A la Casa Lis se accede desde la calle Gibraltar, nº 14, admirando su fachada norte, uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista de la ciudad. A Casa Lis se aprende a quererla al pie de su fachada sur: un mirador acristalado y encendido de colores que visitantes y salmantinos fotografían y dibujan para llevárselo por siempre en el corazón.
Para informarnos de la historia de Casa Lis, nada mejor que visitar su web y leer sobre la génesis de este palacete urbano, enclavado sobre la antigua muralla de la ciudad. Así conocemos a D. Miguel de Lis (1855-1909), el próspero propietario de una fábrica de curtidos, uno de los cien mayores contribuyentes de la Salamanca de su tiempo y un hombre moderno que, naturalmente, quiso una residencia moderna. Joaquín Vargas Aguirre (1857-1935), arquitecto provincial, desarrolló el encargo: organizó la vivienda en torno a un patio interior y diseñó una fachada construida con hierro y vidrio, siguiendo los preceptos de la arquitectura industrial. Para salvar el desnivel hasta el actual paseo del Rector Esperabé, ideó una escalera que rodea de unas terrazas ajardinadas y una gruta cubierta de rocalla que aligera el conjunto. El resultado es uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial empleada para uso residencial. La casa-palacio, que se construye rápido a tenor de las fechas, se inaugura en 1906 y en 1917, cambia de propietario: se muda a ella, junto con su familia, el futuro rector de la Universidad de Salamanca, Enrique Esperabé de Arteaga (1869-1966). Después, la Casa Lis es habitada por diversos inquilinos, entrando en un periodo de decadencia y peligro de ruina, hasta que en 1981 es adquirida por el Ayuntamiento de Salamanca. En 1995, la Casa Lis abre de nuevo sus puertas, esta vez, como Museo Art Nouveau y Art Decó. Y aparece otro nombre importante: Manuel Ramos Andrade.
El Museo Art Nouveau y Art Decó no es posible concebirlo sin la figura del donante y mecenas salmantino Manuel Ramos Andrade, quien cedió la mayor parte de los fondos que hoy componen la colección del museo. Natural de Navasfrías y de origen humilde, Manuel Ramos Andrade fue un hombre generosos y emprendedor que se hizo a sí mismo. En la actualidad, la Fundación que lleva su nombre gestiona el museo.
Sólo por todo lo referido merece la pena una visita a la Casa Lis; pero aún hay más. El museo cuenta con una programación estable que va más allá de la simple muestra expositiva permanente; algunos ejemplos recientes son las presentaciones y coloquios en torno a obras literarias; las tertulias sobre viajes y los conciertos, organizados por la Asociación de Amigos del Museo; la participación en diferentes campañas de Bookcrossing desde la Biblioteca del Museo; o Las Noches Lis que han alcanzado su sexta edición y que este verano están dedicadas a Coco Chanel, en el contexto de la muestra temporal Coco Chanel y sus amigos. El programa de conciertos de este verano se denomina Esta noche con Coco y se desarrolla en la Terraza de Lis, desde el pasado 19 de junio. Aún podemos disfrutar de la magia de las noches de los viernes del 24, 31 de julio y 7 de agosto…
La Terraza de Lis es un espacio de indudable encanto; como lo es la Cafetería Lis. Precisamente, estuve en ella el sábado pasado, tomándome un café entre flores y estrellas rojas. Fui a visitar la muestra de Coco Chanel y sus amigos: numerosos artistas de la vanguardia de la primera mitad del siglo XX: Diaghilev, Stravinsky, Coceau, José María y Misia Sert, Picasso, Dalí o Apel.es Fenosa. Me perfumé con las esencias del mítico Chanel nº 5 (sándalo, azahar, jazmín e ylang-ylang) y calibré que hace falta algo más para ser una mujer de bandera, quizás la elegancia de Gabrielle, o las alas de Coco, o el alma de Chanel. Zapatos, vestuario de los ballets rusos, fotografías, su voz… Pasé un par de horas exquisitas recorriendo esta exposición y revisitando los fondos de criselefantinas y bronces, las muñecas de porcelana, los abanicos, los vidrios. Asomándome al mirador.
Sólo por todo lo referido hay que visitar la Casa Lis. Pero además, les insto a que sigan al museo en sus perfiles y canales de las redes sociales: Twitter, Facebook, Pinterest, YouTube, Flickr, Vimeo o Foursquare. He aprendido mucho siguiendo sus comentarios, sus respuestas, sus mensajes. Son educados, agradables, sensibles, responden en cuanto pueden, conversan, informan, potencian la comunidad a través de iniciativas tales como el Día Internacional de los Museos o los concursos de microrrelatos… No puedo dejar de citar a Alejandra Mar Casado, su DIRCOM, y su excelente trabajo (miren cifras y lean. Sobre todo, lean y admiren).
¿Les hace falta una razón más para ser #LIS? Les doy algunas más: visiten al museo en Art Project de Google, para ir alimentando la mirada; sepan que en agosto el museo también abre los lunes; cuando visiten la Casa Lis se encontrarán con un equipo profesional y muy amable y podrán, si lo desean, adquirir un detalle #LIS en la Tienda del museo. O, simplemente, curiosear marcapaginas, cajas, tazas, réplicas de libélulas o de jarrones maravillosos.
Como dirían en @museocasalis : ”Feliz visita. Un abrazo #LIS”