“Tenía 61 años, cuando vine a Nicaragua, era bibliotecaria y acababa de jubilarme, pero no quería simplemente cobrar mi pensión y descansar”. Son palabras de Elisabeth Zilz cuando llevaba ya más de 25 años sirviendo a los ciudadanos nicaragüenses por medio de sus tres creaciones: el Taller de Encuadernación, el Bibliobús Bertolt Brescht y la Biblioteca Alemana-Nicaragüense.
Unas profundas motivaciones pacifistas y de igualdad social, y animada por la política de alfabetización del gobierno sandinista, le llevaron a plantear en 1984 el proyecto “Un Bibliobús para Nicaragua”, que enseguida recibió apoyo del país centroamericano y de su Alemana natal; el resultado se vio en 1987 con la inauguración del nuevo servicio de biblioteca móvil, especialmente dirigido a la escuelas rurales, a los obreros de las fábricas y a los reclusos de los centros penitenciarios.
No fue un camino fácil, pues tuvo que hacer frente a la inestabilidad de la época, a la guerra, a la falta de recursos, pero con el tesón producto de una rígida educación protestante, la empresa fue saliendo adelante.
En 1992 fundo la asociación sin ánimo de lucro “Ein Bücherbus in Nicaragua e.V”, y un año después nacía la Biblioteca Alemana-Nicaragüense, que hoy día cuenta con sus propias instalaciones y sirve de central al Bibliobús Bertolt Brecht.
Desde 1998 los honores y reconocimientos en ambos países no cesaron, incluso el Institute of Livelong Learning de la UNESCO recoge su proyecto en el registro de programas eficaces de alfabetización.
El Bibliobús Bertolt Brecht no ha perdido un ápice de su espíritu inicial, sigue especialmente dirigido a la población más desfavorecida, sobre todo a escolares rurales y presos. Incluso continúa a su frente Reybil Cuarezma, verdadera alma actual del proyecto, que no lo ha abandonado desde su nacimiento.
Para los niños de los pueblos supone una gran oportunidad de aumentar su acerbo cultural y de ampliar considerablemente su visión del mundo, y entre otras opciones sus posibilidades de aspirar a enseñanzas superiores, y por ende, a la mejora de su nivel de vida, lo que también se complementa con un programa de becas.
En el caso del servicio a los centros penitenciarios, la llegada del Bibliobús Bertolt Brecht es una fiesta muy bien reciba por todos, pues supone un soplo de libertad, de evasión, de auto aprendizaje, y muchas veces de alfabetización.
El 28 de agosto de 2012 Elisabeth murió en Alemania haciendo honor a una de las máximas del propio Bertolt Brecht: “El regalo más grande que le puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida”, como así fue.
En el vídeo que se proyecta a continuación se pueden seguir los trabajos del Bibliobús Bertolt Brecht, donde aparece la propia Elisabeth Zilz
Gracias por compartir este primer aniversario de nuestra
querida y fundadora Elisabeth Zilz., el equipo de trabajo de biblioteca alemana
nicaragüense y bibliobús Bertolt Brecht quienes asumiendo la responsabilidad de
continuar cumpliendo el sueño que ella nos trajo a Nicaragua, seguiremos manteniendo la
antorcha que ella nos deja siempre viva, ese es el compromiso de todos
y esperamos que los amigos que colaboraron con Elisabeth al proyecto lo continúen
haciendo.
Gracias a todos los que integran el equipo de la Biblioteca Alemana nicaragüense y del Bibliobús Bertolt Brecht por su gran labor. Y esperamos también que continúen con los apoyos que hicieron posible el nacimiento de esta empresa tan loable.
Roberto Soto.
Mis felicitaciones ; he oído declamar a una amiga Española . Inés encuentra.
Bravo !!
Gracias a todos los que integran el equipo de la Biblioteca Alemana Nicaragüense y el equipo del Bibliobús Bertolt Brecht por su gran labor, con la esperanza también de que permanezcan los apoyo que hicieron posible el nacimiento de esta empresa tan loable.
¡Hola! ¿Y de dónde vino Elisabeth Zilz en 1987? ¿De la FRG o la RDA?
Estimado Tom.
Elisabeth Zilz procedía de Frankfurt, ciudad donde se jubiló a los 60 años, por lo tanto, de la RFA. De allí trajo para Nicaragua el primer bibliobús, marca Robur, y también fue la ciudad de su fallecimiento.
Un cordial saludo.
Roberto Soto.