El hombre es un animal social, ya lo decía Aristóteles, y la máxima expresión de esa sociabilidad tan humana nos ha proporcionado las ciudades, nuestra gran obra. La idea de ciudad, tan vilipendiada y despreciada en tantas ocasiones, es en este libro de Edward Glaeser titulado El triunfo de las ciudades (2011), desentrañada y analizada en profundidad hasta los mínimos detalles por los cuales las grandes urbes se confieren no solo en lugares proclives para la creación, la transmisión de ideas y el desarrollo económico, sino como verdaderos baluartes del progreso, e incluso como elementos salvadores de la especie humana.
Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. En un planeta con enormes extensiones de espacio y en el que los avances tecnológicos han suprimido las distancias, 3.300 millones de personas han elegido concentrarse en estas densas aglomeraciones urbanas de altos edificios, marañas de calles y atiborrados autobuses. Las ciudades ejercen mayor atracción que nunca. Y no obstante, a menudo se las acusa de ser lugares poco ecológicos y saludables, caros y asolados por la delincuencia. (Taurus España)
Edward Glaeser, economista y profesor de la Universidad de Harvard, es autor de este libro resultado de sus numerosos años de investigación dedicados al estudio de la economía política y urbana, y al desarrollo socioeconómico de las áreas urbanas, que son defendidas en este libro como medio de subsistencia humana, necesitado de la concentración urbana para un desarrollo sostenible del planeta, económica y ecológicamente hablando: “Si amas la naturaleza, aléjate de ella.»
Esas son sus contundentes palabras que no hacen sino reforzar la idea de que la concentración en las ciudades, metrópolis caracterizadas por altos edificios y alta densidad de población, son la única solución posible. Se deben desechar ideas decimonónicas que consideraban a las ciudades como núcleos inseguros, nocivos e insalubres, sin duda, propias de las circunstancias que vivieron las ciudades en el pasado. Según el autor, se deben valorar las grandes ventajas que ofrecen hoy en día las ciudades, y el ahorro energético que supone el abandono de una propagación extensiva de población viviendo en chalets a las afueras de las grandes capitales: “Si el planeta entero empieza a parecerse a Houston, el impacto medioambiental del carbono planetario se disparará.” Y no solo eso, sino que“todo aquel que crea en que el calentamiento global es un peligro real debería tener presente que la densidad de la vida urbana forma parte de la solución”.
En definitiva, sustituir el coche por ascensores, la vivienda unifamiliar por la vivienda en altura, la extensión por la concentración… Las ciudades nunca son entidades simples, su complejo comportamiento responde a innumerables factores que posibilitan su crecimiento, su expansión y su éxito, o por el contrario, que marcan su declive en un breve espacio de tiempo.
Edward Glaeser presenta un ensayo rico en ideas que el lector podrá encontrar muy interesante. Como buen economista, lo acompaña de una gran cantidad de datos estadísticos en los que apoyar sus tesis, explicando así cómo ciudades tan dispares como Nueva York o Singapur han tenido tanto éxito frente a otras ciudades que siguen sumidas en una gran depresión, como podría ser el caso de Detroit.
La verdad central que hay detrás del éxito de la civilización y el motivo primordial por el que existen las ciudades es la fuerza que emana de la colaboración humana. Para entender nuestras ciudades y comprender qué hacer con ellas, tenemos que aferrarnos a esas verdades y desprendernos de mitos nocivos.
Referencia bibliográfica
Glaeser, Edward. El triunfo de las ciudades : cómo nuestra mejor creación nos hace más ricos, más inteligentes, más ecológicos, más sanos y más felices. Madrid: Taurus, 2011. 496 p. ISBN 978-84-306-0809-6