Del 14 al 17 de septiembre se celebró en Segovia una nueva edición del Hay Festival, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2020. El Hay es una fiesta de la literatura, con docenas de encuentros no solo literarios ya que, en sus propias palabras, “celebramos la literatura, el pensamiento, las ideas y el intercambio entre las personas. Nuestro principal objetivo es hacer la cultura accesible para toda la ciudadanía, independientemente de su origen y edad.”
Poco a poco, la literatura infantil y juvenil se va haciendo un hueco en el Hay Festival, con talleres y encuentros con autoras y autores que militan entre las filas LIJ. Este año nos visitaron Mercedes Ron y Alice Kellen, dos escritoras que, a pesar de su juventud, tienen una larga lista de obras publicadas y lectores entregados. Además, hubo otro encuentro destinado a la literatura para jóvenes: ¿Cómo leen los jóvenes?, organizado en colaboración con CEDRO y en el que participaron Gemma Lienas, Redry y Marta Álvarez, moderados por Daniel Fernández, Presidente de CEDRO y del Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España (BNE).
Gemma Lienas, es una escritora con larga trayectoria en literatura infantil y juvenil, ganadora, entre otros de los premios Ramón Llull (2003) y San Joan (2018) y autora de los famosos Diarios de Carlota. Desde marzo de 2021 es diputada del Parlamento de Cataluña por Barcelona por el PSC.
Redry, pseudónimo de David Galán, es profesor de Educación Infantil y poeta ganador del premio Espasa de poesía (2019).
Marta Álvarez compagina su faceta como escritora con la divulgación literaria y su trabajo como editora de literatura juvenil en Anaya.
El tema en torno al cual giró la conversación era la lectura en los jóvenes y la falsa percepción de que en esa etapa no se lee cuando las estadísticas demuestran lo contrario. A través de varias preguntas lanzadas por el moderador, se fueron tocando asuntos como la comprensión lectora, la importancia de crear un hábito lector en el ámbito familiar o el espinoso asunto de las lecturas obligatorias, generándose un debate muy interesante en el que las diferentes edades y experiencias de los miembros de la mesa establecían puntos de acercamiento y distancia entre sus posturas.
La comprensión lectora
En este asunto, todos coincidían en señalar la evidencia del retroceso en la comprensión lectora, pero no solo de los jóvenes. La sociedad actual busca la inmediatez; el considerar suficiente el conocimiento solo de titulares, el hábito a la lectura de los mensajes cortos de las redes sociales, la falta de tiempo para acercarse a los libros, así como la rapidez y facilidad de acceso a la información que conduce a la cultura del mínimo esfuerzo y los contenidos superficiales dificultan la concentración necesaria para realizar una lectura comprensiva.
Leer es una actividad que necesita tiempo y esfuerzo y la enorme cantidad de estímulos externos la hacen poco atractiva. Marta apuntaba a una necesaria reeducación del cerebro para estimular la atención en la lectura, a poner en valor el sistema de estímulo /recompensa de la lectura. Para Lienas, además, hay otros dos factores que dificultan la comprensión: la fragmentación de la información, asociada a la fragmentación de la atención; y la falta de lecturas de textos clásicos en los centros educativos. Redry añadía la perversión del “scroll infinito” y cómo esto afecta al cerebro.
Otras formas de leer
La lectura en dispositivos móviles no debe ser un enemigo de la lectura, pero sí implica una manera diferente de leer. Para Redry, en su experiencia como usuario de redes sociales, una página con un texto en formato imagen se lee muchísimo menos que una frase: a más tiempo necesario para leer, menos likes. Por lo tanto, el escritor ofrece lo que sus lectores buscan.
Lecturas obligatorias
Para Gemma Lienas, debe haber un corpus de lecturas obligatorias en Secundaria, pero no las mismas para todos los alumnos, en función de su capacidad lectora. El trabajo del profesorado es importantísimo para motivar esas lecturas, evitando realizar pruebas finales como exámenes, fichas o test. Sin embargo, Marta Álvarez abogó por unas lecturas obligatorias actuales, que no sean los clásicos, ya que estos textos, en su origen, no fueron creados para jóvenes. En su opinión, hay que dejarles elegir, proponiendo literatura actual con la que puedan sentirse identificados. Ambas propuestas para Redy deberían ser incluyentes porque dejar fuera a los clásicos limita nuestro bagaje cultural. Añadió la importancia de acudir a las bibliotecas desde edades tempranas e iniciar en la lectura de manera lúdica para la adquisición del hábito lector.
En lo que todos estuvieron de acuerdo fue en la importancia de la figura de los jóvenes como prescriptores de lecturas para los demás, a través de clubes de lectura en los que puedan participar y elegir lo que leen.
Solo 50 minutos para tocar tantos y tan interesantes temas. Pero ahí quedó, en el ambiente, la LIJ y su éxito de ventas porque leer, leen; y mucho.