Existen Bibliotecas Móviles para todos los gustos: apoyadas en múltiples medios de locomoción; formando amplias redes entre ellas o dependientes de otras; como producto de la iniciativa pública o propias de la voluntad altruista de filántropos; plenamente dotadas o sólo concebidas como apenas puntos de servicio… Pero si en algo coinciden todas es en desplazarse periódicamente al encuentro de sus lectores.
La Biblioteca della Rosa es muy especial, porque siendo como es una Biblioteca que se mueve, en su desplazamiento no busca a sus usuarios, más podría decirse que La Biblioteca della Rosa viaja con ellos, y en cierta medida son ellos los que acuden a su encuentro.
No se trata de un Bibliobús de línea con servicio discrecional de viajeros ni de un intento de batir el record Guiness de ciclistas lectores en una misma Bibliobici, se trata de algo más coherente y sugestivo, hablamos de la Biblioteca del crucero Costa Favolosa, que estos días navega por el Golfo Pérsico.
Si bien el tiempo en un crucero mantiene su propio ritmo, forzosamente diferente al de la vida cotidiana de la que sus viajeros pretenden escapar, siempre hay un momento para visitar una Biblioteca que por su ubicación, no pasa desapercibida; de hecho, se encuentra en el corazón del barco, en el vestíbulo principal, rodeada de tiendas y de los principales restaurantes.
Aunque este tipo de buques ya no se dediquen preferentemente a las travesías trasatlánticas de antaño, y los tiempos de viaje no sean tan prolongados como para favorecer romances cinematográficos como Titanic o Tú y yo, es grato conocer que, entre las muchas actividades de a bordo que configuran lo que hoy se entiende por un viaje de placer, también se haya contado con el servicio de biblioteca pública dentro de la oferta diaria al pasaje.
En este contexto, no es difícil comprender que los libros de la Biblioteca della Rosa se limiten a novelas, guías de viajes y álbumes de arte, es decir, al impulso del entretenimiento, al apoyo de las posibles excursiones y a la profundización en las joyas artísticas de muchos de sus destinos.
Entre tripulación y pasajeros, en este barco conviven diariamente unas cuatro mil personas de muy distintas nacionalidades, de ahí que la Biblioteca sea un espejo de este pequeño universo, de ahí que sus obras estén clasificadas por idiomas (italiano, español, portugués, inglés, alemán, ruso, holandés y francés)
El préstamo a domicilio (a camarote) y la lectura en sala se acompañan también con la oferta de juegos de mesa.
En el local que ocupa la Biblioteca no faltan detalles de luz, mobiliario, comodidad, e incluso la alternancia de espacios para trabajar, para el retiro más íntimo e incluso para la consulta rápida.
La compañía Costa Cruceros mantiene una Biblioteca de estas características en cada uno de sus navíos, especializadas pues en el ocio y con una concepción obligatoriamente multicultural.