El pasado 13 de abril terminó la primera temporada de El Ministerio del Tiempo, la nueva producción de RTVE creada por los hermanos Pablo y Javier Olivares, que ha hecho las delicias de un numeroso sector de la población, entre los que me incluyo. El fenómeno ha tenido un éxito creciente conforme se sucedían los capítulos de su primera temporada, y desde el minuto uno su calidad y pertinente renovación fueron demandadas en las redes sociales.
Como venimos viendo desde hace años, las experiencias televisivas de gran formato son ya indivisibles del teléfono movil o la tablet, simultaneando el visionado en directo al comentario de cada detalle, fundamentalmente en Twitter. A pesar de lo complejo que puede resultar ver y comentar al mismo tiempo un programa de televisión, la experiencia de compartir una de tus pasiones con otras tantas miles de personas no deja de ser interesante ya que multiplica por dos el disfrute del visionado.
Pero si algo me llama más la atención de esta experiencia tecnológico/televisiva es el uso que diferentes perfiles institucionales han hecho de ello, uniéndose al resto de inteligencia colectiva como uno más. Me estoy refiriendo a la Biblioteca Nacional de España, que desde su perfil de Twitter ha acompañado cada lunes a los millones de espectadores de la serie lo que, adelanto ya, me parece un absoluto acierto en su estrategia de redes.
Hoy viajamos a la maravillosa efervescencia cultural que se generó alrededor de la Residencia de Estudiantes en los años 20 y 30 #MdT8
— Biblioteca Nacional (@BNE_biblioteca) abril 13, 2015
La Biblioteca Nacional de España, así como las cuentas de Archivos Estatales, Museo del Romanticismo y el CSIC, irrumpe en el time line de miles de usuarios de Twitter ofreciendo contenidos que, desde mi punto de vista, buscan los siguientes objetivos: 1.- Difundir el riquísimo fondo bibliográfico de la institución. Tratándose de una serie en la que la base de todas las tramas es la historia de España, la BNE no pierde la oportunidad de traer a colación diferentes documentos relacionados con la puerta del tiempo que se cruza en cada capítulo. Así podemos ver de primera mano los documentos que esos personajes históricos manejaron o crearon en su tiempo, sus fotografías o imágenes cartográficas de la España de ese tiempo.
La regencia de Espartero, contada por él mismo: http://t.co/IQLw5ordb5… #MdT7 pic.twitter.com/sjfOipEtmO — Biblioteca Nacional (@BNE_biblioteca) abril 6, 2015
Sobre la Primera Guerra Carlista, este material cartográfico: http://t.co/FpEGArYmVb #MdT7 pic.twitter.com/atDtjNfmvA
— Biblioteca Nacional (@BNE_biblioteca) abril 6, 2015
¿Sabéis que tenemos un registro sonoro de la escena final del último acto de D. Juan Tenorio? Escucha: http://t.co/hQ6yLnxvLB #MdTFinal
— Biblioteca Nacional (@BNE_biblioteca) abril 13, 2015
2.- Añadir información complementaria a la historia que se sucede en la trama televisiva. Sin duda uno de los elementos más a poner en valor, ya que mientras estás viendo la serie, la BNE nos ayuda a contextualizar la época en la que se desarrolla el episodio y nos amplia la información sobre la misma, una de las razones por las que la experiencia resulta mucho más enriquecedora.
Un poco más tarde, Isabel II se casó en 1846 con D. Francisco de Asís http://t.co/yazn929aZw #MdT7 pic.twitter.com/bWYGAsu4cI — Biblioteca Nacional (@BNE_biblioteca) abril 6, 2015
3.- Crear comunidad, y es que participar en estos eventos masivos supone salir de nuestro nicho, de nuestra zona de confort bibliotecaria. Supone salir directamente a la arena y gritar «aquí estoy yo y esto es lo que os puedo ofrecer», algo que no se deja de repetir en congresos y encuentros. Las redes sociales nos han traído muchas cosas buenas, muchísimas, pero también nos hacen perder perspectiva por la excesiva balcanización en la que nos aposentamos. Bibliotecarios que se rodean de bibliotecarios que se escuchan y se dan la razón los unos a los otros, y bibliotecas que siguen cuentas de otras bibliotecas en un bucle si fin. ¿Y la gente a la que nos debemos? Ahí están, y el reto que la BNE ha enfrentado con esta estrategia ha calado y ha sido excelentemente bien acogido por los usuarios.
Muy fan de @BNE_biblioteca tuiteando sobre los libros de la época de #MdT6 #Copernico #Lazarillo #Comuneros pic.twitter.com/DykduBg7z7 — Joaquín Herrero (@joakinen) marzo 30, 2015
Me encanta ver a @BNE_biblioteca y el @MRomanticismo siguiendo el episodio del @MdT_TVE y compartiendo información.♥ #ElMinisterioDelTiempo
— Ana FM (@Clarimonde_G) abril 6, 2015
Hacerse seguidor de @BNE_biblioteca gracias a una serie como Ministerio del Tiempo @MdT_TVE no tiene precio. Enhorabuena a ambos.
— Fernando Padín (@Fer_Padin) marzo 30, 2015
Como reza el eslogan de la serie «El tiempo es el que es» y la BNE, sin duda, lo está aprovechando. Como espectadora de la serie y como profesional, no puedo más que agradecer a quién/quienes están detrás de todos esos perfiles fuera de su horario laboral (no se si convenientemente retribuido), y transmitiendo una ilusión y un entusiasmo enorme.
¡Gracias, y nos leemos en la segunda temporada!
¡Magnífico trabajo de documentación en redes!. Un trabajo así, es motivador e ilusionante como El Ministerio del Tiempo 🙂 Enhorabuena por la inspirada asociación de ideas…
Hola Noemí,
Sin duda alguna, el equipo de la Biblioteca Nacional de España ha sabido encontrar fórmulas exitosas para crear comunidad, reforzar su marca y viralizar sus colecciones a través de las redes sociales. Un claro ejemplo es su estrategia en Twitter con la serie el MInisterio del Tiempo.
Si te apetece, te invito a echarle un vistazo a la charla con Ana Carrillo sobre este excelente trabajo de divulgación científica en el microblogging:
http://socialmediaeninvestigacion.com/estrategia-de-divulgacion-cientifica-en-twitter-de-bne/
Un saludo,
Buen fin de semana!
Lydia