Corría el año 2011 cuando el CRA de Armellada (León) editaba el cuento infantil Leonoso, con la autoría de dos de sus profesores, Marcelino Grandmontagne (texto) y Raquel Lanza (ilustraciones). La historia narraba las aventuras del osito Leonoso, que tras perderse de su madre, baja de las montañas hasta llegar al CRA de Armellada donde se topa felizmente con la vida escolar, entre cuyos elementos se encuentra el Bibliobús que mensualmente acude al centro.
En 2014, ambos autores se personaron para presentarnos su obra, pensando que, ya que el bibliobús era parte de la misma, podría ser de nuestro interés. El resultado de aquella reunión no fue su adquisición, sino el inicio de un proyecto novedoso que iba a constituir el concurso de promoción lectora y escritora más exitoso en la historia de nuestro servicio bibliotecario.
Los Bibliobuses de León venían celebrando de forma alterna, tres concursos anuales destinados a sus usuarios, a saber, de confección de marcapáginas, de microrrelatos, y de recetas de cocina. Con Leonoso surgió la posibilidad de innovar, de introducir una nueva modalidad de concurso.
El planteamiento era sencillo, se aprovecharía la historia original de Leonoso, pero se la privaría de final, para que fueran los propios escolares participantes los que pusieran cada uno el suyo, y así nació el concurso y una nueva publicación: Leonoso. Comienza la historia.
Tanto Marcelino Grandmontagne como Raquel Lanza, los autores, fueron piezas claves durante todo el proceso del concurso, pues sin su gran generosidad no hubiera podido hacerse nada, ya que no sólo aportaron ideas y trabajo, sino que además donaron graciosamente la historia, las ilustraciones y su maquetación, para que sirviera de base a la actividad.
Se publicó una edición de tres mil ejemplares que fueron distribuidos desde los seis Bibliobuses de la flota entre los centros escolares visitados, donde los profesores se convirtieron en verdaderos difusores de la actividad entre sus alumnos.
La edición en papel del cuento recogía de primera la disposición del texto en dos niveles distintos de comprensión lectora, según la edad, y con dos tipografías también diferentes, acordes a cada nivel. La diferencia con respecto a la edición original estribaba en la ausencia de un final, sin embargo, disponía de cuatro páginas más, en blanco, para que los niños escribieran cada uno el suyo. Todo ello se acompañaba con un recortable de Leonoso, nuestro osito, diseñado para la ocasión por la ilustradora, Raquel Lanza.
Con todo lo cual, el trabajo de nuestros autores no había hecho más que empezar. Abrieron perfiles del Concurso Leonoso en Facebook y Twitter, que mantuvieron ellos mismos, en un momento difícil para los Bibliobuses de León, ante las restricciones institucionales que padecían sobre redes sociales.
En la misma línea también crearon el blog Leonoso te enseña, que incluía las bases del concurso, actividades escolares sobre la historia y los personajes de Leonoso, así como vídeos y una galería de imágenes relacionados.
También diseñaron una aplicación flash player, que contenía una copia de la edición en papel para leer, para escuchar y para imprimir, así como un completo menú interactivo sobre la historia de Leonoso y la provincia de León con el objetivo de trabajar la comprensión lectora, la expresión escrita, las matemáticas, el conocimiento del medio, la memoria, la plástica, aparte de un puzle y una página en blanco para las aportaciones de cada cual.
Incluso la propia ilustradora Raquel Lanza, música reconocida, llegó a componer una marcha para Leonoso.
El resultado de todo ello, y del trabajo que se hizo desde cada bibliobús, fue la recepción de 1.115 finales para el cuento de Leonoso, procedentes de la labor realizada en 96 colegios rurales de la provincia, donde el ímpetu del profesorado fue decisivo.
Como Leonoso era un concurso, no quedó más remedio que elegir unos ganadores, fundamentalmente en atención a la originalidad de sus finales. Aparte del lote de libros que recibió cada uno, y del acto solemne de entrega de premios por el propio presidente de la Diputación de León, cada niño tuvo un regalo sorpresa final que completó toda la actividad realizada con sus dotes interpretativas.
Una vez seleccionados los finales ganadores, se contrató la grabación de un CD con la dramatización del cuento completo más los cinco finales premiados, interpretados por los propios niños que los escribieron. Estos cedés se repartieron entre ellos y los colegios de procedencia. Y también entre ti, querido lector, y cuantos se interesen por este post, puesto que aquí tienes los archivos sonoros esperando a que los escuches.