El título elegido para esta entrada resonó como interrogante durante uno de los debates de la Jornada profesional Los Libros de la Jungla, que la Asociación Cultural LASAL (Salamanca Animación a la Lectura) organizó para reflexionar y conversar en torno a la edición y la difusión de la literatura infantil y juvenil en España.
El interrogante en cuestión surgió de la platea en la voz de una bibliotecaria participante en la jornada al finalizar la mañana. La pregunta saltó al aire al cierre ya de la conversación que dos representantes de editoriales, grande y pequeña, una librera y una booktuber, bookstagrammer y booktoker, mantuvieron entre sí y el posterior debate con el público asistente.
La cuestión puede resultar inconveniente e impertinente formulada precisamente en un foro en el que se dan cita agentes de distintos ámbitos que actúan como creadores, difusores y mediadores del libro y la lectura entre el público infantil y juvenil. También podemos considerarla como un aldabonazo y una llamada a ahondar en el porqué y el para qué de la acción de cada uno de estos agentes, algo siempre sano y necesario de cara a tener claro el papel que jugamos cuando desempeñamos nuestra labor desde la creación, la edición, la distribución, la escuela, la biblioteca u otros ámbitos desde los que se ofrecen y recomiendan lecturas, se persigue despertar el gusto por leer y favorecer hábitos de lectura entre niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
También es un interrogante que desde las distintas administraciones públicas se ha de plantear, así como desde la sociedad en su conjunto. Quizás, si nos paramos a pensar en ello, en qué perseguimos desde la particular perspectiva en la que cada cual encara esta tarea de mediación, atinaríamos más y mejor a la hora de definir estrategias y modos de actuar. Puede que teniendo más claro esos porqué(s) y para qué(s) evitáramos tanta actuación errática y desnortada como a menudo se percibe en campañas, planes, programas y actividades concebidos, en teoría, para despertar interés por la lectura y cultivar el gusto por leer.
Una pregunta, por otra parte, que requiere respuestas sinceras y claras, no unívocas, ni miméticas, ni acartonadas. Quizás así, desde la edición, desde la librería, la escuela o la biblioteca, lográsemos que nuestros mensajes calaran algo más y conectaran verdaderamente con ese público al que dirigimos nuestra acción.
Pero tras este comienzo in media res, rebobinemos, veamos qué se buscaba con esta Jornada y aportemos algunas pinceladas de lo que en ella se coció. Vamos por partes…
¿De dónde partió la iniciativa?
La organización de la jornada, bajo el título Los Libros de la Jungla, corrió a cargo de la Asociación Cultural LASAL (Salamanca Animación a la Lectura), contó con el apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte y con la colaboración de Ayuntamiento de Salamanca a través de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes y de la Red de Bibliotecas Públicas Municipales.
¿Qué se pretendía con ella?
Según la organización, la cita se planteó como una invitación a la reflexión y el debate en torno a la edición actual de Literatura Infantil y Juvenil, su difusión y la mediación a través de la crítica, las redes sociales y la prensa generalista. Con un marcado carácter formativo y de intercambio se buscaba, a la postre, propiciar vías de colaboración entre los sectores implicados en la edición y difusión de la Literatura Infantil y Juvenil: editores, libreros, bibliotecarios y críticos.
Desde LASAL se destaca que, además de hablar de promoción de la lectura, imprescindible para la construcción de lectores, en esta jornada se buscaba fijar la mirada en la propia producción y difusión de los libros con los objetivos de:
- Animar a desarrollar tareas de visibilización y crítica de la producción dirigida a la infancia y a la juventud ante un panorama complejo en el que la edición es ingente y requiere de instrumentos que permitan que el destinatario final o los mediadores tengan un conocimiento valorativo de su producción y gane visibilidad en los diferentes medios de difusión.
- Reunir a un nutrido grupo de editoriales de LIJ, así como a librerías especializadas en libros infantiles, representantes de medios de difusión de libros (Blogs, periódicos, influencers), bibliotecarios y bibliotecarias para plantear y recoger las inquietudes del sector en relación al tema propuesto.
