Hoy es un día raro: muchos de vosotros estaréis de puente, lo sabemos, pero si sois de los que os ha tocado ir a trabajar (y trabajáis en una biblioteca) que mejor que aprovechar un día como hoy, en el que supuestamente no habrá muchos usuarios, para montar el ya el típico árbol de Navidad hecho con libros.
Algunos se niegan a construirlo y otros abogan por el “esto ya está muy visto”… pero si realmente os hace ilusión construirlo (y que quede bien) mejor seguir algunos consejos básicos. Vamos allá.
- Un montón de libros. ¿Tenéis un montón de libros? Porque son los que os harán falta. Ciertamente, en una biblioteca hay miles… pero claro, si empezáis a quitar de ahí seguramente os quedará la biblioteca medio vacía 😉 Seguramente tengáis un almacén con libros que se han dado ya de baja o incluso libros a la espera de que se reparen… sería una buena idea empezar por ahí. También es ideal si tenéis alguna enciclopedia de varios tomos (en Catalunya, por ejemplo, tenemos una muy típica con muchos volúmenes y de tapas verdes que ha servido para muchos árboles de libros). Pensad que cuantos más libros tengáis, más grande podrá ser vuestro árbol… pero que si no tenéis demasiados tampoco pasa nada: podéis hacerlo más pequeño y ponerlo en un sitio que se vea más.
- Porque hablando de la ubicación, ¿dónde lo pondréis? Ya que se hace el esfuerzo, lo mejor es que sea en un lugar bien visible. Si puede ser en la entrada o al lado del mostrador de préstamo mejor que mejor. No os preocupéis si a la primera no sale bien. De hecho, pocas veces sale bien a la primera. No pasa nada, se trata de tomárselo con buen humor (al final siempre acaba saliendo una cosa resultona).
- Cread una base sólida y amplia. Es de sentido común, pero viendo algunas cosas por Internet, mejor curarse en salud. Coged los libros más gruesos y haced un círculo en el suelo. Intentad que más o menos tengan todos el mismo grosor. (Es interesante que cada piso de libros esté compuesto de libros que tengan un mismo grosor). Si hacéis un círculo muy amplio, el árbol os quedará “achatado” (ancho y bajo) mientras que si la base es demasiado pequeña, os puede quedar un árbol con demasiada forma de tubo.
- No os preocupéis por el lomo del libro: puede estar hacia dentro o hacia fuera. Podéis optar por una de las dos opciones (si encontráis muchos libros con el lomo verde ya es un puntazo) o bien mezclar y ponerlos indistintamente.
Obviamente cada uno puede hacerlo como más le guste. No hay nada como mirar ejemplos en Internet para inspirarnos. También es interesante pensar en cómo lo vais a decorar: ¿guirnaldas brillantes? ¿estrellitas de papel? Hacer un taller en la sala infantil es una opción. En todo caso, la idea es pasarlo bien y darle un toque navideño a nuestras bibliotecas, sea de la tipología que sean. Por cierto, al terminar de redactar este post, he visto que otros blogs -como Librópatas– han escrito sobre ello. Miraros su artículo, que tiene un vídeo en time-lapse muy esclarecedor. 😉
Si eres o cuentas con alguien manitas y tienes algún «tocho» legendario, tipo enciclopedia taurina cossío, la historia Universal del arte o las crónicas del siglo XX casi puedes hacer el portal de Belén ¡y aún te sobra para hacer el fuerte de famóbil!
jajaj sí, sin duda alguna! 😉
Pensé que iban a poner un vídeo para seguir el modelo
Hola Mayra,
La verdad es que no lo he puesto porque como ya hago referencia al post publicado en el blog de Librópatas y allí hay uno, no he querido repetirme. 🙂