Ya se habló sobre la poca función que realizan las bibliotecas escolares en Biblogtecarios. Concretamente se hablaba de un “paripé”.
En numerosas ocasiones las bibliotecas escolares sólo son salas dedicadas al estudio, donde los documentos están localizados a medias, con un horario de apertura igual al de la propia escuela o instituto y sin personal adecuado, evidentemente.
Viendo la situación actual de las bibliotecas públicas, es fácil adivinar que el panorama de las bibliotecas escolares es aún más desesperanzador ya que el presupuesto dedicado a esta mejora (a pesar de que se tengan salas y material) no es nada viable.
Además de cumplir una función de apoyo a los estudiantes y docentes de los centros escolares, otro de los objetivos de la biblioteca escolar es preparar al alumnado del funcionamiento de la biblioteca. Esto depende a veces del lugar donde nos encontremos, no es lo mismo una ciudad con más de una biblioteca pública que pueblos sin biblioteca o sólo con bibliobús, o sitios donde el acceso a la biblioteca no es tan directo (falta de medios de transporte, horarios no compatibles, etc.). Por lo tanto, los sitios donde el acceso a una biblioteca pública es menor deberían complementarse, aún con más motivo, con bibliotecas escolares bien equipadas.
De todas formas, las salas infantiles de las bibliotecas públicas cuentan en ocasiones con visitas preparadas destinadas a los alumnos que suelen componerse de:
- Una visita general de todos los espacios de la biblioteca.
- Servicios de la sala infantil.
- Formación del catálogo y búsqueda de documentos.
- Información sobre actividades y cursos.
Las visitas facilitan la entrada a los alumnos que quizá tengan una impresión equivocada de los usos de la sala.
Desconozco si realmente se trata de un “paripé”, quizá yo no diría tanto, pero sí es cierto que los centros escolares en general nunca han apostado fuertemente por fomentar las bibliotecas en sus centros (por falta de recursos o por poco interés en la materia), por eso ahora más que nunca la biblioteca pública tiene un papel más importante en la formación de los usuarios de la zona infantil.
¿Toda la responsabilidad reside entonces en la biblioteca pública?
Sea como sea, no soy partidaria de suplir necesidades sólo desde un sitio porque el resto de sitios no lo hagan. Es como si unos padres no educaran a su hijo en casa porque creyeran que en la escuela ya se encarga de esa función. ¿Qué tontería, no? 🙂
Muchas veces la tendencia es no involucrarse completamente en todo, aquello de «esto no va conmigo», «este no es mi campo», «esto deberían hacerlo los demás». ¿Os suenan estas frases? Esto pasa en cualquier sector y en cualquier ámbito.
La educación forma parte de todos y en este caso, la educación de biblioteca también. Desde casa, desde los centros escolares y desde la propia biblioteca.
