Desde octubre de 2015, Grenoble, ciudad de los Alpes franceses, cuenta en sus edificios públicos con unas máquinas muy especiales, dispensadores de lecturas, de los que se obtiene gratuitamente piezas no superiores a los cinco minutos.
Como si se tratara del recibo de un cajero automático, el interesado obtiene su ración rápida de poesía, narrativa o cómic una vez ha presionado el botón relativo a un minuto, tres minutos o cinco minutos, para determinar el tamaño del texto que quiere leer.
El invento surgió de la empresa Short Édition, nacida en 2011 para la edición y promoción de la literatura breve, aquella cuya lectura no sobrepasa los veinte minutos de dedicación.
Short Édition ya contaba con una web y una app para la difusión sin coste de la creaciones de escritores aficionados, habiendo conseguido unas 10.000 publicaciones, con una media diaria de cien.
Algunas de estas obras acaban convirtiéndose en libro de papel, eBooks o en audiolibros, que la propia Short Édition termina publicando, retribuyendo a sus autores con el porcentaje vigente en el mercado.
Sin embargo, no todas las obras recibidas llegan a este estadio, antes han de pasar por el voto riguroso de los cerca de 150.000 usuarios de la empresa, de forma que sólo se publiquen los mejores trabajos, y es así también como llegan éstos a estar entre los elegidos para ser emitidos por los dispensadores de lecturas cortas.
Los primeros dispensadores de lecturas se colocaron en el ayuntamiento, la oficina de turismo, bibliotecas y centros sociales, dado que el proyecto contó con el apoyo financiero de las autoridades municipales de Grenoble, que vieron en el mismo una gran oportunidad para colocar in situ la literatura allí donde se encuentra el ciudadano.
Actualmente existen en Grenoble (170.000 habitantes) ocho dispensadores que hacen las delicias del público, pues no es raro el día que se agota el rollo de papel, lo que no es de extrañar si consideramos que en un mes se suelen dispensar unas 10.000 historias.
Lo que surgió como una oportunidad más para aumentar la humanización de los espacios urbanos y fomentar la lectura también en los tiempos muertos, se ha convertido en una exitosa opción de negocio, que ha despertado el interés de empresas y corporaciones con el fin de ofrecer a sus clientes un valor añadido de calidad, especialmente destinado a entretener y llenar los tiempos de espera hasta ser atendidos.
Short Édition también enfatiza el descanso digital que supone sus “recibos literarios” en papel, la posibilidad de conservarlos, de compartirlos y de utilizarlos para otros usos, como, por ejemplo, de marcapáginas, según confirman desde la propia Biblioteca Pública de Grenoble.
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Más información:
- La máquina de los cuentos antiaburrimiento
- How a City in France Got the World’s First Short-Story Vending Machies
Seria ideal poder tener de estas maquinas acá en Chile.
Yo trabajo en una biblioteca y me apoyaría con el fomento lector en nuestro colegio.
Efectivamente, María de los Ángeles, es una gran oportunidad para el fomento lector extraordinariamente flexible y fresca.
Gracias por tu comentario.
Roberto Soto.