Brindar oportunidades a todos los usuarios, niños, jóvenes y adultos, y reforzar las capacidades de los lectores siguen siendo objetivos primordiales de la biblioteca, en pos de los que ha de asumir funciones añadidas que emanan del nuevo paradigma en el que se mueve la lectura y el lector, a caballo entre lo analógico y lo digital. En este sentido, ha de entenderse que toda la trayectoria de acción de la biblioteca en favor de la promoción de la lectura se enriquece con las aportaciones que derivan del entorno electrónico:
- Así, la biblioteca se configura como un espacio integrador de la cultura impresa y la cultura digital, y su papel promotor y formador ha de contemplar ambas esferas, tanto en lo tocante a los contenidos como a los instrumentos y dispositivos de lectura.
- Por lo tanto, el planteamiento de las propuestas de programas y actividades ha de tener en cuenta, además del público y el tipo de obras que se pretenden dinamizar, las características propias del formato en el que se presentan y los dispositivos necesarios para su lectura, que sin duda requerirán acciones adicionales.
- La incertidumbre que rodea los nuevos caminos del libro y la lectura plantea retos que la biblioteca debe asumir para reinventar su papel desde las claves de la cultura digital.
Las bibliotecas, a tenor de los pronósticos y tendencias, mantendrán en el futuro la relevancia de su función como un centro de recursos para el ocio y el tiempo libre con los ajustes pertinentes en el desempeño de la tarea de promoción de la lectura acorde al contexto digital actual, el carácter multimodal y multiplataforma de la lectura, el refuerzo de la relación entre lectura y escritura y el amplio desarrollo que experimenta la lectura social. Pero como ya a finales del siglo pasado manifestaba José Antonio Gómez, “Los que estamos persuadidos de que las bibliotecas, como espacio de aprendizaje, cultura, ciencia y comunicación siguen teniendo su lugar, debemos demostrarlo”. Ciertamente, no basta con reivindicar ese rol de mediación que las bibliotecas han venido desempeñando sino que es preciso redefinirlo y revalidarlo en el contexto digital.
Aunque caben diferentes enfoques y el desarrollo de múltiples estrategias y actividades, el tronco conductor sobre el que se trenza la labor de promoción del libro y la lectura desde la biblioteca, en cualquiera de los contextos, se configura en torno a distintas fases o momentos que configuran un proceso que:
- Se inicia con una llamada de atención, con el despertar de un interés, poner las bases de la seducción.
- Avanza en la medida en que el lector encuentra en la lectura compensación al esfuerzo que requiere, por lo que hay que alentar, alimentar e impulsar para ayudar a que prospere.
- Busca la autonomía del lector, que se consigue cuando se consolida un sólido hábito de lectura, se establece y asienta un diálogo firme y regular entre el texto y el lector.
Y en este proceso de invitación, acompañamiento y progreso del lector la biblioteca pone en juego, entre otras cosas, su capacidad de seducción y de provocar emociones, aspectos que no se deben descuidar ni perder de vista en el desarrollo de la tarea de mediación y encantamiento de lecturas.
Cada itinerario lector está íntimamente ligado a los afectos y el desarrollo emocional y las lecturas escogidas mantienen un estrecho contacto con nuestra experiencia vital. De igual manera, como expresa José Antonio Gómez, “La biblioteca debe saber combinar lo inmaterial, la información, con lo espacial, lo virtual con lo real, el encuentro con la información lejana, con la orientación presente e interpersonal. Lo cognitivo con lo afectivo, el saber con la lectura. La comunicación de información, con la comunicación afectiva. La biblioteca por lo tanto debe ser un espacio de comunicación que ayude a la gente a estar informada y tener criterios sobre su saber”.
Además, el entorno digital y todas las posibilidades que ofrece obliga a redoblar esfuerzos en la estrategia de seducción, como postula Julián Marquina cuando afirma que la biblioteca ha de seducir al usuario de la biblioteca a través de las emociones y de la sorpresa en sus propuestas de innovación permanente y continua: “Los usuarios cada vez tienen más posibilidades de interacción con los contenidos y la información sin necesidad de tener que acudir físicamente a la biblioteca, y es por ello por lo que las bibliotecas tienen que poner todo su potencial en tratar de seducir a los usuarios a través de contenidos e historias que hagan ver a la biblioteca como un centro atrayente y encantador para esos usuarios a través del marketing emocional. Es importante escuchar al usuario para ver qué quiere, qué siente en ese momento y cómo actúa ante la situación actual, mostrarle a ese usuario cuál es la situación de la biblioteca y tratar de llegar a él a través del corazón en lugar de por el cerebro. En definitiva se trata de cautivar al usuario y hacerle sentir emociones a través de las experiencias, conmoverle, como pueden ser recuerdos, valores de unión, fechas señaladas noticias positivas y sensaciones agradables. “
Precisamente, Adrián Macías dedica una entrada en este blog a las Jornadas Técnicas que se celebraron recientemente en Sevilla, en la que se da buena cuenta de la relevancia que la inteligencia emocional tiene para las bibliotecas. En la misma línea se sitúa esta llamada de atención que Geneviève Patte hace a la biblioteca para que esté siempre muy atenta a las cosas que llenan la vida de los lectores, grandes o pequeñas, a la que anima a “estar al acecho, escuchar y proponer nuevos caminos».
Bibliografía mencionada:
Geneviève Patte defiende la belleza de lo pequeño en la promoción de la lectura (9 de noviembre de 2011). LecturaLab. Recuperado de http://www.lecturalab.org/story/Genevive-Patte-defiende-la-belleza-de-lo-pequeo-en-la-promocin-de-la-lectura_2673
Gómez, J. A. (1998). Legitimación y funciones de la biblioteca en el contexto de la sociedad digital. Scire, 4(2), 63‐77. Recuperado de http://eprints.rclis.org/20760/1/legitimacion%20bibliotecas%20gomez%20scire%201998%204%202-1-PB.pdf
Macías, A. (2014). Inteligencia emocional en bibliotecas: Jornadas Técnicas en Sevilla (10 de noviembre de 2014). Biblogtecarios. Recuperado de https://www.biblogtecarios.es/adrianmacias/inteligencia-emocional-bibliotecas-sevilla/
Marquina, J. (2013). Informe APEI sobre Bibliotecas ante el siglo XXI: nuevos medios y caminos. Madrid: Asociación Profesional de Especialistas en Información (APEI). Recuperado de http://www.apei.es/wp-content/uploads/2013/11/InformeAPEI-BibliotecasSigloXXI.pdf