Nunca me han gustado las bibliotecas silenciosas, especialmente si hablamos de una pública municipal. Como centro neurálgico de la vida local, las bibliotecas deben rebosar vitalidad, actividad, dinamismo y, en consecuencia, una buena dosis de decibelios. No obstante, con los años y la experiencia, esta idea se está tornando menos radical, y comienzo a valorar cada vez más el silencio y la tranquilidad que ofrece la biblioteca.
Llevo tiempo sosteniendo que el futuro de las bibliotecas pasa, entre otras cosas, por el espacio físico en el que se ubica, donde el ciudadano debe encontrar alternativas de calidad para su ocio, un servicio de información básico sobre un amplio abanico de cuestiones, y un lugar para la convivencia o el estar cívico en la sociedad. En un momento en el que en todo encuentro profesional se habla del futuro de nuestros centros de trabajo ante el reto digital, fue durante la celebración del VII Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas cuando tomé conciencia de que en un mundo tan loco como en el que vivimos, el silencio y la tranquilidad, hacen que las bibliotecas se conviertan en los oasis del siglo XXI, donde desconectar por unas horas y poder huir del ritmo frenético de nuestro día a día.
En este sentido son muchas las bibliotecas que han desarrollado campañas a favor del silencio, que aunque de ámbito universitario, no dejan de ser llamativas por buscar esa tranquilidad perdida. Así lo han hecho universidades como la de Zaragoza, Almería o Cantabria.
El del silencio es un tema complejo, sobre todo si tenemos en cuenta las variables relacionadas con las diferentes tipologías de bibliotecas y de usuarios que acuden a las mismas, pero aquellas que disponen de un espacio más amplio deben de trabajar por preservar ciertos espacios en los que nuestra gente pueda disfrutar de algo de lo que queda muy poco en este mundo, pues es una de nuestras grandes bazas de cara al futuro.
Keep calm and enjoy the silence.
Así me gusta; como dice Toni Puig hay que ser transgresor/a y sobre todo creer en lo que estamos haciendo. Estamos hablando de vocación.