La parada del bibliobús. Señalética

El primer paso para beneficiarse de las prestaciones de un bibliobús es localizar el lugar de la localidad que visita en donde quedará estacionado. Es muy frecuente que la costumbre sea la principal fuente de conocimiento para ello, sin embargo, una correcta señalización de ese espacio tan especial ayudaría a que cualquiera, fuera usuario o no del bibliobús, pudiera enterarse de su existencia y de la próxima visita con sólo deambular por las calles de esa población.

Ya hemos hablado en este Blog de la importancia que tiene la gestión de las ausencias para la buena marcha de cualquier servicio bibliotecario móvil. Uno de los instrumentos que contribuye decisivamente a ello es la parada del bibliobús debidamente señalizada.

El que dentro del mobiliario público se incluya la señalética adecuada allí donde el bibliobús desarrolla habitualmente su servicio a la comunidad, no sólo informa de su localización dentro del caso urbano, sino que además denota la relevancia que la comunidad concede a este servicio, al facilitar su normal desempeño sin mayores preocupaciones que las propias de su funcionamiento interno.

La parada del bibliobús recuerda constantemente a los ciudadanos su presencia en su vida diaria, incluso cuando físicamente no está; sin embargo, esto sólo no puede ser suficiente, dado que es una oportunidad preciosa para aportar información sobre él y sus prestaciones.

Los dos conceptos básicos que debe reunir toda señal de parada es la de procurar la reserva del estacionamiento del bibliobús, e informar de su horario de atención al público. A mayores no cuesta nada incluir el calendario de visitas u otros datos como las últimas novedades documentales incorporadas a la colección, obras recomendadas, actualizaciones del servicio, calendario de actividades de animación a lectura, datos de contacto, dirección web, redes sociales…

Aunque existen muchos modelos, según las regiones y las épocas, todos han de conseguir que la señalización de las paradas sea atractiva, llamativa y funcional, que conserve la imagen corporativa del servicio, como una prolongación del mismo, en la que quede patente de forma inmediata su significado y utilidad.

Asimismo, desde el punto de vista funcional, contará con un habitáculo a la altura suficiente que permita leer la información en él contenida, y dentro del cual quede protegida de las inclemencias del tiempo.

También la presencia de una señal de estas características puede ser aprovechada para incorporar tomas de corriente eléctrica y de datos, a las que podrá conectarse el bibliobús para el desempeño del trabajo diario.

No obstante, los tiempos cambian y las nuevas tecnologías nos facilitan nuevas oportunidades como la inclusión de contenidos digitales o videográficos mediante códigos QR, o la conversión de las señales en inteligentes, conectadas vía satélite a bancos de información variada consultables mediante una app adaptada a ello.

En España son pocos los servicios de bibliobuses que cuentan con el recurso de la señalética para sus paradas: Barcelona, Zamora y Lleida.

Los Bibliobuses de Zamora tienen la versión más sencilla de señal de parada, dotada de una placa de aluminio que especifica la reserva del espacio para estacionamiento del bibliobús, y un panel de metacrilato que contiene la información del calendario, el día de la semana, el horario y el nombre del bibliobús). Ambas se disponen conjuntamente en la pared de los edificios ante los que el bibliobuses realiza sus visitas a la localidad.

Los Bibliobuses de Lleida se valen de una señal vertical que guarda fielmente la imagen corporativa de las Bibliotecas de la Generalitat, de tal forma que fue diseñada como un elemento más de la imagen de marca cuando se adoptó la actualmente vigente, la misma que muestran los bibliobuses en su exterior, obra de América Sánchez. En su interior hay un espacio protegido con metacrilato para la exposición de diferencies informaciones, tales como los días de visitas, las horas y otras incidencias que pudieran darse.

Los Bibliobuses de Barcelona están ahora mismo en pleno proceso de transición entre el antiguo modelo ya obsoleto, y su renovación mediante un diseño semejante al de los Bibliobuses de Lleida en su forma, tamaño y funcionalidad, pero con los colores, mensajes y logos propios de los bibliobuses barceloneses; de forma que todos los municipios incorporados durante 2016 ya lo lucen, mientras que en el resto se acabará su instalación en este 2017.

Roberto Soto

Colaborador en Biblogtecarios. Jefe de Bibliotecas en la Diputación de León y Presidente de la Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles de España (ACLEBIM). Convencido de la Biblioteca Pública e incondicional de los Bibliobuses.

2 respuestas a «La parada del bibliobús. Señalética»

  1. Tal vez a la hora de la señalización los bibliobuses tengan que ser más ambiciosos en las ciudades o municipios en los que «compiten» con otros servicios, me da la impresión de que es ahí donde se tienen que visibilizar más, aunque como dice no estaría de más que la parada e información del servicio y no sea un mero «poste» a ver si vemos crecer las paradas también

    1. Estimado Félix, estoy totalmente de acuerdo contigo, cualquier oportunidad de hacernos notar hay que aprovecharla, y de ganar atención sobre el viandante lo más posible, pues no nos podemos permitir el lujo de pasar desapercibidos.
      Un cordial saludo.

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