Bibliotecas contra el consumismo

bookshelf-1082309_640Estando tan cerca el dia de la biblioteca en Twitter¡Hagamos trending topic a la biblioteca el 10 de agosto!– no estaría nada mal destacar uno de sus múltiples usos-en-un-principio-no-reconocidos: las bibliotecas como arma contra el consumismo. Hace tiempo ya que considero que, en esta sociedad banal y materialista en la que vivimos, las bibliotecas desempeñan un importante papel a la hora de combatir el sentimiento de acaparación de objetos.

Se dice, se comenta y nos taladran la cabeza con que las mujeres somos más tendentes que los hombres a las compras, a almacenar cosas sin control. La publicidad parece empujarnos especialmente a ello (“¡comprad, comprad malditas!” les oigo gritar). Incluso pululan por la web justificaciones antropológico-biológicas que ligan el ansia de comprar a los ciclos fértiles de las féminas. Vivir para leer.

Tonterías a parte, el lavado de cerebro al que nos someten las marcas ávidas de ingresos a través de los medios de comunicación es innegable. Y a pesar de que buena parte de nosotros nos encontremos con unos ahorros tirando a escasos, lo cierto es que siempre hay un día en que nos levantamos y nos decimos: “oh, pues resulta que es verdad, siento un ardiente deseo de poseer el último cachivache inútil que vi ayer anunciado por los presentadores del programa líder de audiencia de la tele y que no voy a usar más que una vez”.

Si os ha pasado esto alguna vez, tranquilos: la biblioteca ha llegado a vuestro rescate. Sólo tienes que parar, respirar hondo y seguir estos sencillos consejos que llenarán tu vida de cultura y tu bolsillo de dinero:

  • Identifica la biblioteca pública más cercana: municipal, regional, de un centro cultural… ¡Todas sirven!
  • Plántate en su puerta, apaga el móvil y entra. No tengas miedo, entrada libre en todo su amplio horario. Nada de reserva del derecho de admisión ni juzgarte por tu “cartera”.
  • Si te cuesta ponerte en situación, repite conmigo: “la biblioteca es como unos grandes almacenes pero mejor, la biblioteca es como unos grandes almacenes pero mejor”.
  • Una vez interiorizado este mantra, recorre las estanterías como harías en cualquier tienda. Puedes incluso ojear y coger con tus manos los materiales de tu interés para comprobar si se corresponden con tus gustos. Por favor, abstente de mirar con desdén aquello que no te interesa nada (los fans de Grey o Brown podrían estar mirando y tienen todo el derecho a ser respetados) como haces en las rebajas.
  • Elige un documento o pídele consejo al bibliotecario o bibliotecaria. Están ahí para ayudarte, sonríen…¡y ni siquiera cobran comisión!
  • Si quieres llevarte un material a casa presenta tu tarjeta de usuario. ¿No tienes? No hay problema. En un minuto estará lista en el mostrador. Sin gastos, sin comisiones. La podrás usar una y otra vez. Eso sí, para saber cuántos materiales te dejan llevarte de cada vez deberás consultarlo en tu biblioteca. Éste será el único límite en tu relación con nosotros.
  • Retorna a casa con esa sensación de felicidad que sólo experimentamos al adquirir cosas. Pero fíjate por dónde, no has tenido que gastar nada, y lo que tienes en tus manos es cultura en sus múltiples formas. Es cierto que en torno a 15 días deberás retornar lo que te has llevado, pero ¿cuántas veces desearíamos hacer lo mismo con lo que hemos comprado?

ATENCIÓN: Las autoridades advierten que, si bien en un primer momento acudir a la biblioteca produce un efecto placebo, de satisfacción general al adquirir esos oscuros objetos de deseo que son libros, vídeos, etc, lo cierto es que existen efectos secundarios tales como la culturalización, amplitud de miras y tolerancia a la diversidad, entre otros. Es probable que tras unas visitas iniciales esporádicas, ante el placer experimentado, éstas se prolonguen en el tiempo y llegue el momento en que el individuo sea incapaz de vivir sin nosotros. Precisamente eso es lo que estamos esperando 😉

María Benitez

Bibliotecaria, documentalista y community manager en formación constante. Me apasiona navegar por la red en busca de noticias y nuevos datos acerca del mundo del libro, la edición, las bibliotecas y las redes sociales. A través de este pequeño espacio trato de transmitir mis inquietudes y descubrimientos. Siempre a la caza de aquello que me resulta más llamativo, más curioso y poco conocido.

2 respuestas a «Bibliotecas contra el consumismo»

  1. ¡Maravillosa y divertida reflexión! Si sabemos acaparar y desacaparar, nuestros bolsillos y nuestros bosques lo agradecerán 🙂 Vivan esos paraísos llamados bibliotecas, y vivan los libros correteando libres por el mundo.

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