La doble oportunidad de la biblioteca rural

Si pretendemos que más ciudadanos habiten el medio rural es obligatorio atender a todos los aspectos que configuran sus vidas, no sólo a lo económico o a lo laboral, por poner dos ejemplos tan relevantes. Una visión integral del tema se acerca más a la realidad diaria y, por tanto, a la resolución veraz y efectiva de problemas como el del reto demográfico.

Desde este planteamiento, la cultura es parte de la solución a la despoblación de nuestro medio rural. Su agente más activo, extendido, constante, flexible, multiservicio, valorado, próximo y simbólico es la biblioteca pública, luego, la biblioteca rural también es parte de la solución al reto demográfico.

A finales de 2020 fue aprobado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía (2021-2026), con el fin de mitigar los estragos de la pandemia Covid-19 y prevenir efectos semejantes en el futuro, con una dotación económica procedente de la Unión Europea de 140.000 M€, de los que 70.000 serán en forma de transferencia.

Bajo este amplísimo paraguas han empezado a surgir múltiples programas de desarrollo y recuperación, como el Plan para la Conectividad y las Infraestructuras Digitales (4.320 M€), la Estrategia de Impulso a la Tecnología 5G (2.000 M€) o el Plan Nacional de Competencias Digitales, todos ellos tan relacionados con las prestaciones habituales, y las potenciales, de las bibliotecas públicas, sin que éstas aparezcan o se vean directamente beneficiadas, como bien apuntan para este último José-Antonio Gómez-Hernández y Miguel-Ángel Vera-Baceta.

En esta sucesión de planes y programas, a mediados de marzo de este año se presentó el Plan de Recuperación. 130 medidas frente al reto demográfico, respaldado por unos flamantes 10.000 M€. En su presentación, la ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en clave económica hizo hincapié sobre el objetivo de que las zonas rurales tendrían que alcanzar a aportar más del 30% del PIB, mirando directamente los casos de Francia y Alemania, con un 40% y un 50% respectivamente. Este es un buen lugar de nuestra exposición para recordar el magnífico retorno de la inversión que tienen las bibliotecas.

Este Plan de Recuperación. 130 medidas frente al reto demográfico tiene la aspiración de conseguir un fuerte impulso a la igualdad de oportunidades entre los más desfavorecidos, en este caso, los municipios más pequeños, otro elemento de confluencia con la biblioteca pública.

Las 130 medidas giran en torno a diez ejes tan dispares pero tan complementarios como la transición ecológica, la plena conectividad territorial, el tránsito a lo digital, el turismo sostenible, el desarrollo y la innovación del territorio, las igualdades de derecho y de oportunidades para las mujeres y los jóvenes, el refuerzo de los servicios públicos y la descentralización (recordemos que las bibliotecas públicas son la red cultural más extensa del país, si bien aún insuficientes en número), el bienestar social y la economía de los ciudadanos, o las reformas normativas e institucionales precisas para todo ello.

El Eje número nueve se destina a la “Promoción de la cultura”, y engloba varios programas, la mayoría atribuidos al Ministerio de Cultura y Deporte, donde encontramos medidas para la extensión de servicios ya habituales en la mayoría de las bibliotecas desde hace años como eBiblio, conectividad WIFI o renovación de las webes bibliotecarias. Sin embargo, también aparecen puntos tan esperanzadores de arranque hacia nuevos caminos como el Programa “Cultura y Ruralidades”, que contiene principios bibliotecarios tan esenciales como la mejora en las oportunidades del derecho al acceso a la cultura, su importancia en la economía, en la sociedad y en el desarrollo personal, la cohesión del territorio y la comunidad con las acciones culturales, o la colaboración interadministrativa para conseguirlo.

El Eje 9 contiene hasta doce programas, que se extienden desde el patrimonio, a las ayudas a librerías, pasando por la cultura inmaterial, las salas de exhibición, los festivales, la importancia de la cultura en la economía local, o la dinamización cultural.

Una de las bondades de estas 130 medidas frente al reto demográfico es el ser fruto de una negociación abierta con la Federación Española de Municipios y Provincias, es decir, donde todavía hay lugar y ocasión para incluir nuevas propuestas.

En este contexto, ha venido funcionando desde 2019 el Grupo de Trabajo para el Plan de Especial Atención al Medio Rural, grupo estratégico del Consejo de Cooperación Bibliotecaria, con la función de emitir informe sobre la situación del medio rural y su relación con las bibliotecas, con el objetivo de proponer medidas no vinculantes, para su estudio, si corresponde, por las distintas áreas de la Administración.

El Informe 2020, fruto de los trabajos del Grupo, repasa los factores dominantes en la actual realidad del medio rural y sus bibliotecas:

  • Acusada despoblación a partir de un alto envejecimiento, una elevada dispersión poblacional (el 12% de la población ocupa el 70 % del territorio, y reside en 84% de los municipios) y unos municipios muy pequeños (el 49% de los municipios españoles están en riesgos de desaparición según los baremos de las Unión Europea).
  • Bibliotecas rurales sujetas a una gran pluralidad de leyes y reglamentos por su pertenencia a las distintas comunidades autónomas.
  • Comprobación del alto valor y gran imagen que la población rural tienen de sus bibliotecas, a partir de un pequeño muestreo efectuado por el Grupo.

 Con estos datos, el Grupo de Trabajo ha enunciado las siguientes propuestas:

  • Las bibliotecas son un servicio básico para el medio rural.
  • Sería preciso reformar la Ley 7/85 Reguladora de las Bases del Régimen Local para que el establecimiento y mantenimiento fueran obligatorios en los municipios desde los 2.000 habitantes, y no desde los 5.000 como hasta ahora.
  • Ello supondría el nacimiento de 240 nuevas bibliotecas municipales, a partir de una inversión, incluido el mantenimiento, de 118 M€.
  • Asimismo, para las poblaciones inferiores a los 2.000 habitantes, convendría la creación de 61 nuevos bibliobuses con una inversión, incluido el mantenimiento, de 30 M€.
  • Se destaca también la necesidad de encontrar nuevas formas de gestión para el establecimiento de servicios bibliotecarios rurales, como recurrir a las mancomunidades o a las bibliotecas escolares de doble uso.
  • Todas estas propuestas tendrían el complemento económico y normativo suficiente que garantizase una mayor profesionalización para los bibliotecarios rurales, en cuanto a su capitación, categorías, remuneraciones, funciones y horarios.

Ya conocemos el peso real que tiene la biblioteca rural tanto en la sociedad a la que sirve como en el conjunto de las bibliotecas españolas, que sea capaz de aprovechar esta doble oportunidad que le brinda la recuperación del Covid-19 y el propio reto demográfico no va a ser fácil, pero existen las condiciones, los conocimientos y las herramientas precisas para conseguirlo; de ello va a depender a medio y largo plazo la salud del sistema bibliotecario de todo el país.

Roberto Soto

Colaborador en Biblogtecarios. Jefe de Bibliotecas en la Diputación de León y Presidente de la Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles de España (ACLEBIM). Convencido de la Biblioteca Pública e incondicional de los Bibliobuses.

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