Muchos son los agentes que intervienen, consciente o inconscientemente, en el buen desarrollo diario de cualquier servicio de bibliobús (maestros, carteros, padres, medios de comunicación, vecinos…), si bien los escritores están siempre presentes por el alto porcentaje en que sus obras componen las colecciones que se ofrecen al público. Sin embargo, hay escritores cuya relación con los bibliobuses trasciende la autoría de sus creaciones, en favor una mayor implicación.
Sin detenernos en las obras académicas, cada vez son más los autores que tienen en su repertorio de ficción escritos con el bibliobús como protagonista; pero hay escritores que van más allá, que participan activamente en procurar que estos servicios funcionen convenientemente, bien con su esfuerzo personal bien con su apoyo económico y mediático.
Joan Oliver i Sallarès, conocido por su pseudónimo Pere Quart, fue uno de los autores más sobresalientes de la literatura catalana del S.XX, pero también fue conductor del Bibliobús del Frente, que de manos de la Generalitat estuvo al servicio de los soldados en 1938 y 1939. Hoy, uno de los dos bibliobuses de Lleida se denomina “Pere Quart” en su honor.
Gonzalo Moure, prolífico y reconocido autor de literatura infantil y juvenil, que acaba de ser reconocido con el Premio Cervantes Chico, es el promotor y cabeza más visible del proyecto Bubisher, cuya finalidad es conseguir extender los servicios bibliotecarios móviles y fijo a todos los refugiados saharauis en los campamentos argelinos del Tinduf. La plataforma desde la que opera es la Asociación de Escritores por el Sáhara-Búbisher, cuyo presidente, Limam Boisha, también es un reconocido poeta saharaui.
Rafael Sánchez-Grande Moreno es el bibliotecario de uno de los bibliobuses de la provincia de Guadalajara, pero además es un literato que cultiva la novela, el relato corto, el comic, y la poseía, lo cual compagina con el servicio a sus usuarios de la Sierra de La Alcarria.
Un caso similar lo constituye el de Rui Guedes, bibliotecario portugués responsable del Bibliomóvel de Penafiel, que esta primavera publicó su primera obra, un cuento infantil titulado Ri o Joaquim com cócegas assim….
En 2013, la escritora Lucía Santamaría Nájara, se puso a disposición de los Bibliobuses de León para el inicio del concurso lúdico-didáctico que venía desarrollando por diferentes centros educativos españoles. El eje en torno al cual giraban las actividades fue su obra juvenil, de temática templaria, El secreto de Le Mascaret. Lucía se desplazó hasta Puente de Domingo Flórez, localidad berciana donde sus alumnos de 3º y 4 º de secundaria, aprendieron jugando sobre el contexto histórico del libro, del que salieron dos ganadores, a los que la propia autora costeó un estupendo viaje a Francia como premio.
También para los Bibliobuses de León, en 2015, el escritor Marcelino Grandmotagne y la ilustradora Raquel Ordoñez Lanzas, regalaron el cuento infantil Leonoso, incluida la maquetación, para convertirse en el eje del concurso homónimo para el fomento de la lectura, la escritura y la ilustración entre los escolares de la provincia. Su implicación fue tal que diseñaron toda una serie de actividades interactivas por Internet, así como la gestión de un Blog, una cuenta de Twitter y otra de Facebook, e incluso el desarrollo de un taller al respecto en la Feria del Libro de León de ese año.
Otro tipo de implicación es el de Lorenzo Silva cuando, en las páginas de este mismo Blog, se definía como El hijo del Bibliobús, en agradecido reconocimiento a su figura en el bagaje lector y orientación que contribuyeron para ser el escritor que hoy es; y así lo ha ido difundiendo hasta la fecha en distintos medios de comunicación.
El 25 aniversario de los Bibliobuses de Segovia, entre otros actos, contó con las dedicatorias de destacados profesionales de la pluma, en favor de su labor bibliotecaria diaria. Así, participaron nombres como Julia Navarro, Lorenzo Silva, Javier Sierra, Chema San Segundo, Antonio Muñoz Molina, Juan Gómez-Jurado, Luis García Montero o José Manuel Caballero Bonald. Valga de portavoz el texto de uno de ellos: “Mi mejor abrazo para el servicio de Bibliobuses, que mueve la cultura y el sueño de los lectores, y la palabra de los autores, y la esperanza en una sociedad más educada y más dueña de sí misma. Septiembre, 28, 2013, Segovia. Luis García Montero”.
Terminamos aquí con esta relación de ejemplos, que como tal los tratamos, pues bien sabemos que muchos otros hay, unos cuantos olvidamos y tantos más desconocemos, pero que han de servir en representación del deber que el bibliobús tiene en buscar y mantener relaciones de cooperación con todos los agentes de su comunidad y fuera de ella.