El panorama bibliotecario español está cambiando. Así lo demuestra el informe de 2012 del Panorama de las Bibliotecas Públicas de Estado. Su cambio forzoso viene dado por varias circunstancias: recortes presupuestarios, nuevas demandas por parte de los usuarios, y avances tecnológicos.
Gracias a las nuevas tecnologías y a las nuevas herramientas se ha conseguido potenciar un pilar base en las bibliotecas, como es la gestión y mantenimiento de las colecciones físicas y digitales.
En este artículo se muestra un ejemplo de este hacer bibliotecario: el tratamiento y gestión de colecciones de datos geográficos y digitales, que no es solamente la digitalización de material cartográfico.
La cartografía actual consta de productos generados dinamicamente como resultado de la superposición de diversas capas de información, que posibilita la representación espacial y que es una herramienta que hace posible la toma de decisiones gracias a los SIG ( Sistemas de Información Geográfica).
Teniendo en cuenta esta nueva tipología de información se han analiozado las ofertas de trabajo publicadas en los meses de mayo- junio del 2013 en el ALA Jolist que combinaban formación geográfica y bibliotecaria.
Una vez analizadas estas ofertas se muestran las competencias requeridas en este perfil del geobibliotecario:
- Conocimientos de SIG.
- Diploma/Master en Documentación.
- Mantenimeinto de colección de datos geográficos (organización, análisis, y preservación, metadatos, servicio de referencia y difusión y actividades).
- Participación en grupos de investigación interno (proyectos, iniciativas y alfabetización en SIG).
Claramente, la oportunidad para los geobibliotecarios ya está presente debido a la acuciante necesidad de los campus universitarios en promocionar iniciativas inteligentes para el consumo y desarrollo sostenible. Por lo tanto, la gestión de colecciones de datos horizontales como los datos geográficos para proyectos e iniciativas vertebrales en las universidades debe ser el nuevo nicho de los geobibliotecarios.
Este es el caso actual de las Universidades americanas, pero las Universidades españolas cada vez están más cerca de poder darse cuenta de la necesidad del trabajo del geobibliotecario. Un ejemplo claro son los proyectos de Smart Campues, porque se necesita una adecuada gestión, creación, acceso, compartición y provisión de datos geográficos.
Como profesionales de la información, debemos ser conscientes de que, una vez finalizados nuestros estudios, es bien probable que necesitemos una especialización en algún campo en concreto. Por eso sólo cabe recapacitar en las siguientes preguntas: ¿Quien debe documentar los datos geográficos que se van generando continuamente?¿El creador del recurso o un especialista en Documentación?
Granell-Canut, Carlos; Aguilar-Moreno, Estefanía. “Se busca geobibliotecario: los datos geográficos entran en la biblioteca”. El profesional de la información, noviembre-diciembre, v. 22, n. 6, pp. 569-575.
http://dx.doi.org/10.3145/epi.2013.nov.10