Hace poco más de un año saltó la noticia entre los medios especializados de internet: Diáspora comenzaba su andadura con la liberación del código fuente. Los no iniciados en el maravilloso mundo de la programación todavía tendríamos que esperar un tiempo para comprobar si la nueva red social implementada con open source respondía a las expectativas.
Era la época en la que los problemas de Facebook con la seguridad le estaban causando verdaderos quebraderos de cabeza. Además, voces defensoras de la privacidad de las personas se alzaban en su contra por el uso mercantilista que la empresa hacía de los datos personales. Datos que, por otra parte, pertenecían “legítimamente” a Facebook ya que todo usuario al registrarse da su consentimiento para que los utilice como desee. La misión de Diásporasería aprovecharse de la ola de descontento y lanzarse como alternativa libre y segura.
¿Qué es Diaspora?
A principios de 2010, cuatro estudiantes de informática de la Universidad de Nueva York – Maxwell Salzberg, Daniel Grippi, Raphael Sophaer y Ilya Zhitomirskiy (recientemente fallecido) – tuvieron la idea de crear una red social en la que seguridad y privacidad estuvieran garantizadas. En abril de 2010 definían el proyecto en su blog como una red distribuida donde ordenadores separados se conectaran entre ellos directamente, sin intermediarios ni servidores centrales. Además, al usar GPG (GNU Privacy Guard) se consigue que la información sea compartida de forma segura.
Poco a poco Diáspora se ha ido desarrollando como una aplicación para crear servidores web personales basados en código abierto que implementan una red social distribuida, también llamados “pods” o semillas (por eso el asterisco que acompaña a la denominación oficial DIASPORA*). Al conectarse los persos pods entre sí se crea la red. De cara a la creación de una cuenta de usuario se puede optar por dos posibilidades:
- Pods preestablecidos. Son servidores ya creados en los que los usuarios pueden crear su cuenta o perfil (listado de servidores). Una vez elegido uno de ellos utilizaremos éste siempre para entrar a la red social.
- Pods creados por los usuarios. Opción dirigida a usuarios expertos que permite un control total de sus datos.
En cualquiera de los dos casos nuestra cuenta queda integrada dentro de la red social global.
Evolución del proyecto
Mucha gente estuvo interesada desde el principio. De hecho, la colaboración fue tan grande que cuando comenzaron con la recogida de fondos para el proyecto recibieron una cantidad muy superior a la solicitada. Esto permitió que los cuatro compañeros pudieran trabajar en ello durante todo el verano de 2010. El 15 de septiembre fue liberado el código fuente para que desarrolladores voluntarios lo probaran, criticaran, discutieran y corrigieran. Por supuesto, hubo gran cantidad de errores que parchear, algo normal en aplicaciones que acaban de salir a la luz.
Meses después lanzaron una versión de prueba para el resto de fauna no programadora. La imagen de entonces era muy pobre, daba errores, y no parecía que se pudiera hacer mucho más que escribir texto. Sin embargo, se incluía una característica que la definiría: los “aspectos”. Estos permitían elegir la audiencia a la que dirigiríamos nuestros mensajes: amigos, trabajo, familia… y demás que se nos ocurriera crear. Algo en lo que parece que se fijaron los de Google+ para sus círculos.
Pasó el tiempo sin novedades, hasta ahora que nos encontramos en fase Alpha (ni siquiera beta), una versión que todavía sigue siendo válida únicamente para pruebas. Presenta ya una imagen mucho más profesional, aunque simple, con todos los usos sociales a los que estamos acostumbrados, aunque algo confusa (seguir la Guía del principiante para que no lo sea tanto). Al registrarse se pueden señalar los tags que nos interesan y en base a ellos nos aparecerán mensajes que tal vez nos interesen en el muro principal. Además, podemos conectarnos a Facebook y Twitter para escribir nuestros mensajes (pero sin la posibilidad de dirigirlos a determinadas audiencias en estas otras redes).
Como características a favor se encuentra la posibilidad de cerrar la cuenta definitivamente de manera sencilla, la creación de cuentas bajo pseudónimos sin que seamos penalizados por ello, la creación de copias de seguridad de todos nuestros datos e informaciones y la posesión exclusiva de los datos por parte del usuario. Esto último viene de la mano del hecho que es una red sin intereses comerciales (aunque corren rumores sobre unas posibles futuras cuentas de pago), que no incluye publicidad.
¿Qué será de Diáspora?
Últimamente parece que Diáspora ha perdido fuelle. Las quejas sobre Facebook han disminuido, y los mensajes negativos se dirigen más hacia el mareo que supone el cambio de la interfaz cada demasiado poco tiempo que debido a la falta de privacidad y el uso comercial de los datos personales. Además ha surgido Google+, red social de otro gigante que se parece demasiado en su concepción a Diáspora. La ventaja que suponía para los no obsesionados por el control de sus datos y el seguimiento del movimiento software libre se ha evaporado. Y encima la persiguen las polémicas en cuanto a los salarios (han solicitado dinero a los usuarios cuando sus fundadores se han asignado unos sueldos anuales desmesurados).
Tanto tiempo haciendo esperar a los usuarios para tener sólo una versión alpha no parece ser la mejor estrategia. Tal vez se precipitaron, tal vez sólo es el tiempo normal de gestación de una aplicación de este tipo. Después de todo, hemos tenido noticias de Diáspora desde su gestación, aún falta un tiempo para que nazca de verdad. Sólo el tiempo lo dirá.
