Cuando, hace ya bastantes meses, me incorporé a este proyecto tan intenso como es BiblogTecarios, confesaba mi condición de inmigrante digital y el vértigo que en ocasiones me provocaban las aportaciones en el ámbito de las nuevas TIC. Afortunadamente, el personal interés por la formación continua y la colaboración con numerosos y grandes colegas me está permitiendo navegar con cierta fortuna en estas inquietas aguas que me he empeñado en surcar. No obstante, en ocasiones me encuentro con una dificultad no siempre fácil de solventar: el manejo de determinados términos novedosos cuyo significado se da por supuesto en la literatura profesional, pero que quienes se encuentran en mi situación —trabajando no en el gabinete del ingeniero sino en el interior de la mina— no siempre atinamos a identificar debidamente.
Recientemente he tenido la oportunidad de acercarme al universo de los datos abiertos desde dos perspectivas diferentes. Una de ellas, como usuario, me llevó a descubrir el Portal de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León, un creciente repositorio de conjuntos de datos del sector público dispuestos para su reutilización, generalmente bajo licencia Creative Commons-Reconocimiento (CC-by 3.0). La curiosidad me llevó a visitar otros portales similares como el Catálogo de Información Pública de la Administración General del Estado, que confirmó mi percepción de la importancia de la reutilización de datos del sector público.
Esto me impulsó a incrementar mi formación al respecto, lo que está siendo posible merced al Curso práctico de uso de Open Data: oportunidades de negocio ligadas a los datos en abierto impartido a través del COMA (MOOC), Entorno de formación abierta de la UNED para el acceso a Cursos Online Masivos y Abiertos. Gracias a esta plataforma, en la que es posible adquirir determinados conocimientos mediante el visionado de breves píldoras de vídeo a modo de micro-conferencias, unos tests y un amplísimo foro de discusión, creo haber logrado aclararme al fin en el marasmo terminológico de los datos abiertos. Y como de compartir se trata, traslado a continuación algunas anotaciones al respecto, con la esperanza de que sirvan a quien las lea, en espera de que pueda profundizar aún más en el estudio de este aspecto tan sumamente atractivo de la información y el conocimiento.
- Open Data. Su traducción literal remite a “datos abiertos”, aunque el concepto es ligeramente más complejo. Se trata de cualquier tipo de dato, ya sea analógico o digital, dispuesto para su libre uso con el propósito de generar riqueza. De este modo, por ejemplo, son comparables con cualquier obra literaria de dominio público, dispuesta para su reutilización por terceros para obtener unos beneficios: el editor que re-publica la obra impresa, el adaptador que elabora una versión para niños, el escritor que elabora sobre su base un guión cinematográfico… Sin embargo, el concepto suele restringirse a los datos de carácter público, cuya recopilación por parte de las administraciones ya ha sido pagada con nuestros impuestos, de modo que no son bienes privativos del sector público. Sus beneficios se extienden tanto a la organización que publica los datos (siquiera en términos de transparencia) como a las que los reutilizan (en la medida en que pueden ofrecer nuevos servicios y hasta establecer nuevas líneas de negocio).
- Data Set. Conjunto de datos públicos dispuestos para ser reutilizados tanto por la propia administración que los recopiló como por otras administraciones, personas jurídicas o físicas. Generalmente los datos aparecen dispuestos de manera tabular, de modo que la serie de datos se organiza en filas frente a las variables distribuidas en columnas; pero, amén de esta estructura clásica, los conjuntos de datos pueden también presentarse de modo diferente, como por ejemplo mediante el empleo de determinados lenguajes de marcado, lo que nos acerca a nuestras tareas documentales.
- Open Source. Programas informáticos que comparten su código fuente —esto es, su diseño— y en muchos casos permiten su reutilización y ejecución en cualquier ordenador.
- Open Innovation. Conocimiento que se licencia de manera abierta —se “libera”— para que otros lo puedan reutilizar. Es un elemento básico de lo que se conoce como inteligencia colectiva que, en el ámbito empresarial permite el crecimiento por cuanto nuestra patente genera beneficios en la medida en la que otros la explotan para crear sus propios productos. Ésta ha sido la clave, por ejemplo, de la fortaleza de determinados programas informáticos o soportes de información.
- Open Bussiness. Muy ligado al concepto anterior, alude a negocios en que una empresa comparte sus recursos para que sus socios puedan crear nuevos productos, facilitando así la generación y distribución de beneficios empresariales. Más allá de la simple cooperación, se articula en torno al intercambio de conocimientos, la participación comunitaria y la gestión financiera transparente. Sobre esta idea se asientan, por ejemplo, el negocio publicitario de Google o la opción que ofrecen determinadas librerías online para que podamos vender libros de su fondo a través de nuestra propia web.
- Open Governance. Alude a una fórmula de dirección, administración y control de las organizaciones basada en la transparencia, la colaboración y la participación activa de todos los afectados en la toma de decisiones. Aunque es aplicable a cualquier tipo de entidad u organización, ya sea privada o pública, suele emplearse en el ámbito empresarial y de gestión privada, limitándose en el caso de las Administraciones Públicas a su gestión interna.
- Open Government. El concepto de gobierno abierto es una doctrina surgida de la evolución de la democracia representativa hacia un modelo más participativo de la sociedad civil y sus miembros en las decisiones políticas. Basado en los mismos principios de transparencia, colaboración y participación que la gobernanza abierta, se dirige hacia la apertura de la Administración Pública y la gestión política. En este sentido, el primer paso significativo está siendo el fomento de la reutilización de los datos elaborados o custodiados por las Administraciones y organismos del sector público, aunque su propósito es a todas luces mucho más ambicioso.
Espero haber conseguido con estas líneas despejar la confusión que en ocasiones se cierne sobre estos conceptos básicos y, por ende, sobre otros paralelos y relacionados. Espero que tengamos oportunidad, pues, de profundizar. ¿Te animas?