Al igual que sucede en el conjunto del sector editorial español, las cifras de la edición de libros infantiles y juveniles se han contraído en los últimos años. Ciertamente, este subsector se ve afectado también por la crisis económica global, así como por las profundas transformaciones que experimenta al mundo del libro, si bien parece que en menor medida. Pero lo más notable es que, a pesar de ello, la edición de materiales de lectura para niños y jóvenes presenta un buen equilibrio de sus constantes; no sólo los valores se mantienen dentro de parámetros normales, si no que da muestra de una firme resistencia a los envites, según se observa en el comportamiento del último trienio. Una buena muestra de este devenir se presenta en el informe Los libros infantiles y juveniles en España. 2012-2014, que hace unos meses publicó el Observatorio del Libro y la Lectura del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
En dicho informe se desgranan los movimientos de este sector de la edición en 2013, el último ejercicio del que se disponen datos, y se ofrece una visión panorámica de la evolución en el último trienio. A la luz de esta información se puede afirmar que el subsector del libro infantil y juvenil sigue siendo uno de los más activos en el conjunto de la edición española. En 2013 la edición de libros para niños y jóvenes supuso el 12% dentro del conjunto total de la producción española, porcentaje que incluso tuvo un ligero incremento respecto a 2012, año en el que representaba el 11,1% del total.
No obstante, desde 2011 se observa una línea de descenso que resulta más acusada en 2013, en el que la publicación de obras infantiles y juveniles en España cayó un 8,2% respecto al año anterior. Esa cifra resulta bastante menor que la merma global del sector, que fue casi el doble, y que en su conjunto experimentó una contracción en el volumen de edición del 14,9% respecto al año anterior, según consta en la Panorámica de la edición española de libros 2013.
También en 2013 fueron a la baja el número de ejemplares editados y el volumen de venta de libros infantiles y juveniles; la facturación en el mercado interior cayó un 9,8% respecto a 2012, situándose así en la cuota del 12,2% respecto a las ganancias totales del sector, una cifra que, por otro lado, resulta bastante proporcional a su peso relativo en el conjunto. En 2013, 18 de cada 100 ejemplares vendidos en España fueron libros infantiles y juveniles, sumando un total de ventas de 28,2 millones de ejemplares. En razón de estas cifras el libro infantil y juvenil se sitúa en la tercera posición en volumen de ventas tras las categorías del texto no universitario y la literatura.
En cuanto al mercado exterior, las publicaciones infantiles y juveniles acostumbran a estar en los primeros puestos en cuanto a las exportaciones de ejemplares editados en España. La proporción de exportaciones de ejemplares infantiles y juveniles sobre el total fue en 2013 del 15,2%. En cuanto a los beneficios no hubo prácticamente cambios respecto al año anterior, manteniendo una cuota del 13,4% de la facturación del conjunto de las exportaciones del sector. México, Argentina y Perú fueron los destinos mayoritarios de las exportaciones de libros infantiles, sumando entre los tres países el 34,6% de los ejemplares y el 43,3% del valor de negocio. Estados Unidos, que en ejercicios estuvo también entre los primeros países de destino de estas obras quedó relegado en esta ocasión al octavo lugar.
En virtud de los datos sobre 2013 que ofrece la citada publicación, la radiografía del subsector resultante presenta unos rasgos comunes con otros ejercicios, lo que denota estabilidad y consolidación de la edición para niños y jóvenes pese al momento especial que atraviesa la edición en España:
- Es el que cuenta con mayor número de títulos consolidados en el mercado: mantiene vivos en el catálogo 65.174 títulos y en 2013 las reimpresiones alcanzaron un 26,9%.
- Mantiene un precio medio bajo dentro del conjunto de la edición de 9,49 euros/ejemplar, medio punto menos que en
2012. - Como viene siendo habitual, presenta el mayor porcentaje de traducciones, aunque se registra una baja en torno a los cuatro puntos respecto al año anterior. Las traducciones supusieron en 2013 el 40,7%, la mitad del inglés.
