El mejor regalo que podían hacerle a Lucas, en su séptimo cumpleaños, era el sombrero que había llevado su abuelo. «Borsalino», como llamaba su abuelo al sombrero, había sido protagonista de muchas de las historias que había escuchado. Aún quedándole grande, desde ese día, el protagonista de esta historia se convierte en el detective Lucas «Borsalino».
Curiosamente, días más tarde a su cumpleaños, en la urbanización en la que veraneaba junto con su familia, comenzaron a darse robos extraños. Era el momento de entrar en acción. ¿Lograría, el pequeño detective, atrapar al responsable de esas extrañas desapariciones? Una Urraca, al principio sospechosa de los robos, será clave en este entramado.
Crítica personal:
El cuento que reseñamos, forma parte de la colección «Mi primer…» una colección, de Alfaguara, que nos permite acercarnos a los grandes autores de la literatura de adultos a través de álbumes ilustrados para los más pequeños.
En este caso, Juan Marsé hace un alegato a la imaginación infantil. El simple hecho de colocarse un sombrero en su cabeza, convierte a Lucas en un gran personaje, un detective capaz de resolver un misterio que taería de cabeza a su residencial de verano.
Queda implícita en la historia la tierna relación abuelos-nietos. ¿Quién no se ha sentado, alguna vez, en el regazo de su abuelo a escuchar sus historias? Incluso, ¿qué niño o niña no se ha puesto alguna prenda de sus abuelos y se ha sentido protagonista de las historias que les contaban?. Es justo lo que le sucede al protagonista de esta trama.
Las magníficas ilustraciones de Roger Olmos transmiten a la perfección el misterio que rodea a la historia.
Lectura recomendada a niñas y niños a partir de 6 años.