Después de la experiencia con el taller «Cómo hacer presentaciones eficaces», volver al Centro de Innovación de Alvarado a impartir otro taller, se presentaba como algo positivo, como así fue. Aunque sinceramente nunca imagine que tanto, puesto que considero que no fue un taller en el que impartir conocimientos sobre nada, sino más bien un taller en el que compartir conocimientos y experiencias.
Una de las ideas en las que insistí ante los asistentes al taller, fue en que era necesario tener en cuenta que «cada maestrillo tiene su librillo» y que si bien existen unas pautas, normas o como queramos denominarlo más o menos fijas que debemos respetar para conseguir un buen diseño y una buena organización en nuestro curriculum vitae, no podemos olvidarnos de adaptarlo a nuestras necesidades y personalidad y sobre todo a los requisitos concretos de cada oferta de trabajo (o incluso de formación).
Dado que al final de esta entrada podéis encontrar la presentación completa que utilicé en sesión presencial, no tiene sentido reproducir aquí todos los contenidos que se trataron, aunque sí me gustaría destacar algunos 4 los aspectos más importantes y en los que insistí especialmente.
- Un CV para cada oferta. No se trata de un documento universal, por lo que debe adaptarse a cada caso concreto.
- El CV debe mostrar lo buen profesional que eres. Como decía mi profesora de historia, no sólo hay que ser inteligente sino parecerlo.
- Salvo en sectores donde la creatividad y la innovación sean muy bienvenidas, se deben evitar los «ataques artísticos». Es mejor optar por opciones más tradicionales y habituales que quizás no hagan nuestro CV único, pero tampoco nos van a perjudicar.
- NO MENTIR. Sí, hago uso de las mayúsculas y la negrita para destacarlo todo lo posible, puesto que es uno de los aspectos innegociables de un CV. Antes o después descubrirán la mentira, y al final nos perjudicará de una u otra forma.
Asimismo, remarqué los que se consideran los principios o características básicas de un curriculum vitae, incluyendo para ello el siguiente gráfico:
Como dije al principio, mi sensación al finalizar el taller fue la de haber asistido a una charla con otros profesionales, algunos del mismo sector, en el que compartir nuestras experiencias, resolver dudas y ver las distintas opciones existentes. Una vez más, quedó patente que existen más posibilidades que las que contemplan los manuales, y que si bien es necesario cumplir unas «normas» mínimas, podemos «hacer nuestro» el CV sin cometer grandes errores.
Aprovecho también este post para deciros que me ofrecieron la posibilidad de volver a impartir el taller en fechas futuras, así que si os hubiera gustado participar y por algún motivo no pudisteis hacerlo, estad pendientes de Biblogtecarios. Espero que el taller fuera satisfactorio para los asistentes porque desde luego que para mí fue una gran experiencia y sobre todo una bocanada de realidad.