Ya hace algún tiempo que nuestras vidas giran en torno a las tecnologías de información y comunicación, cada vez es más difícil “resistirse” (y es más una necesidad que una elección) a las bondades que pudieran pre-suponer el uso de diversos dispositivos para “resolver” nuestras vidas.
Así mismo existe un ecosistema de la información en el que la generación de contenidos cada vez con más frecuencia nacen en digital o en su defecto son migrados a este, sin embargo muchos de nosotros, seguimos sufriendo (poco más o poco menos) con la lectura en pantallas.
Cierto es que en buena medida somos generaciones de migrantes digitales y que el hecho de leer en pantallas así como la adaptación a diversos dispositivos a costado trabajo, pero sin embargo aún sigue costando.
En estos tiempos, es difícil no leer en pantalla considerando nuestro entorno, por alguna razón u otra se vuelve una necesidad que va desde actividades laborales – profesionales (investigación, búsqueda de información, consulta, estudio, foro de discusión, trabajo, etc.) hasta actividades que aparentemente son más triviales (consulta de redes sociales, blogs, navegar por Internet, leer correos electrónicos, “hojear” revistas digitales, páginas web, etc.).
¿Pero por qué nos cuesta trabajo el leer en pantallas?
Me parece que pudieran existen varias razones que se presentan por diversas situaciones, pero desde luego podemos considerar aspectos como:
La parte psicológica-cognitiva que puede presentarse desde una férrea no aceptación a estos nuevos medios, hasta consideraciones tendenciosas y que mencionan que la lectura en pantalla no es algo “natural”.
El cerebro muestra una gran capacidad de adaptación, mucho más rápida que la voluntad que revelan sus respectivos dueños. Un adagio de los científicos que trabajan sobre la inteligencia social dice que el ser humano se resiste a los cambios, pero que se adapta fácilmente a ellos.
Es cierto que las pantallas y soportes móviles no siempre están pensados para el tipo de lectura que hacemos en un texto impreso, de hecho podría en algunos casos resultar incómoda la lectura en pequeños dispositivos, pero también es necesario considerar que existen pantallas que cubren diferentes objetivos, ejemplo de ello puede ser la lectura en un Kindle con tinta electrónica y un Ipad con Retina Display, finalmente en ambos casos los objetivos de cada dispositivo son diferentes.
Un punto que me parece esencial es la parte fisiológica, previo a documentar este post, me daba la sensación que el ojo pudiera de algún modo tener un rechazo hacia la lectura en pantallas y aunque esto no necesariamente es cierto, volveríamos a considerar el objetivo de las diferentes pantallas, así como la evolución tecnológica concerniente a la lectura.
Las posibles alteraciones oculares, sensación de fatiga, por la excesiva exposición de los ojos sobre estas pantallas ya están dejando de ser un problema, si realmente lo han sido en todos los casos. El Dr. Travis Meredith, director del departamento de oftalmología de la Universidad de Carolina del Norte, ha llegado a la conclusión de que son otros muchos malos hábitos los causantes de esta fatiga, y no la tecnología per se. (1)
Para sorpresa de mucho las pantallas no necesariamente son la fuente principal del cansancio al leer, vale la pena en este caso el hacer elecciones adecuadas en relación a los dispositivos y la funcionalidad que se espera del mismo.
Adicionalmente considerar que ante toda lectura, en papel o en pantalla, existen una serie de normas para evitar problemas de atención y oculares, como tener una buena postura, leer con la luz apropiada, hacer pausas durante la lectura y estar a una distancia prudencial del texto.
Sabemos que un papel ahuesado es más amable que el blanco, como el de los folios, que, junto a determinado tipo de luz, puede ser muy molesto y provocar incluso dolores de cabeza, según la sensibilidad del lector (para la lectura continuada, oculistas y neurólogos recomiendan la bombilla azul).(2)
Y esto me hace preguntarme ¿Cuántos de nosotros no fuimos reprendidos por estar muy cerca de la pantalla del televisor? Así como aquellos comentarios que hacían mención a que estar muy cerca podría dañar nuestra vista y hoy en día llegamos a un accionar y pensar en el que nuestra lectura están cada vez más ligadas a pantallas y que contrariamente a lo que se decía en el pasado, el leer en pantalla no implica un daño en nuestra vista, aunque también es cierto que las tecnologías en este sentido han evolucionado.
