Es innegable que somos parte de una sociedad de consumo, la cual se ha venido presentando en un mundo que crece, se desarrolla y consume de formas impresionantes.
Considerando como punto central el cambio tecnológico para estas líneas, podemos decir que este modelo nos permite producir en muchos casos más de lo que demandamos y ofertar más de lo que necesitamos. El consumo y el crecimiento económico sin fin es el paradigma de estos tiempos, donde el aumento del consumo es una forma de vida necesaria para mantener la actividad económica y el empleo.
En este contexto el consumo de bienes y servicios, por supuesto, es imprescindible para satisfacer diversas “necesidades”.
En este ambiente surge la necesidad de implantar nuevos modelos de comercialización hablando en términos de las tecnologías de información y comunicación, el Cloud Computing (cómputo en la nube), es uno de ellos, desde luego con diferentes variantes, siempre contemplando la capacidad de consumo elástico, el autoservicio y la posibilidad de establecer precios basados en uso.
Cloud Computing
Sin duda, el comienzo de la agonía de las PC como las conocemos y el surgimiento de más y más servicios dentro de esta categoría de “nube” hace pensar que llegó para quedarse y que muchos lo estaremos usando.
Existen empresas que son líderes en este modelo de comercialización, consideremos al cómputo en la nube como un paradigma que permite ofrecer servicios de cómputo a través de Internet, permitiendo el acceso a las aplicaciones a través de un navegador y considerando a la «nube» como una metáfora de un servicio que se basa en Internet.
Los usuarios de este servicio tienen acceso de forma gratuita o por medio de un pago, todo depende del servicio que se necesite usar, además este puede ser privado, público o compartido.
Adicionalmente al nivel de accesibilidad, también se presentan diferentes esquemas del cómputo en la nube como son: SaaS (Software as a Service), IaaS (Infrastructure as a Service) y PaaS (Platform as a Service).
En relación a las ventajas se dice que los posibles problemas técnicos se resuelven rápidamente: al ser accesibles vía navegador web, nos sirve cualquier sistema operativo con cualquier maquina y cualquier navegador, por lo que una avería no debería evitar seguir con el trabajo; simplemente sería necesario el cambio de máquina y continuar trabajando de la misma forma. Los datos residirán en el servidor, por lo que en caso de fallo no se considera el llevar a cabo un traspaso de datos, lo cual siempre es engorroso, además promete una reducción de costes.
Algunos ejemplo de estos servicios integrados en línea pueden ser los de Google (sin duda el rey en este modelo), Amazon, Blue Cloud de IBM, Salesforce y Azure de Microsoft los cuales se han convertido en una tendencia del futuro centro de datos compartidos, accesibles, seguros y escalables para las organizaciones.
Cabe reflexionar en este sentido sobre el uso del cómputo en la nube y su aplicación en las bibliotecas y centros de información, así como evaluar si este modelo representa una ganancia real.
Algunos ejemplos de este modelo de comercialización se esta presentando en los sistemas integrales de gestión bibliotecaria, por citar solo algunos están WebiLis, JaniumNET AbsysNET SaaS, así como un servicio de integración denominado Ex Libris Alma.
Quizas, uno de los problemas con el Cloud Computing en este momento se basa en que todo el mundo está atando esperanzas, sueños y soluciones a la idea de que esta tecnología va a resolver todas sus frustraciones presentandolo como una pancea.
Un estudio del Grupo Gartner recientemente dijo que el cómputo en la nube se movería hacia el «valle de la desilusión», ya que muchos tratarán de lidiar con lo que realmente ofrecen estas tecnologías y lo que pueden hacer por nosotros.
Así pues el futuro de las bibliotecas y la aplicación del cómputo en la nube dependerá en gran medida de nuestra capacidad para ampliar el rango de servicios con un valor añadido basado siempre en la satisfacción de los usuarios.
Y bien, hablando del cómputo en la nube ¿cuál modelo es el bueno? Una gran pregunta sin respuesta todavía. Aunque todo el mundo quiere hacer cosas en la nube y muchos dicen estar dispuestos a probar.
Así es que, la nube llegó para quedarse y mientras los principales jugadores comienzan a entender el mercado, algunos estaremos muy entretenidos viendo como las estrategias de comercialización se sitúan “en las nubes”. ¿O no?