- Tomar conciencia del momento de la edición LIJ, trazando un panorama de la situación para valorar los problemas y los retos a los que se enfrenta.
- Dar a conocer los recursos de mediación y valoración de los que dispone la LIJ para las librerías y las editoriales que introducen elementos valorativos y de análisis en la producción.
- Fortalecer las relaciones entre las editoriales, las librerías y las bibliotecas buscando cruces de información y de valoración de los libros.
¿Cuál fue la audiencia que se dio cita en Salamanca?
Al evento se inscribieron cerca de un centenar de personas, que en su conjunto dibujaron un espectro con una notable variedad de ámbitos profesionales representados. El sector mayoritario fue el bibliotecario (43,1%), seguido por el editorial (13,9%) y a la zaga, en tercer lugar, el ámbito educativo (11,1%). En menor medida estuvieron presentes las librerías y otros sectores de la mediación y la gestión cultural, así como de la creación.
¿Cómo se estructuró la jornada?
La jornada se planteó en torno a dos bloques, con una sesión de mañana compuesta por exposiciones breves, conversatorio y debate abierto entre ponentes y público asistente, para responder a las cuestiones que suscitadas en la intervenciones iniciales. Como punto de partida, cuatro profesionales aportaron su visión del tema, y desde diversos enfoques, expusieron su forma de entender y encarar esa jungla de libros a la que se alude en el lema del evento.
Para ello se contó con:
- Lara Meana, librera de El bosque de la Maga Colibrí (Gijón).
- Marta Muntada, responsable de prensa y comunicación en Grupo Edebé.
- César Solís, editor de Pípala, sello de libros ilustrados de Adriana Hidalgo editora España.
- Jennifer Bernal, Devora Libros: booktuber, bookstagrammer y booktoker.
En un turno breve de intervención, los cuatro profesionales abordaron, desde su lugar en la cadena del libro, aspectos como el reto de seleccionar, la comunicación con los clientes o autores, los criterios personales y comerciales o la brecha entre la calidad y las ventas.
Tras esta ronda inicial, Ana Garralón, crítica y especialista en LIJ, fue la encargada de conducir la conversación entre las personas invitadas, que posteriormente se abrió al conjunto del público presente en la sala.
Tras una comida informal en la que no se detuvo la charla y el intercambio entre los asistentes, se dio paso al bloque de la tarde, con un carácter marcadamente práctico. De forma simultánea se desarrollaron tres talleres simultáneos, sobre:
- La creación y el uso del podcast: «Cápsulas sonoras», con Samuel Alonso.
- La cómo crear y mantener una lista de lectores y newsletters: «Viva el mail, viva el capitail», con Antonio Marcos.
- El marketing digital en el sector del libro: «Redes sociales y LIJ: Un aliado versus una pérdida de tiempo», con Elisa Yuste.
El programa en detalle se puede consultar en este enlace,
Ecos de lo aconteció en esta Jungla
A la espera de que desde la organización del evento se difundan unas conclusiones en relación con lo expuesto y debatido en él, así como una serie de pequeñas piezas de vídeo a modo de síntesis de lo que allí se coció, recogemos aquí a vuela pluma nuestra particular visión de algunas de las cosas que resonaron en las paredes de la Torre de los Anaya.
En la presentación, Raquel López Royo, miembro de LASAL, destacó cómo la literatura infantil se encuentra en plena expansión y el elevado número de títulos por año que se publican en España. Expresó que en esta invitación a transitar la Jungla de los Libros no se reclama un aparato crítico proveniente de las universidades, sino que busca apoyar el que se generen mecanismos de selección y mediación desde los profesionales que editan y distribuyen los libros para que lleguen en mejores condiciones a sus lectores potenciales. También expresó el deseo de la Asociación LASAL, de contribuir con esta jornada a generar un estado de opinión en el que se valoren las sinergias que se producen con el intercambio de ideas y propuestas que surgen entre diferentes profesionales que forman la cadena del libro para mejorar la calidad de los libros y para que lleguen a los diversos públicos que pueden acceder a ellos.
