¿Llegamos a los usuarios?

Todo gremio perteneciente a una profesión se siente incomprendido. Los bibliotecarios no íbamos a ser menos y, gracias a las actuaciones institucionales de los últimos tiempos, nos encontramos aún más desamparados si cabe. Además, por mucho que nos pese, gran parte de la sociedad apenas nos conoce. Los usuarios saben que tenemos libros, pero desconocen nuestras actividades, tareas y demás fondos.

Desde hace años nos esforzamos en modernizarnos, informatizarnos, actualizarnos, ampliar y diversificar nuestras colecciones. Hemos adoptado técnicas del marketing empresarial para darnos a conocer de todas las maneras posibles y ser atractivos para el gran público. Hemos instaurado controles de calidad para lograr la excelencia en todos los aspectos de nuestro día a día. Y sin embargo gran parte de la población, así como la administración pública, sigue ignorándonos.

Puede ser que no hayamos sabido focalizar adecuadamente nuestro objetivos, ni vendernos de acuerdo a los nuevos tiempos. Por lo general las campañas de propaganda desarrolladas por bibliotecas se centran en el fomento de la lectura en niños y adultos. Esto suele entenderse como fomento de la lectura de novelas. Por mal que nos pese no todo el mundo gusta de leer obras de ficción ni, desgraciadamente debido al ritmo de esta vida moderna que nos absorbe, tiene tiempo para ellas. En cuanto al segundo obstáculo es difícil de salvar, pero el primero es posible contrarrestarlo.

Porque todavía hay nichos por explotar en nuestras estanterías. Reposan tranquilos esperando a toda esa gente interesada por temas científicos, técnicos o artísticos. De igual modo los cómics, despojados de su etiqueta de entretenimiento infantil, ocupan un lugar importante en el entretenimiento actual. Y aún diría más. A casi nadie le sorprende ya acudir a la biblioteca y ver CDs musicales o DVDs con películas o documentales (¿cuándo la música y el cine serán consideradas de igual valor intelectual que un libro,o de más valor, en algunos casos?).

Y a pesar de todo, tampoco la culpa es nuestra. Son malos tiempos para la lírica y aún más para las bibliotecas.

María Benitez

Bibliotecaria, documentalista y community manager en formación constante. Me apasiona navegar por la red en busca de noticias y nuevos datos acerca del mundo del libro, la edición, las bibliotecas y las redes sociales. A través de este pequeño espacio trato de transmitir mis inquietudes y descubrimientos. Siempre a la caza de aquello que me resulta más llamativo, más curioso y poco conocido.