Retomo el post de la primera sesión del grupo de trabajo dedicado a “Pensando / haciendo Medialab: la biblioteca como laboratorio ciudadano de conocimiento” que se está celebrando en Medialab-Prado (Madrid), para que sirva como punto de partida a esta segunda, que se llevó a cabo el pasado jueves 29 de enero.
Las cuestiones previas, que provienen de la primera sesión y dan un paso más en este proceso son las siguientes:
- ¿cómo definir la biblioteca básica de Medialab?
- ¿qué información debería contener una ficha tipo de descripción de la documentación de los procesos de Medialab?
- ¿imaginamos y trabajamos sobre el espacio físico que ocupará la biblioteca?
Pasamos a la acción:
A través de diferentes dinámicas propuestas con las integrantes de Bookcamping que coordinan el grupo, intentamos dar respuesta a la primera de las cuestiones planteadas, mediante una improvisada tormenta de ideas en la que surgen palabras para definir Medialab, con todo lo que en su interior ocurre y por tanto, también, en lo que sería la hipotética «biblioteca».
Las definiciones deben ser conceptos que formen una especie de nube de tags: instrumento de trabajo, espacio público, cultura digital, colaboración, participación, intercambio, laboratorio (ensayo-error), cultura maker, comunidad, mediación, innovación, procomún, descubrimiento (serendipia), etc…
A continuación, para pensar en el contenido y la estructura que debe tener el prototipo de ficha “catalográfica” revisamos varios modelos, algunos institucionales u oficiales muy completos y otros más sencillos como el empleado en el Archivo Multimedia del propio Medialab-Prado.
La tarea de crear un modelo estándar quedó en el aire y los asistentes nos comprometimos a compartir nuestra opción de ficha.
Por último, sin mucho esfuerzo, imaginamos el espacio físico que ocuparía la biblioteca. Y digo sin esfuerzo porque sin saberlo lo habíamos ocupado durante toda la sesión. Y ya sabiéndolo, visualizamos cómo se llenarían las paredes de fotografías, de muebles móviles, de ordenadores de consultas digitales, etc.
Para la próxima entrega:
Al finalizar la sesión, dejamos consciente o inconscientemente algunas cuestiones y dudas, surgidas en el trascurso, sin responder. Suerte que nos queda una sesión más en la que acabar de abordar cómo sería la materialización de esta “biblioteca” de Medialab-Prado.
Como hice con la primera y con esta segunda, daré buena cuenta (o todo lo buena que pueda) de lo que allí suceda en la sesión definitiva, programada para la segunda semana de marzo.