Formatos bibliográficos: breves comentarios

DatosEl desarrollo de formatos bibliográficos como el formato MARC 21, CCF, etc., se presentan en la actualidad de manera eficiente y de manera estandarizada.

Para las bibliotecas el estándar técnico más familiar es probablemente el Z39.2 el cual es la base del formato MARC. El registro bibliográfico en MARC es la plataforma para los sistemas automatizados de muchas bibliotecas a nivel mundial.

Las normas ISO aplicadas a la documentación, las Reglas de Catalogación Angloamericanas (segunda edición) y las ISBD (International Standard Bibliographic Description) representan instrumentos normativos surgidos en el seno de organismos internacionales, y cuya finalidad principal ha sido facilitar el desarrollo del ciclo del control bibliográfico que comprende las tareas de codificación, catalogación, clasificación, almacenamiento, recuperación, intercambio de la información y la utilización de la misma por las sociedades en sus diversos entornos geográficos.

Estas normas son la base y el precedente para llevar al mundo digital los procesos del control bibliográfico por medio de sistemas automatizados.

Los sistemas bibliográficos automatizados se constituyen tomando como base la estructura de codificación para el almacenamiento y la recuperación de datos que muestren las relaciones de contenido lógico entre los distintos códigos. De esta manera, la estructura de codificación se hace explícita por medio de códigos de formato, en tanto que las relaciones lógicas se expresan en forma de índices o procesos de búsqueda. En este sentido, cualquier etiqueta, indicador o código de subcampo son considerados como códigos de formato cuya función obedece a las particularidades de contenido y de procesamiento de los registros bibliográficos.

El uso de técnicas de automatización relacionadas con formatos bibliográficos fue desde sus inicios una propuesta novedosa para los sectores bibliotecarios y por lo tanto el predominio de dichos formatos en la automatización de registros, en el diseño de bases de datos y en el intercambio de información bibliográfica ha sido determinante para los medios bibliotecarios y documentalistas del mundo. Los hechos indican que en el presente milenio este tipo de formatos (principalmente MARC 21) continuará teniendo un amplio uso en el desarrollo de las actividades mencionadas ya que promueven la estandarización y la interoperabilidad entre las bibliotecas.

Lo cual permite una interación entre las diferentes unidades de información, así como el intercambio de registros bibliográficos.

Esto no solo se da en el ámbito nacional ya que las universidades conforman consorcios para el intercambio de información a nivel nacional e internacional con compañías como OCLC y para estos fines también colabora el uso del protocolo Z39.50.

Un gran reto se presenta hoy en día con la evolución de las pautas usadas en la catalogación en las bibliotecas.

Lo cierto es que aún parece que tenemos un futuro un tanto incierto cuando hablamos de RDA, será un camino largo (al parecer) el que las bibliotecas y los profesionales que se vinculan a actividades de catalogación el que se tendrá que pasar.

El posible paso de MARC a BIBFRAME en su momento seguramente también supondrá un gran reto, por lo cual es necesario estar al pendiente de las tecnologías en torno a los formatos bibliográficos.

Saul Equihua

Codirector en Infotecarios y comunicación con Biblogtecarios Bibliotecólogo y programador analista con experiencia en la relación tecnológico - documental. Ponente en esta temática, interesado en las tecnologías de información.

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