El pasado 27 de octubre se celebró, un año más, el ‘Día Mundial del Patrimonio Audiovisual’ para reivindicar la preservación, conservación y difusión de la memoria audiovisual. En esta ocasión se eligió el lema ‘Tu historia (con)mueve’ (Your story is moving). Hace hincapié en que cada día millones de personas graban sus historias cotidianas, que se convierten en memoria, reflejo y fuente de conocimiento de lo que somos, empleando los medios audiovisuales a su alcance.
Actualmente todos llevamos una cámara digital en el bolsillo y con, más o menos, frecuencia nos dedicamos a capturar momentos con ella. Pero son muchos los soportes: analógicos y digitales, sobre los que hemos grabado, a lo largo de las décadas. Todos ellos requieren una importante labor de preservación para que estas historias que encierran trasciendan y lleguen a las generaciones futuras. La situación actual hace que el elevado volumen de grabaciones y la fragilidad de los soportes digitales sobre los que se hace, dificulten su permanencia en el tiempo.
Sin embargo, son muchos los profesionales de la información: archiveros, documentalistas, conservadores, restauradores, etc., que trabajan a diario para que la mayor parte de este patrimonio audiovisual sobreviva.
Entre ellas se pueden encontrar colecciones históricas alojadas en instituciones públicas o privadas, a las que habrá que procurar las mejores condiciones ambientales, de almacenamiento, etc. y habrá que solventar trabas económicas o políticas con las que conviven en muchos países del mundo.
Además, estos profesionales son muy conscientes de los aspectos técnicos de los soportes digitales actuales y se reservan un margen de incertidumbre sobre si serán accesibles o no dentro de 100 años.
Como eje fundamental de la conmemoración de este año está el hecho de que nuestras historias en movimiento nos conmueven, despiertan sentimientos y tocan la fibra sensible de que esa parte que nos hace ser más humanos, dejando de lado las cuestiones técnicas del Patrimonio Audiovisual. De esta manera se sensibiliza no sólo a los que están acostumbrados a trabajar con este tipo de patrimonio, si no a aquellos que lo producen y a la población, en general, que toma conciencia de la importancia de salvaguardar estos recuerdos, propios y ajenos.
Aprovecho la ocasión para reivindicar algunos proyectos que trabajan en esta dirección:
- Si tenemos en cuenta que la mayor parte del Patrimonio Audiovisual está compuesto por materiales únicos y frágiles los que registran la imagen y el sonido de nuestros recuerdos, ya sea una película, un disco de vinilo o casette o el vídeo en soporte cinta.
En este caso, me quedo con la labor, que desde hace años viene desarrollando la Film Foundation fundada por Martin Scorsese, que se encarga de preservar películas de todo el mundo sin importar su origen. - Por otro lado, hay que destacar la importancia de contar con los suficientes recursos económicos y técnicos para digitalizar las colecciones, que promueven la rápida difusión de las imágenes, pero que como ya he comentado tiene sus pros y sus contras en diversos aspectos.
Aprovechando la celebración del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, la UNESCO presentó un ambicioso proyecto de digitalización para compartir la Historia(s) ‘Digitizing our shared UNESCO history’ - Y por último, centrándome en el tema principal de la celebración: Las historias nos emocionan. Me fijo en la labor que desarrolla el Home Movie Day cada año reservando un espacio público alrededor del mundo al patrimonio audiovisual a través de las grabaciones domésticas o familiares, que se convierten en pequeñas grandes historias y memorias de tiempos pasados, presentes y futuros.
En este mismo sentido trabaja la Red de Cine Doméstico que promueve la creación de un archivo de cine familiar común, que a día de hoy está conformado por instituciones públicas y coleccionistas privados de diferentes puntos de nuestro país. - Sin duda uno de los proyecto más conocidos y emocionantes con repercusión mundial fue “Life in a day”, que se desarrolló en 2011 bajo la dirección de Kevin MacDonald y Loressa Clisby, con el que crearon un largometraje de hora y media con las imágenes personales de cientos de ciudadanos del mundo. Debido a su éxito, en España en 2015, se repitió la experiencia con “Spain in a day” dirigido por Isabel Coixet y tuvo sus réplicas en Japón, Italia y otros cuantos países. Sin duda, el mejor ejemplo de “Tu historia (con)mueve”.
Como también lo hizo Peter Delpeut, en los años 90, con la película Lyrisch Nitraat, creada a partir de unos cuantos rollos de película en nitrato de diferentes títulos degradados e inconexos, que acabaron convertidos en un poema audiovisual y un retrato de una época pasada.
El World Day for Audiovisual Heritage (WDAH) / Día Mundial del Patrimonio Audiovisual es una conmemoración que se adoptó en 1980, durante 21ª Conferencia General de la Recomendación para la Salvaguardia y la Preservación de Imágenes de Movimiento.
El Día Mundial cumple con el mandato constitucional de la UNESCO para promover la “libre circulación de las ideas por palabras e imágenes” como una representación de nuestro patrimonio y memoria compartida.