Ahora que proliferan las noticas sobre la inclusión de cajeros automáticos en los bibliobuses, no puedo dejar de recordar aquel 2011 cuando participamos en el Festival de Bibliobuses de Turku (Finlandia). Fue allí donde visitamos con gran asombro el bibliobús holandés ColumBus, la primera biblioteca móvil multiservicios que conocíamos, y que nos abriría la puerta a toda una nueva forma de concebir las prestaciones bibliotecarias, especialmente en las zonas alejadas de los centros urbanos.
Zelanda es una de las doce provincias en las que se dividen los Países Bajos, con capital en Middelburgo, de cuya biblioteca pública dependen los tres bibliobuses que recorren el territorio del Escalda Occidental.
Los tres Bibliobuses de Zelanda participan de la misma visión de servicio en cuanto a la necesidad de adaptarse para cubrir todas las demandas de la población, más allá de las estrictamente culturales, para conseguir una optimización plena de los recursos y una satisfacción del usuario con prestaciones acordes a sus demandas reales de la vida diaria.
Cada uno de los bibliobuses tiene su propio nombre, acorde a su función específica: ColumBus, con un carácter eminentemente educativo; Biblioservicebus, biblioteca con múltiples servicios aparte de los tradicionalmente bibliotecarios; y ZBBUZZ, destinado a las relaciones de la ciudadanía con la administración pública.
ColumBus
Fue una apuesta arriesga e innovadora bajo una denominación que juega tanto con su formato de bibliobús como con su función descubridora… del conocimiento. Se trata de un bibliobús educativo, pensado para los escolares después de clase, para los profesores en el complemento de su labor docente, y para los centros formativos a los que facilitan relaciones con otras organizaciones, así como los productos que lleva dentro para su uso en la escuela. Dentro de este contexto, una de sus tareas principales es la alfabetización digital.
Los materiales y servicios con los que cuenta el ColomBus van más allá de los previsibles libros, audiolibros, DVD o revistas, pues también dispensa títeres de mano y peluches, así como el servicio de escaneo, copia e impresión de documentos.
Un niveles aparte supone la mesa multitáctil para cuatro niños, con un software especial dedicado a temas de educación primaria. Sólo con pasar la mano por el cristal se mueven fotos, mapas, gráficos, que te van llevando a otros documentos, también audiovisuales, con los se configura un aprendizaje interactivo y compartido.
Para complementar la visita, cualquiera que suba al ColumBus puede aprovechar para comprar sellos y material de escritura, así como adquirir o recargar su tarjeta de transporte público.
Biblioservicebus
Aparte de los servicios de cualquier biblioteca moderna, lleva en su interior un cajero automático de Rabobank, así como un dispensador de tarjetas de transporte público, donde también se pueden recargar, complementado con la información precisa para planificar cualquier viaje por este medio (horarios, recorridos, paradas…).
Así mismo ofrece información de los principales municipios de la provincia y también sobre ella.
Además dispone de servicio de librería en colaboración con la cadena Drvkkery, mediante la venta de sus cupones descuento para la adquisición de libros, y de sus tarjetas de felicitación.
También ofrece información y contacto con diferentes organizaciones sin ánimo de lucro para la vida familiar, la crianza de los hijos, el apoyo a los cuidadores de enfermos y otras personas dependientes, salud, turismo o actividades para jóvenes.
Y como remate a unos servicios tan completos, admite pequeñas denuncias policiales, y constituye una auténtica oficina de correos, con incluso venta de tarjetas telefónicas.
ZBBUZZ
Es el más joven de los tres, puesto que inauguró en octubre de 2018.
Mientras que los dos anteriores están instalados en sendos remolques de camiones articulados, este bibliobús se hospeda en una furgoneta de unos siete metros.
Tiene un carácter más dirigido a facilitar la comunicación de los ciudadanos con los poderes públicos, empezando, como punto de partida, por la propia formación digital, sobre los propios aparatos que el usuario pueda tener en casa (móviles, tabletas, portátiles…)
El personal de este bibliobús está especializado en enseñar a las personas que lo necesiten la localización en Internet de la información oficial de su interés y las webes gubernamentales que precisen para la solución de sus problemas, no sólo generales como la atención sanitaria, pensiones, permiso de conducir… sino también más específicas como aprender o perfeccionar la lengua holandesa.
Estos tres Bibliobuses de Zelanda son un perfecto modelo de cómo las bibliotecas son recursos esenciales para la comunidad, más todavía en aquellas zonas desprovistas de las prestaciones que consideramos básicas en las zonas urbanas.
El testigo de los Bibliobuses de Zelanda ya ha sido recogido por algunos servicios portugueses, como el Bibliomóvel de Proença-a-Nova o la Biblioteca Municipal Itinerante de Aveiro, que con ello han conseguido un alto valor añadido a sus prestaciones bibliotecarias en pro de los más vulnerables.
El espíritu de servicio consustancial a la Biblioteca, la imaginación y la voluntad son los instrumentos imprescindibles para llegar con la mayor amplitud a la satisfacción de las necesidades de la población .
Más información: https://www.dezb.nl/bibliotheek/bibliobussen.html