El bibliotecario como prescriptor
Cada vez más el papel del bibliotecario adopta nuevas funciones, como por ejemplo, el trabajo en el mundo virtual. Otras de sus funciones siguen como siempre, pero tienden a mejorar y a cuidarse. Este puede ser el caso de la prescripción.
Durante tiempo el personal de biblioteca ha sido una referencia para algunos de los usuarios que prefieren dejarse recomendar según sus intereses. Siguiendo esa línea podemos encontrar recomendaciones a través de las herramientas virtuales de cada biblioteca. Algunas son más amplias a través de las redes sociales, otras más concretas según intereses y temas en un blog, página web, folleto o exposición.
Mejorar la prescripción podría recordarnos a la esencia del content curator aplicado a las recomendaciones, el dar un valor añadido en cada recomendación.
El usuario como prescriptor
El usuario siempre ha aportado información sobre sus propias recomendaciones y comentarios sobre lecturas, proporcionando a la biblioteca un valor añadido. El problema es que la mayoría de veces esa información queda guardada entre el usuario-bibliotecario y no siempre sale a la luz para compartirlo con el resto de público.
¿Cómo involucrar al usuario en la prescripción? Animando y poniéndolo fácil: cuanto más opciones tengan dentro y fuera de la biblioteca más opciones habrá de conseguir ese valor añadido. Un ejemplo reciente lo encontramos en el catálogo de la Red de Bibliotecas de la Diputació de Barcelona: Aladí. Una de las últimas novedades es hacer comentarios de cualquier documento disponible en su red y así incrementar la información del catálogo.
Algunas de las ideas que pueden aplicarse en biblioteca pública para mejorar este aspecto pueden ser las siguientes:
- espacio colaborativo en la biblioteca para colgar recomendaciones y comentarios
- apartado en el blog de la biblioteca
- en el caso de las redes sociales, recomendaciones a través de un hashtag en Twitter o de forma más visual a través de Instagram
- siempre que sea posible hay que invitar al usuario a compartir la información
- formación y especificación del bibliotecario
Esto supondrá:
- un mayor control de información sobre los documentos, tanto como para los usuarios como a nivel interno de biblioteca
- una mayor implicación con el usuario
- una mejora de la oferta que estamos dando
En definitiva, una mayor calidad en el trabajo.