Muchos fueron los palos que se tocaron en las distintas intervenciones que tuvieron lugar en la jornada, muchos también los interrogantes que se plantearon. En esta lista dejamos constancia de algunas de las afirmaciones, dudas y “melones” que se abrieron y de otros que quedaron expuestos, pero sin abrir:
Sobre la cantidad de títulos anuales publicados en España…
- Se destaca que en 2021 se solicitaron 8403 nuevos ISBN para libros del subsector infantil y juvenil.
- Al respecto surge la cuestión de si esa cantidad de libros se corresponde con la cantidad de lectores.
- Se compara el número de lectores que una obra ha de tener para considerarse bestseller, que según parámetros alemanes sería de 100.000 frente a los 10.000 en España.
- Se habla de la bajada de las tiradas medias, ¿500 ejemplares?
Sobre la “supervivencia” de los títulos en el mercado…
- ¿Han de ser los libros como yogures, con fecha de caducidad?
- Se critica el excesivo culto a la novedad y el olvido de publicaciones que se consideran “antiguas” al pasar siquiera unos meses.
- Se habla del reto que las editoriales tienen, especialmente las más pequeñas, de lograr visibilidad, de hacerse un hueco en el escaparate.
- Se apuesta por las librerías de fondo, pero se deja claro que esta opción coloca a la librería en una situación de desventaja comercial.
- Se destaca el papel de la comunicación, la prensa y la promoción.
Sobre la “cantidad vs la calidad” …
- ¿Cómo seleccionan los profesionales las lecturas que van a editar y promocionar?
- Se propugna la necesidad de tener claros los criterios de selección en cada uno de los ámbitos, en editoriales, librerías, bibliotecas, mediadores en general e influencer en particular.
- Se pregunta, ¿cómo se puede filtrar la calidad?
Sobre la “crítica” de LIJ…
- La LIJ sigue sin merecer el interés general de los medios.
- ¿Cuáles son las causas de que la LIJ se siga ignorando y considerando algo “menor”?
- Se lanza la pregunta de si la crítica desde distintos frentes es solo loar bondades o algo más.
Sobre cómo nos relacionamos con otros agentes del sector de la LIJ…
- Se expresa la necesidad de revisar y reforzar el diálogo y las relaciones entre cada componente, de la editorial con las distribuidoras, de ambas con las librerías, de todas ellas con las bibliotecas, suma y sigue…
- Se pregunta a los editores presentes si leen libros de otros sellos. Se responde afirmativamente.
- En este sentido se destaca que hay que conocerse y tener interés por el otro.
Sobre la tarea de “mediación” …
- La necesidad de poner en el centro al lector.
- La importancia de generar espacios de conversación con ellos y ellas desde todos los ámbitos implicados.
- Se precisan diferentes tipos de mediación, más informal o más profesional, conversacional o instructiva …
- Al aire se lanza este interrogante: ¿Nos sentimos mediadores los padres y madres, docentes, bibliotecarios, o renunciamos a ello, delegamos?
- Se destaca la importancia de compartir lecturas y de hablar en la casa.
Sobre ser “lector” hoy …
- Surge la pregunta de ¿cómo y quién se siente lector hoy?
- El público infantil y juvenil, ¿se reconoce como lector?
- Necesidad de repensar al lector, al joven de hoy.
- Necesidad de resintonizar desde los distintos ámbitos implicados con niños y niños, adolescentes y jóvenes.
Sobre la importancia que le damos a la lectura…
- Se discute la validez del discurso monolítico en favor de la lectura, que no conecta y está lleno de contradicciones.
- Frente a las loas generalizadas de la lectura, ¿qué se hace, cómo se actúa realmente para promover la lectura y que se valore positivamente el hecho de leer?
- Se proclama que sin LIJ no hay lectores adultos.