Cuando leemos, explica el Dr. Hedge, una serie de músculos oculares se mueven y esto puede causar tensión, independientemente de si estamos leyendo en pantalla o papel. «Mientras usted está leyendo, sus ojos hacen cerca de 10.000 movimientos por hora. Es importante dar un descanso cada 20 minutos”.(1)
Uno de los trabajos más relevantes sobre la manera en que leen los lectores es el realizado por Jakob Nielsen. El experto en usabilidad señala en sus estudios de “eyetracking” que la mirada dibuja un patrón de lectura que tiene forma de F cuando se lee en Internet. Es decir, no se lee linealmente sino que primero se hace una lectura horizontal en la parte superior de la pantalla; a continuación, la mirada efectúa un segundo movimiento horizontal, más corto, en la zona inmediatamente inferior y, por último, se visualiza la parte izquierda de la página.
Este patrón de lectura en F permite concluir que, delante de la pantalla, se escanea el texto en lugar de leerlo con detenimiento palabra por palabra. Trasladado a una noticia, cuando se carga una página web en la pantalla la mirada se dirige al titular y a la parte izquierda del cuerpo de la información: si las primeras palabras de cada línea de texto no resultan importantes o interesantes se continúa explorando el resto del texto informativo hasta dar con algo más interesante.(3)
Como es lógico, nuevas maneras de escribir y de leer conllevan nuevos modos de interpretar y pensar: En Portugal, José Afonso Furtado, desde una perspectiva textual, o en Francia Jean Philippe Pastor, desde una perspectiva más cercana a la filosofía con claras influencias derrideanas, están profundizando en las consecuencias de la hipertextualidad, los textos digitales, el metadato y cómo repercute no sólo en la creación textual sino también en un nuevo modo de pensar y entender el mundo, un nuevo mundo interconectado y multimedia que requiere una nueva revisión hermenéutica.
Investigaciones por demás interesante, que nos llevan a tener otras perspectivas y que atienden a un entorno de estudio.
Concluyendo este post, vale la pena el replantear nuestros hábitos de lectura en pantalla o papel, adicionalmente creo que la tecnología de las pantallas mejora día a día y que estas son cada vez menos demandantes para esta acción.
Ciertamente es que hay dispositivos que están orientados para lectura exclusivamente, pero también es cierto que en el mercado surgen opciones duales que incorporan pantallas brillantes y pantallas que permiten la visualización con tinta electrónica (un ejemplo es el Yotaphone 2 presentado en el #MWC2014), pero mientras la tecnología evoluciona aún más y nos hace realmente la vida más cómoda, tendremos que continuar en este proceso de adaptación.
Confieso que por la parte de peso y tamaño es muy práctico leer en una Tablet o un Smartphone, pero cierto es que en muchos casos puede ser un poco tortuoso por que no son dispositivos que estén diseñados para este fin ex profeso.
Cómo lector ¿cuál es tu experiencia de leer en pantallas?
Referencias y recomendaciones.
1. NICK BILTON. Do E-Readers Cause Eye Strain?
2. VÁZQUEZ JOSÉ ANTONIO . Nuevos hábitos de lectura. Lectura en pantallas.
3. MARKUS STEEN. 2013 ¿Cómo es la lectura en pantalla?
Como lector que sufro una ligera deficiencia visual, tenía que enfrentarme, en los libros en soporte pape,l a tipografías diminutas sobre todo en los libros de bolsillo, que eran los más económicos y por tanto los más disponibles. En los libros eBook de tinta electrónica, OJO! los ÚNICOS diseñados realmente como soportes de lectura, puedes adaptar el tipo de letra a tus necesidades, no tienen un gran peso (inferior a los grandes volúmenes en papel). Esto hace que se disfrute nuevamente de la lectura. Los PC, smatphones, tablets, son grandes avances… en sus respectivos campos, pero no son soportes de lectura en absoluto y totalmente inadecuados para ello.
Por último destacar la comparativa entre libros editados en soporte físico papel o en formato digital. Estos últimos, a pesar de su todavía elevado precio, tienen un coste inferior a los editados en papel.