo tipo de disciplinas para asesorarse en la adquisición de copias. La tendencia en estos años será adquirir originales y volúmenes antiguos, pues según el criterio de la época esto era lo que hacía a una biblioteca «aventajada sobre otras».

Dotada de unos 45.000 volúmenes aproximadamente, de una excepcional calidad, ello la convierte en uno de los fondos bibliográficos más valiosos del mundo.

En sus estanterías encontramos libros en latín, hebreo, árabe, provenzal y otras lenguas exóticas, fechadas entre los siglos XIV y XV. Miniaturas del siglo XIII y encuadernaciones del siglo XVI en oro y policromía, así como incunables de un valor incalculable. Todos los libros depositados en estanterías de madera se encuentran con el lomo vuelto al revés según la creencia de la época de que así los libros se conservaban en perfectas condiciones. Los fondos documentales se resumen en cuarenta mil impresos, dos mil manuscritos árabes, dos mil noventa en latín y lenguas vernáculas, setenta y dos en hebreo y quinientos ochenta en griego.

Destacable también es el Salón Principal o Salón de los Frescos, que forma parte de la Biblioteca. Se trata de una galería abovedada de 54 metros de longitud por 9 de ancho, decorada sus paredes y techo con pinturas del siglo XVI, representando en cada extremo la Filosofía y la Teología y entre ellos las siete Artes Liberales: la Gramática, la Retórica, la Dialéctica, la Aritmética, la Música, la Geometría y la Astronomía.

Todo ello sin menospreciar cuadros y bustos de gran importancia artística que adornan el recinto.

Para finalizar, espero que estas pinceladas os provoquen tantas ganas de ir como a mí de volver.

PLANO DEL ESCORIAL

 

Para los griegos, como para nosotros [los romanos], las bibliotecas son tanto un número grande de libros, como el lugar en el que son colocados.
Sexto Pompeyo Festo

 

Laura Martínez

En este blog voy a exponer diversos recursos sobre el mundo de la información, mi humilde opinión y acercar y difundir mis conocimientos sobre este campo. En definitiva un espacio para compartir, aprender, interactuar y opinar.

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