Preludio.
En 2014 la Diputación de León propuso la celebración por primera vez en España del Día del Bibliobús. Fue una iniciativa con carácter provincial que en seguida encontró eco también en Zamora. Existían sobradas razones y emociones para su convocatoria, en un intento de aumentar la visibilidad social y mediática de los servicios bibliotecarios móviles y de festejar tanto a los usuarios, y su relación cómplice con el Bibliobús, como a los profesionales, piedra angular del mismo.
En 2015, el Pleno del Consejo de Cooperación Bibliotecaria aprobó la propuesta de ACLEBIM para extenderlo a todo el país, y, de esta forma, el 28 de enero quedó instaurado como el Día del Bibliobús en España.
Acto primero. «Por la universalización de los servicios bibliotecarios» (2016)
Como buenos bibliotecarios, este primer Día del Bibliobús en España partió de lo general para ir desarrollándose en años sucesivos hacia lo particular. Así, con su lema en favor de la universalización de los servicios bibliotecarios, se defendía el papel fundamental de los servicios móviles para extender los beneficios de la biblioteca pública por todos los rincones, a partir de una experiencia sobrada de buen hacer y magníficos resultados, de adaptación a situaciones y presupuestos adversos, de flexibilidad connatural y de una gran aceptación por parte de los usuarios.
Acto segundo. «Tanto con tan poco. La inversión más sostenible» (2017)
Porque el bibliobús es una solución que optimiza recursos, que los rentabiliza compartiéndolos y adaptándolos entre varias comunidades de forma simultánea, que abarca un volumen de población que pocas bibliotecas estables pueden con semejantes dotaciones, y, sin embargo, sin merma en la calidad, y mimetizándose con las necesidades de sus usuarios, individuales y colectivos. Si hay un instrumento bibliotecario que viene demostrando el cumplimiento de sus objetivos en pro del desarrollo de sus usuarios de forma sostenible, este es el Bibliobús.
Acto tercero. «Bibliotecas para los más vulnerables» (2018)
No es casualidad que el Bibliobús se destine a los que más padecen, a los que sufren riesgo de exclusión, a las minorías, a los desprovistos de la igualdad para recibir, en una sociedad donde aún se ve con naturalidad que los menos tengan relegados sus derechos por falta de recursos, de dotaciones, abandonándolos al deterioro progresivo de sus comunidades y personas, para terminar con su desaparición.
El objeto de los Bibliobuses son los más débiles, los que apenas tienen opciones, las personas y grupos sociales que más los necesitan, como un instrumento cultural y de gestión del conocimiento con un fuerte carácter social, que hace más digna sus vidas y aumenta sus posibilidades de futuro.
Acto cuarto. «Donde nadie llega» (2019)
Y todo esto tiene un espacio físico sobre el que actuar, allí donde el abanico de recursos cada vez es menor, donde la distancia es una barrera, donde las necesidades apenas encuentran amparo, donde el olvido se instala a sus anchas, donde la negación se convierte en una costumbre. Sobre el papel no hay ciudadanos de segunda, pero sobre estos espacios la situación es peor para una ciudadanía que sufre el doloroso desequilibrio entre lo que contribuye y lo que recibe.
También los poderes públicos actúan con criterios mercantilistas, no sólo las empresas que buscan los mercados con mayor índice de beneficios, y unos y otros van dejando estos territorios, estos grupos, estas personas, desprovistos de lo más básico, también de lo emocional. El Bibliobús trata de ayudar a restablecer el orden que nunca debió romperse.
Acto quinto. «Con el Bibliobús eres campeón de tu destino» (2020)
Ese es el objetivo último del Bibliobús, convertirse en el apoyo que toda persona necesita para conseguir desarrollar la vida que desea, como centro de recursos, como dinamizador social, como afianzador de comunidades y de emprendimientos individuales también. Llevar el mundo a donde apenas se reciben visitas es una tarea fácil para el Bibliobús, con sus colecciones, con sus prescripciones, con sus servicios personalizados,… con sus múltiples talentos y capacidades, todo ello dispuesto para hacer más libres a sus usuarios.
Acto sexto. «Más comprometidos que nunca» (2021)
Y llegó la pandemia y cambiaron las condiciones del juego. Y hubo que adaptarse… una vez más. Y hubo que mirar por los más desfavorecidos cuando más lo necesitaban… de nuevo. Y hubo que superar incertidumbres y precariedades… otra vez. Y hubo, sobre todo, que pensar siempre y en todo momento en los desamparados, en los recluidos, en los acostumbrados a los reveses… como siempre, pero ahora más que nunca, porque estábamos sufriendo una crisis, pero esta vez, humanitaria.
Acto séptimo. «Los Bibliobuses facilitan la vida de nuestros pueblos» (2022)
En España tenemos nuestra particular pandemia en el medio rural desde hace varias generaciones, que lo merma, corroe, socaba y termina secándolo irremediablemente. Es la crónica de una muerte anunciada, ante la que todos se retiran, abandonan al enfermo en vez de procurar su sanación. El Bibliobús sigue fiel, al lado de su cama, procurando los mejores cuidados paliativos, con la esperanza de que un día pueda ser parte de la solución que se resiste a llegar.
El Bibliobús, en sus más de cincuenta años en nuestro campo, asiste a su deterioro paulatino por inanición, por deshidratación sistemática, sin llegar a contemplar algún retroceso en este proceso cada vez más irreversible. La indolencia de los poderes públicos y el abandono de las mayorías no han logrado aún socavar la fidelidad del Bibliobús, que mientras tanto hace más fácil la vida de nuestros pueblos.
Uma boa divulgação dos livros e da biblioteca no território e nas comunidades de baixa densidade, Parabéns pela iniciativa deixo um abraço de incentivo a todos os colegas que levam por diante este trabalho diário de olhos postos no futuro.
Muito obrigado, Antonio.
Abraço!