A día de hoy podemos disfrutar de millones de textos o tener al alcance de un clic multitud de artículos, la digitalización de muchos fondos se está llevando a cabo para que los usuarios puedan tener acceso a su patrimonio bibliográfico. Con todo esto, quiero indicar en este post como se está avanzando en el acercamiento de la cultura a los hogares, y todo el potencial que tienen las bibliotecas digitales, y que aún está por desarrollar. Ya que desde nuestro ordenador podemos consultar fondos que antes eran imposibles, verlos de manera sencilla y en cualquier momento.
Las bibliotecas digitales deben estar gestionadas por profesionales y que las instituciones, políticos, empresas… se impliquen para llevar a cabo los proyectos de digitalización, mantenerlos, actualizarlos y dar un buen servicio a todos los usuarios, para llegar a su fin, que es tener al alcance de todos cualquier manuscrito en cualquier momento para su estudio o lectura sin tener que ir físicamente a un archivo, biblioteca o museo si no está disponible en su ciudad. Toda esta innovación que tienen que encauzar las partes involucradas está dentro de un conjunto de “peros” con la modificación de la producción, difusión, los derechos de autor… que tienen que ser estudiados y debatidos por todas las partes ya que debe ser un derecho universal el acceder a nuestro patrimonio bibliográfico.
En este momento, aún necesitan difusión las bibliotecas digitales, teniendo en cuenta que aun hay muchos que ni siquiera son inmigrantes digitales, pero más adelante será algo normal acudir a ellas. Por lo que me pregunto, ¿qué es lo que pasará con las bibliotecas “físicas”? mirando el mundo de Internet como está evolucionando al igual que los usuarios. Si hemos cambiado en poco tiempo de una web 1.0 al 2.0, entonces el 3.0 seguro que está cerca. Los nativos digitales ya buscarán todo por el ordenador, su dispositivo móvil o tablet… La llamada web semántica afectará a como se accederá a dicha información en las bibliotecas digitales, se supone que a partir de entonces se facilitará la localización de los recursos, por lo tanto ¿los futuros usuarios acudirán a una biblioteca tal y como la conocemos hoy? más bien la biblioteca digital acudirá a los hogares de los usuarios, sólo cambia el contenedor, de lo físico a lo virtual, entonces ¿deberá la biblioteca “física» amoldarse a los nuevos tiempos y cambiar su función?