Hace unas semanas, en concreto los días 25 y 26 de junio, tuve la oportunidad de realizar un curso en SEDIC de introducción a la documentación médica, impartido por el Dr. Ramos Martín-Vegue, Jefe de Servicio de Admisión y Documentación Clínica del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid), y comprobar de primera mano los puntos en común y lo que todavía nos separa de nuestros compañeros de profesión, documentalistas sanitarios, en el desarrollo de una labor no siempre comprendida por los profesionales de la documentación.
Como primer elemento diferenciador, fundamental entre el desarrollo de ambas disciplinas, la documentación y la documentación clínica, hay que tener en cuenta que ésta última fue desarrollada en España como una especialización o rama de la medicina, y no como una especialización del campo de la documentación, lo que sin duda marcó desde sus inicios una clara división de sus competencias y una especialización no abordada desde los diversos planes de estudios universitarios que fueron implantándose por el territorio nacional a través de diversas facultades de biblioteconomía y documentación.
La institucionalización de la documentación médica tiene sus orígenes en las décadas de los 50 y de los 60, en España, concretamente, en el año 1968 cuando se crea el Centro de Documentación e Informática Biomédica (CE DIB) en Valencia, donde se creará la primera cátedra dentro de la facultad de medicina. En los 80, se introduce en la legislación la necesidad de crear departamentos de documentación médica en los hospitales, que serán ocupados por médicos de admisión y documentación clínica especializados en el desarrollo de técnicas de gestión documental concretas que tratarán de solucionar los problemas documentales específicos derivados de la práctica médica.
Contando con esta importante escisión en el desarrollo de cada disciplina, existen problemas que actualmente se plantean derivados de la dificultad que supone utilizar el término documentación a la hora de definir determinadas labores profesionales, no siempre ejercidas por el mismo tipo de titulados pues es un concepto demasiado ambiguo e inespecífico, lo que en ocasiones provoca dudas a la hora de distinguir si una determinada oferta laboral se adecua a nuestros perfiles como documentalistas (como sucede en ocasiones, cuando en una oferta de empleo piden documentalistas pero quieren decir ingenieros informáticos, y otros casos similares). Es decir, cuando ofertan puestos de documentalista sanitario, ¿puede un documentalista optar a esos puestos? ¿Existe dentro de las titulaciones universitarias ofertadas por las facultades de documentación en España una preparación suficientemente exhaustiva como para ejercer esta profesión en el campo sanitario?
Lamentablemente, mi respuesta a ambas preguntas es que NO, al menos, no conozco (dentro de las titulaciones ofertadas en las facultades de documentación) ninguna titulación a nivel nacional que tenga dentro de su programa académico asignaturas con el suficiente desarrollo como para otorgar las competencias básicas exigidas para ejercer la profesión de documentalista sanitario (conocimientos de terminología médica, codificación, registro de altas hospitalarias con el CMBD, gestión de historias clínicas, etc.). Para realizar las labores más técnicas derivadas de la documentación sanitaria, se creó un módulo superior de FP. Lo que no deja de sorprender es que ninguna facultad de documentación creara ningún tipo de especialización o máster que preparara a sus alumnos en un campo tan vasto y con tantas posibilidades laborales como este.
Actualmente, muchos profesionales de la documentación (así como otros profesionales de ramas sanitarias como enfermeros, auxiliares de clínica, etc.), movidos por la posibilidad de encontrar un futuro profesional menos precario que el que se viene desarrollando últimamente, están realizando este tipo de cursos de FP para adquirir las competencias necesarias y poder optar a un puesto de trabajo dentro de los servicios de admisión y documentación clínica de los diferentes hospitales ubicados en el territorio nacional (servicios que se encargan de la gestión de pacientes, gestión informativa, asistencial y documental de cada hospital). Estos servicios de admisión y documentación clínica tienen como tarea fundamental la gestión de la historia clínica del paciente, que es la fuente principal de datos de la documentación médica.
Sin duda, conocimientos sobre la gestión de archivos, la recuperación de información, normalización e indicación de documentos, adquiridos a través de los estudios en documentación en cualquier universidad española, son importantes, pero no suficientes como para poder iniciar una carrera profesional en este sector sin cursar otras titulaciones que doten al profesional de los conocimientos adecuados.
Como primer acercamiento a esta disciplina, el curso que se ha impartido en SEDIC sobre esta especialización de la documentación (y que probablemente se realizará de nuevo el año que viene), puede ayudar notablemente a los alumnos a conocer con mayor profundidad cuáles son los elementos habituales de trabajo de este tipo de profesionales, así como otorgarles unos conocimientos de base que les podrán ser de utilidad en el caso de que decidan continuar formándose en este campo concreto de la documentación sanitaria.
Buenas, lo primero que me ha parecido interesante tu artículo, lo que quería comentar es que ahora yo estoy pensando en cursar este fp y sinceramente lo pienso hacer porque ya se me ha pasado el tiempo para matricularme en colegio publico (y no quiero perder un año sin estudiar ya que tengo 27 años y trabajo) lo que quiero decir que el mundo de la sanidad no ha sido mi vocación , y no sé si me estoy metiendo un terreno que no encajó y si el mundo laboral en este sector en concreto tiene demanda? Y el trabajo que realizas es más de»oficinista» ? O porqué sería útil estudiarlo?
Gracias.
EstimadoTrui,
Lo primero que debo indicarte es que yo no me dedico profesionalmente a la documentación sanitaria sino a temas de gestión (durante mucho años en el ámbito sanitario). En mi artículo, trataba de explicar la diferencia que hay entre los documentalistas y los documentalistas sanitarios, pues a veces no todo el mundo tiene clara la diferencia entre ambos. A pesar de que, en mi opinión, se debería tender a incluir la especialidad sanitaria dentro de los estudios universitarios de documentación e información, la realidad es que ambas profesiones difieren bastante y estudiando una de ellas obviamente no estás preparado para ejercer la profesión de la otra, aunque es lógico pensar que un titulado universitario en documentación tendrá muchas más facilidades en estudiar y reorientarse a la rama sanitaria que al revés.
Además, indicarte que en mi opinión el sector sanitario no está en su mejor época y que, como en otros sectores con recortes, se nota la falta de inversión.
Por último, señalar que el trabajo de documentalista sanitario no es trabajo de «oficinista», si entendemos esto último por trabajos administrativos diversos. Suele ser un trabajo especializado de codificación y organización de historias clínicas, aunque según en qué centros también he visto a este tipo de profesionales haciendo tareas de atención al paciente.
Un saludo
Un saludo