- Crece cinco puntos la edición en castellano, un 68,8% de los títulos, y otros tantos bajan los títulos en catalán, que alcanzan el 17,6%. Los títulos en euskera se mantienen cerca del 4% y los correspondientes al gallego en torno al 3%.
En todo caso, el descenso del número de títulos publicados no tendría necesariamente que valorarse en negativo a tenor de la opinión de muchos analistas del sector que consideran que el número de libros editados de libros infantiles y juveniles acostumbra a ser en exceso elevado y hablan de un problema de sobreproducción anual de nuevos títulos.
En cuanto a la composición del subsector, el espectro se dibuja amplio y variado, conformado por una trama tejida por un total de 588 agentes editoriales. No obstante, los datos del ejercicio 2013 siguen mostrando un alto nivel de concentración; así, el 41% de las publicaciones recaen en 10 empresas editoriales, cifra que refleja el peso específico de los grandes grupos en el volumen de edición. Por otro lado, más del 50% del total del tejido empresarial lo forman medianos y pequeños sellos que contribuyen a la diversidad del sector y aportan valor añadido a la vertiente cualitativa de la producción.
Territorialmente, Madrid, con el mayor número de títulos editados, y Cataluña, con el mayor número de ejemplares, se disputan las primeras plazas; tras estas comunidades se sitúan la C. Valenciana, Andalucía, Castilla y León, País Vasco y Galicia en función del número de títulos publicados. En cuanto al mayor peso específico del subsector en su territorio es Castilla y León la que se lleva la palma, donde los libros infantiles y juveniles representan el 21,9% del conjunto de la edición en la comunidad.
En relación con los formatos no impresos, en 2013 fueron el 11,8% de las publicaciones del subsector. En el plano digital las tasas del libro infantil y juvenil son más bajas que en el conjunto del sector editorial; así, el peso relativo de la edición electrónica de libros para niños y jóvenes tan solo representa una pequeña porción de la edición digital española, el 5,5% del total. Esta cifra registrada en 2013 es además un 3,7% menos que la del anterior ejercicio y con ella se quiebra la línea ascendente que desde 2007 a 2012 experimentó la edición digital de materiales para niños y jóvenes. Aunque también en su conjunto la edición digital cayó un 5,4% en 2013, respecto a la producción total supone ya un 25,9%. A pesar de ello, en lo relativo a la facturación de materiales infantiles y juveniles digitales, en 2013 se registró un ascenso del 1,6% respecto a 2012; las ventas alcanzaron dicho año la cifra de 4,2 millones de euros, lo que supone el 5,2% del total de la facturación de las obras editadas en ese formato.
Pero más allá de los datos cuantitativos, la producción de materiales de lectura para niños atraviesa una encrucijada en la que no solo se dan cita variables económicas sino que también entran en liza cuestiones de definición de las propias obras y aspectos directamente relacionados con la creación literaria y artística:
- Las estructuras editoriales se ven afectadas por una acentuada y progresiva transformación del conjunto de la cadena del libro.
- Los géneros y formatos se revisan a la luz del contexto digital y de los cambios que este comporta en los hábitos de niños y jóvenes.
- Los contenidos se adaptan a las necesidades y competencias de los lectores de hoy.
El libro infantil se debate entre diferentes modos de abordar estas cuestiones y entra a competir con el amplio conjunto de opciones de ocio que se ofrecen hoy a los niños. Estos productos y servicios que se dirigen al público infantil están detrás de gran parte de los cambios que experimenta el sector, tanto en el plano de las estrategias de mercado y fórmulas de atracción del comprador como de las transformaciones que se observan en el propio lenguaje verbal e icónico de las obras por influencia del entorno audiovisual y multimedia.
Pero ¿qué caracteriza la oferta de las publicaciones para niños y jóvenes y cuáles son las perspectivas de futuro del subsector en nuestro país, tanto en el terreno de lo impreso como en el digital? Suspendida en el aire dejo la pregunta y las posibles respuestas pendientes quedan para ser exploradas en una nueva entrega…
(TO BE CONTINUED…)