Han pasado casi nueve meses desde que escribí De desasosiegos e incertidumbres: de bibliotecarios y biblioteca pública. Hace dieciocho días de la presentación de Nubeteca: donde está el lector, en Don Benito (Badajoz). Han transcurrido varios años desde que la Fundación Germán Sánchez Ruipérez pusiera en marcha Territorio Ebook, el proyecto de investigación/acción sobre el papel que la biblioteca pública ha de desempeñar en el binomio lectores y lectura digital. Se publicaron los informes; se presentaron ponencias, charlas, resultados; se escribieron artículos. Y ahora, es tiempo de hacer, de seguir haciendo.
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¿Qué pasó con mis desasosiegos? ¿Adónde fueron mis incertidumbres? No sería sincera si dijese que quedaron del todo atrás; pero me temo (con una pizca de regocijo, eso sí) que unos y otros son signos inevitables de este futuro inmediato que nos ha tocado vivir; un futuro cambiante, líquido, muy alejado de la inmutabilidad. Toca participar, probar, experimentar, atreverse, dialogar y cooperar; porque la biblioteca pública no puede (ni debe) estar sola en materia (sí, ya entro en materia) de préstamo y acceso a contenidos digitales.
Por otro lado, a pesar de que las zozobras no me abandonen (para algo soy bibliotecaria del siglo XXI), desde hace meses tengo la suerte de estar implicada en el proyecto Nubeteca de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y la Diputación de Badajoz. Y es que cuando uno está con las manos en la masa, los gigantes se empequeñecen y hasta parecen molinos (amenazadores si hay mucho viento, pero geolocalizados, para evitar colisión).
Uno de los servicios de Nubeteca es el acceso, mediante préstamo, a contenidos digitales. La Diputación de Badajoz ha alojado este servicio en su plataforma y se ha adjudicado mediante concurso a las empresas, de referencia en España, Odilo y 24symbols. Se han elegido tres modalidades de contratación:
• Licencias
• Descargas
• Suscripción
Con estas tres modalidades, Nubeteca pretende romper con una de las barreras que está dificultando el despegue del préstamo digital en las bibliotecas en España: la restricción de títulos disponibles para leer. Además, trata de fomentar la bibliodiversidad, esto es, no concentra la oferta en los títulos más demandados y pone el acento en promover entre los lectores nuevos autores y nuevas temáticas, mediante la dinamización de sus contenidos.
En estos días, tanto en las Bibliotecas de la Red de la Diputación de Badajoz, como en la Biblioteca Pública de Peñaranda de Bracamonte, se diseñan estrategias y se perfilan actuaciones destinadas a colectivos concretos. El préstamo digital no funciona per se. Se terminaron los días de mostrador físico y servicio a demanda; la biblioteca ha de conquistar nuevos espacios, tanto en el territorio próximo (asociaciones, centros educativos, fábricas, grupos de teatro, centros de salud, aulas de mayores, gimnasios, guarderías, peluquerías, bares, agencias de viajes, parques, hoteles) como en los lugares que frecuente el lector en la nube (redes sociales, foros, etc.). Cartografiar los trayectos de los ciudadanos, señalizar sus necesidades informativas, sus intereses, sus gustos lectores y ofrecerles, de una manera personalizada, contenidos digitales útiles, atractivos. Y facilitarles el modo de acceso: minimizando el número de clics, los saltos de pantalla, las barras de navegación inútiles y los login picajosos.
Sobre las modalidades de contratación de contenidos y la sostenibilidad económica, se puede leer el post 100.000 préstamos estarán a disposición de los lectores de Badajoz; sólo un apunte: el modelo de suscripción entra por primera vez en las bibliotecas públicas en España; y hay una oferta interesante para los clubes de lectura de las bibliotecas. En palabras de David Sánchez, uno de los fundadores de 24symbols, la empresa apuesta por este sector porque en las bibliotecas es dónde están los buenos lectores.
Los contenidos por descargas y licencias han sido adjudicados a la empresa tecnológica Odilo que, como explica su director ejecutivo, Rodrigo Rodríguez, está implementando los servicios en la plataforma tratando de que al lector le resulten sencillos de utilizar. Además, la Fundación Germán Sánchez Ruipérez desarrolla con Odilo una parte esencial de Nubeteca como es la de los Clubes de lectura; esa búsqueda de conversación en profundidad sobre una obra; ese espacio de encuentro entre lectores y autores, que pretende ofrecer recursos y bancos de lecturas a los bibliotecarios de la red. Los primeros clubes de lectura que aloja la plataforma son en la nube y pivotan sobre novelas de Carmen Posadas y Luis Landero (pero se gestionarán, también, los clubes de lectura presenciales). De hecho el Club de lectura El testigo invisible (Planeta) con Carmen Posadas ya tiene diez días de vida. En él setenta lectores; cincuenta de las bibliotecas de Don Benito, Fuente del Maestre, Llerena, Montijo y Villafranca de los Barros (Badajoz), diez lectores pertenecientes a la Biblioteca Digital de Chile y diez lectores de la Biblioteca Pública de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), siguen la conversación coordinada desde la Biblioteca de Peñaranda y los bibliotecarios chilenos y pacenses participan como observadores.
