Vuelvo a Biblogtecarios, que fue mi casa durante seis años, de 2012 a 2018, y lo hago para poner en valor el rol de bibliotecarios y documentalistas en el ámbito de la investigación biomédica.
Hace algo más de dos años decidí reorientar mi carrera profesional, y comencé a trabajar en un Instituto de Investigación Sanitaria. Todo ello sin dejar de ser, en esencia, una profesional de la información, formada inicialmente en el ámbito de la biblioteconomía. Porque sí, en el ámbito de la investigación biomédica no todo son batas y laboratorios, también hay otros profesionales que desempeñan un papel clave en el avance de la ciencia.
Desde el principio, en mi centro de trabajo tuvieron claro que el puesto tenía que ser cubierto por alguien con formación específica en biblioteconomía -o en su denominación más actual, información y documentación. Al tratarse de un puesto de responsabilidad, también se requería formación de posgrado en ese mismo campo. Una vez más, pues, se ponían en valor las competencias y el valor añadido de los profesionales de la información.

La biblioteconomía (o cualquiera de sus denominaciones pasadas, presentes o futuras) no es una disciplina anclada en el pasado. Bien al contrario, es una formación eminentemente práctica que capacita para organizar, sistematizar, preservar y difundir información de manera eficiente, tanto en formato digital como analógico. Y hoy más que nunca, esta capacidad resulta imprescindible en prácticamente todos los ámbitos.
Entre las funciones clave de los profesionales que desempeñamos los profesionales de la documentación cabría destacar la identificación de fuentes de información relevantes, el diseño de sistemas de recuperación documental, la aplicación de estándares de metadatos, así como la promoción del acceso abierto y la visibilidad de la producción científica.
Es precisamente en este punto donde el perfil del bibliotecario o documentalista – versátil, riguroso y orientado al detalle- se revela como estratégico en entornos de investigación. En el caso de la investigación biomédica, nuestras competencias se concretan, entre otras, en:
- La gestión de bases de datos bibliográficas y repositorios institucionales.
- El apoyo en la elaboración de informes de actividad científica, mediante la normalización de referencias, el análisis bibliométrico o la identificación de indicadores clave (H-index, impacto, redes de colaboración…)
- El asesoramiento en propiedad intelectual y licencias de publicación.
- La monitorización y el análisis de convocatorias competitivas. Día a día constato lo valiosos que son los conocimientos adquiridos durante nuestra formación para ayudar a que los equipos de investigación accedan a las fuentes de financiación necesarias para el avance de la investigación biomédica.
- La organización del conocimiento institucional: desde la gestión de la producción científica, hasta la mejora de la trazabilidad y recuperación de resultados en plataformas internas.
Tras muchos años de experiencia, puedo afirmar que los profesionales de la biblioteconomía y la documentación tenemos una capacidad extraordinaria para adaptarnos a entornos organizativos muy diversos. Aportamos metodologías orientadas a la calidad, la mejora continua y la trazabilidad de la información, contribuyendo de forma silenciosa pero esencial a que los procesos funcionen.
Nuestra formación interdisciplinar nos permite colaborar eficazmente con perfiles técnicos, científicos y administrativos, convirtiéndonos en puentes naturales entre la gestión de la investigación y la producción científica.
En un Instituto de Investigación Sanitaria, la información fluye por todas partes: publicaciones científicas, convocatorias de ayudas públicas y privadas, informes, datos de proyectos, presentaciones… Todo debe estar accesible, organizado, visible y alineado con normativas en constante evolución. Y es precisamente aquí, compañeros y compañeras, donde nuestro perfil profesional encaja a la perfección.
Gracias a Biblogtecarios por invitarme a participar, una vez más, en este espacio que lleva ya 15 años siendo un referente para los profesionales de la información. ¡Por otros 15 años más de ideas, debate y oportunidad!
El post de hoy lo firma Beatriz Ovejero, gestora de investigación y producción científica en un instituto de investigación sanitaria. Tras muchos años como bibliotecaria y documentalista, principalmente en el sector educativo, di un giro hacia el ámbito sanitario y descubrí un nuevo mundo, el de la investigación biomédica. Vivo entre indicadores, métricas, y proyectos, soy una firme defensora del aprendizaje continuo y me apasiona mi profesión.
