No hay duda de la necesidad que el ser humano tiene de alimentarse, de cuidarse, de satisfacer las necesidades básicas para la supervivencia. Pero en esta sociedad en la que las prioridades han cambiado tanto en tan poco tiempo a veces cuesta establecer las verdaderas necesidades. La comida, el descanso, la higiene, el refugio, las normas de convivencia mínimas, la educación, el trabajo, el entretenimiento. Todo eso es necesariamente básico. Tanto que cuando algún aspecto no se cubre, el resto se resiente y el hombre puede percibir que le falta algo.
¿Y qué tiene que ver todo esto con las bibliotecas, con la necesidad de información? Pues tiene que ver y mucho, porque acercarse a una biblioteca, entrar en una biblioteca y hacer uso de sus infinitas posibilidades debería considerarse una prioridad, que afecta tanto a la salud física como mental de aquellos que las utilizan.
Disfrutar, aprender, compartir. De todo eso se trata cuando tenemos en cuenta las bibliotecas, o la biblioteca de modo genérico como servicio público. Durante siglos han servido de depósito de saber, de custodia de conocimiento, de refugio de secretos y sabiduría, de lugar donde se aquilataba el saber y la imaginación. Ahora no sólo sirven las bibliotecas para preservar, custodiar y proporcionar información y conocimientos. Ahora es la era de la comunicación, de la difusión, de la socialización. ¿Y las bibliotecas tienen cabida en este nuevo universo virtual? Sin duda, son piezas clave.
Dentro de las prioridades que se mencionaban antes, la de disfrutar el aspecto lúdico y social de las bibliotecas es uno de los nuevos aspectos necesarios en las bibliotecas. Así que sí, podemos hablar que usar las bibliotecas es una prioridad vital pues completan nuestra vida. Pongamos algunos ejemplos de lo que nos proporcionan las bibliotecas.
- información: en todos los soportes, de todas las épocas, sin restricciones y sin costo.
- formación: nos da herramientas y medios para completar la educación y la formación ya sea de modo individual o en grupo.
- ocio: en las bibliotecas se puede disfrutar de la creación literaria, artística, musical, plástica por medio de los libros, materiales, talleres y actividades culturales que se ofertan.
- mejora de competencias: en la biblioteca podemos encontrar solución para aumentar las competencias personales, laborales, sociales y así mejorar nuestra vida en general.
- intercambio cultural: la biblioteca es un crisol de culturas, donde ha de fluir el intercambio entre pueblos y razas, en armonía y respeto.
- atención a la diversidad: desde la biblioteca se atiende a cualquier colectivo, se hace de puente entre la información y el usuario y cualquier necesidad informativa, lúdica o formativa tiene cabida en la biblioteca.
- celebración: las bibliotecas se hacen eco de efemérides, fiestas y acontecimientos importantes para la comunidad en la que se ubican.
- fomento de la solidaridad: en las bibliotecas se despierta el espíritu solidario que hace que las personas participen en las necesidades y carencias de otros seres humanos.
- sanación: sin duda que existen libros y materiales que sanan y curan, y no sólo se trata de autoayuda sino de verdadera sanación de soledad, incomprensión, falta de conocimientos, necesidad de compañía.
- socialización: las bibliotecas son plazas, ágoras, lugares de encuentro con otras personas que comparten el gusto por la lectura y en estos encuentros se comparte la vida.
Además de todos estos aspectos que completan el puzzle de las necesidades humanas, también habrá que dar cabida a esos pequeños placeres que dan un toque especial y único a la existencia y que podemos disfrutarlos dentro de las bibliotecas. Siempre podremos compartir ese café, esos dulces, y cómo no, esos libros que nos ayudan a vivir más y mejor, por supuesto, en la biblioteca.
