A muchos les pueden parecer que ciertas disciplinas, sobre todo, las relacionadas con la Historia, carecen de interés y de utilidad en los tiempos que corren. En una época revolucionada por la Era Digital, en la que ante todo prevalece el dogma tecnológico, dedicarse a profesiones que implican gran meticulosidad y detenimiento supone una negativa para algunos y una indiferencia para otros.
El detenimiento implica lentitud, análisis, reflexión… acciones que cada vez más están en desuso, y me atrevería a decir, que hasta están en peligro de extinción, o lo que es peor: peligro de no estar de moda.
“La genealogía es gris: es meticulosa y pacientemente documentalista. Trabaja sobre sendas embrolladas, garabateadas, muchas veces reescritas” […] “La genealogía exige, por tanto, el saber minucioso, gran cantidad de materiales apilados, paciencia (…)”
Así de certero y claro escribía Michel Foucalult sobre el método genealógico en su texto “Nietzsche, la Genealogía, la Historia”.
Muchos han posicionado la Genealogía como una ciencia aplicada o auxiliar de la Historia o, también, como una rama autónoma de las Ciencias Sociales. Lejos de delimitar esta disciplina en una sola corriente conceptual, o de atreverme a decantarme por alguna, resulta más conveniente conocer de qué técnicas se basa para que ésta, en un contexto determinado, se pueda materializar.
Para que cualquier investigación genealógica, o genealogía, sea factible resulta necesario, a priori, realizar un estudio exhaustivo que se fundamenta, sobre todo, en la gestión documental. Esta gestión se basa, principalmente, en aplicar diferentes técnicas de la Documentación, tales como búsqueda y selección de fuentes documentales, bibliográficas, o archivísticas; búsqueda y recuperación de información en recursos digitales (BBDD, Repositorios) de carácter historiográfico, así como el análisis documental de los registros bibliográficos y de expedientes, entre otras.
Concluyendo, hay una cosa que debemos tener clara, y que nunca debemos olvidar: la Documentación es el gran método que sirve de apoyo para poder realizar cualquier trabajo de investigación, pero más importante aún es adquirir ciertas habilidades y destrezas en técnicas documentales. Pues son éstas las que forman nuestra metodología que nos permitirá llevar a cabo de forma eficiente y eficaz cualquier labor genealogista de calidad, independientemente de su contexto o de su alcance.
En mi próximo artículo, os hablaré de la genealogía naval, una variante muy interesante de la Genealogía que se dedica al estudio genealógico de los marinos que ingresaron en las antiguas Academias Navales de España durante los siglos XVIII y XIX …
Solo si antes no me convence el dogma tecnológico… 😉
Bibliografía recomendable:
SALAZAR Y ACHA, Jaime de. Manual de genealogía española. Madrid: Ediciones Hidalguia, 2006.
FOUCAULT, Michel. Nietzche, la Genealogía, la Historia. En: Microfísica del poder. Madrid: Las ediciones de la Piqueta, 1980.