Si la innovación de Gutenberg, con sus tipos móviles dio como resultado el nacimiento de la imprenta en Europa, no hay que olvidar que sobre técnicas de reproducción y de impresiones librarias fueron los chinos los que se adelantaron a dicha tecnología, al parecer, ya utilizaban los tipos móviles de madera, cerámica y estaño desde principios del siglo XI. Dicho invento no tuvo la repercusión ni el desarrollo deseado debido a que su tipo de escritura son ideogramas para representar palabras[1]. Por el contrario el invento tipográfico de Gutenberg tuvo una gran y rápida expansión debido al uso de letras. Pero dicho invento no solo fue mérito del Alemán ya que, en esta gesta, hubo otros nombres cuya contribución fue de igual importancia aunque sean menos mencionados.
El proyecto de la imprenta moderna se baso en tres pilares: Johann Fust, comerciante burgués que financió la idea, Johannes Gutenberg, orfebre que tuvo la idea y que realizó la parte mecánica y Peter Schöffer, calígrafo de profesión contratado para hacer gráficamente posible esta idea.[2]
Peter Schöffer nació entre 1420 y 1430 en Gensheim, a unos 30 km de Maguncia, y murió entre 1502 y 1503 en esta última ciudad. Estudió en París y antes de pasar a colaborar con Gutenberg se ganaba la vida como copista. Persona culta y formado en las artes del Trívium y el Quadrivium[3], hablaba y escribía latín y estaba como escritor y calígrafo en la Sorbona de París. A Schöffer se le atribuyen la invención de los punzones para hacer las matrices y fundirlas en serie. Con el fin de controlar la armonía espacial para la combinación de tipos eligió la tipografía gótica, aunque ya no se utilizaba, ya que «los grafismos y contragrafismos seguían el mismo régimen modular». Tras terminar la impresión de la Biblia de 42 líneas y con la separación de sus socios Fust-Gutenberg, Schöffer comenzó en agosto de 1457 la impresión del Psalterium Moguntinum, que consta de 175 hojas con capitales decoradas e impresas en tres colores; azul rojo y negro y cuya edición acabó en septiembre. Más tarde llegaron otros trabajos como la Biblia Latina de 48 líneas, cuya impresión acabó en agosto de 1462. Posiblemente es en 1475 cuando imprime, por primera vez, un libro de derecho civil: Codex Justiniano. Sú último trabajo fue una edición del Psalterium Moguntium cuya finalización fue en diciembre de 1502.
[1] ESCOLAR, Hipólito. Historia del libro. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez: Pirámide, 1985. 524 p. ISBN 84-86168-07-4.
[2] Johann Fust. «Todo Libro Antiguo: personajes relacionados con la Historia del Libro» [en línea]. 2013. [Fecha de consulta: 18 de agosto de 2016]. Disponible en <http://www.todolibroantiguo.es/personajes-historicos/johann-fust.html>.
[3] El Trivium comprendía los aspectos básicos del conocimiento: gramática, dialéctica y retórica; el Quadrivium comprendía los aspectos matemáticos, aritmética, la geometría, la astronomía y la música.