Desde que comenzó Territorio Ebook, he coordinado clubes de lectura presenciales, semipresenciales, en la nube… Hemos conversado en Twitter, en Facebook, en blogs y, ahora, en la plataforma de Nubeteca. Todo lo aprendido, nos ha enseñado qué queremos lograr, qué clase de conversación queremos mantener, qué queremos propiciar entre los lectores y qué papel tiene la biblioteca: el de formadora y el de dinamizadora. Ahora, el reto está en que el club de lectura no sea una experiencia que se agote en sí misma; que los lectores se constituyan en una red con el apoyo de la biblioteca (que recomiendan, que se prestan obras, que sean activos, digitales y sociales) y que cada bibliotecario sea capaz de gestar, desarrollar y dinamizar, con una metodología testada y en el entorno Nubeteca, clubes de lectura en la nube y presenciales.
Antes he hecho referencia a la dinamización de contenidos desde el préstamo digital, descubriendo nuevos autores y nuevos temas a los lectores. Esta labor se arraiga en otra: la de propiciar la creatividad en nuestras bibliotecas. La Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Bubok, la empresa de autoedición líder en España, han firmado un convenio de colaboración para activar el talento creativo entre los socios de bibliotecas públicas de Peñaranda y de Badajoz. Se trata de una oportunidad para todos aquellos que gustan de escribir y que, en las comunidades rurales, son cronistas de la historia particular. La biblioteca ha de acompañar a estos escritores amateurs en el proceso de autoedición de sus obras; así como apoyarles en la labor de difusión de las mismas, por ejemplo, a través de clubes de lectura de temática local. Como señala Sergio Mejías, director general de Bubok, es muy importante la desvirtualización y salir al encuentro de las personas, escritores y lectores.
¿Y con tanta nube, dónde queda el espacio físico de la Biblioteca? He ahí otro reto: dotar de nuevos significados nuestros espacios físicos que, a partir de ahora, serán más versátiles y con menos (muchos menos) libros en papel y quizás con más pantallas; capaces de desarrollar laboratorios maker, de acoger cafés con música, de pergeñar proyectos sociales.
¿Y cuál es el papel del bibliotecario? Lo primero, es implicar al profesional en el proyecto desde el principio; formándole y consiguiendo la motivación necesaria para que desarrolle tareas específicas en cuanto a acceso de contenidos digitales; como la dinamización de colección digital entre los lectores; la generación de contenidos; la planificación y puesta en marcha de estrategias para acompañar y formar a los lectores en el uso de las tecnologías (lectura en pantalla, lectura social, autoedición, navegabilidad clubes de lectura…). Porque si los bibliotecarios nos ponemos manos a la obra, geolocalizaremos antes a los molinos. No es una cuestión de toma de decisiones de la dirección de los centros bibliotecarios y culturales; es un asunto que afecta a la estructura de toda la organización.
El 23 de febrero, en el artículo de opinión de Elisa Yuste, Gabriel Portell, José Antonio Vázquez y Javier Celaya, se ofrecen, a modo de conclusión y tras ponerse sus autores en contacto con los responsables de las principales bibliotecas del mundo, las Claves del éxito del préstamo digital. Las enumero porque las comparto y creo que Nubeteca participa de esta visión (sus autores las desarrollan en el artículo):
- Ampliar el catálogo de ebooks
- Formación a los bibliotecarios
- Compra de licencias de préstamo sin caducidad
- Fomento de lectura en pantallas
- Mayor control de la tecnología
- Más allá de ebooks
¿Y ahora?
Nubeteca recién ha nacido tras seis años de reflexión y trabajo basados en la experiencia y en la investigación. Sin prisas, pero sin tiempo perdido; en un proceso de innovación lento y continuo. Nubeteca busca al lector allá donde se encuentre. Y en eso estamos.
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Nubeteca es un proyecto liderado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez junto con sus socios la Diputación de Badajoz y Odilo. Participan en el proyecto las empresas Bubok y 24symbols como proveedoras de contenidos y el grupo de investigación Electra (USAL).
Más información: Nubeteca.
Muy interesante. En esta misma línea…¿puedes facilitar datos o remitir a alguien que los facilite en relación con información audiovisual en bibliotecas, especialmente universitarias?…
Gracias Alfonso por tu comentario.
En el ámbito de las bibliotecas universitarias, creo que el profesor José Antonio Cordón García de la Universidad de Salamanca, director del grupo de investigación de la USAL Electra GIR (http://electra.usal.es/): socio científico y asesor de Territorio ebook y Nubeteca y al que hago referencia en el artículo. Saludos